El teléfono de violencia intrafamiliar de Andalucía recibe dos llamadas diarias de media en su primer año de funcionamiento
Esta línea impuesta por Vox al Gobierno de la Junta atiende en su mayoría casos de agresiones de hijos a padres que son derivados a otro servicio que ya presta asistencia telefónica gratuita
El 16 de octubre de 2020 entró en funcionamiento el teléfono de violencia intrafamiliar de la Junta de Andalucía, una imposición de Vox al Gobierno regional de PP y Ciudadanos, y que con una media de dos llamadas diarias se ha revelado como un fracaso. La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la que depende el 900 300 003 quiso derivar a este número las consultas sobre violencia filioparental, las ejercidas por los hijos a sus padres, pero, de acuerdo con los datos facilitados por esta consejería, dependiente de Cs, poco más de la mitad están relacionados con este tipo de agresiones, mientras que el resto han sido derivadas a otros servicios ya existentes, como el Atención a las Personas Mayores, el de Información a la Infancia y la Adolescencia, el de discapacidad y el de Atención a las Mujeres.
El teléfono está gestionado por el Servicio Andaluz de Teleasistencia de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (Assda), en coordinación con Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA). El objetivo de este servicio es derivar los posibles casos de violencia en el ámbito familiar que lleguen a través de ese número a los servicios sociales competentes y dar información sobre prestaciones y recursos para las familias, según explicó la consejera Rocío Ruiz hace un año. 70 profesionales de la Assda han recibido una formación especializada y disponen de protocolos de actuación y derivación desarrollados para este fin, señalan desde Igualdad.
En un primer momento, esta línea funcionaba entre semana de 8.30 a 15.00, pero la insistencia de Vox obligó a ampliarlo desde julio de 8 a 20 horas. El porcentaje de llamadas atendidas no ha aumentado con la expansión de las horas de atención —hasta julio se habían atendido 350 llamadas―.
“Las llamadas que derivamos al SAVA son mayoritariamente de padres que llaman por casos de violencia por parte de sus hijos. Cuando los agredidos son mayores de 65 años los derivamos al teléfono de mayores”, explica José Vargas, responsable del Assda. Para atender a la media de dos llamadas diarias están destinadas cuatro personas para atender al turno de mañana y dos para la tarde, todas ubicadas en la central de Málaga, explica Vargas. La Agencia también cubre el resto de servicios de teleasistencia de la Junta, salvo el teléfono de atención a la mujer, que cuenta con 19 operadoras y que solo en el primer semestre de 2021 atendieron 1.726 llamadas, según los datos facilitados por el Instituto Andaluz de la Mujer.
La Consejería no ha facilitado información sobre los fondos destinados a la línea de violencia intrafamiliar. Este teléfono se encuentra dentro del programa de atención a la Dependencia, Envejecimiento Activo y Discapacidad de la Assda que está dotado con 1,4 millones en los Presupuestos autonómicos de 2021.
Desde el 16 de octubre de 2020 y hasta el 30 de septiembre de 2021 en el nuevo teléfono de violencia intrafamiliar se atendieron un total de 727 llamadas, de las que un 13,75% se recibieron por error, lo que reduciría aún más el número de solicitudes recibidas, de acuerdo con los datos facilitados por Igualdad. El 62,58% de las llamadas recibidas fueron para denunciar posibles situaciones de riesgo de maltrato dentro del ámbito doméstico y el 23,55% demandaba información, según los datos facilitados por Igualdad. Desde la consejería se indica también cómo en el caso de las de maltrato el 65,93% fueron derivadas al Servicio de Atención a las Víctimas de Andalucía (SAVA), que cuenta también con su propio teléfono gratuito); un 16,04% al teléfono del mayor; un 9,23% a las líneas de Infancia y Adolescencia, el 3,515 al de la Mujer y el 2,5%% al de Discapacidad.
Esta derivación a otras líneas gratuitas de ayuda ya existentes —y también dependientes de Igualdad, salvo el SAVA que depende de Justicia y que ya atendía este tipo de violencia filioparental― en el caso de las llamadas al teléfono de violencia intrafamiliar confirma una de las críticas que realizaron oposición y asociaciones de que la atención al tipo de violencia defendida por Vox ya estaba cubierta. Un reparto similar se produce en el caso de las llamadas al número impuesto por la extrema derecha en busca de información, según los datos facilitados por Igualdad.
“Los datos confirman que la puesta en marcha de este teléfono era una medida ideológica, innecesaria y contraproducente porque añade confusión a las posibles víctimas”, sostiene Héctor Rivero, presidente de la Coordinadora Andaluza de ONGD de Desarrollo, muy beligerante cuando se anunció esta nueva línea de asistencia. En esa misma senda avanza el PSOE. “Esta imposición ideológica de Vox se incluyó dentro de la Consejería de Igualdad, con la connotación que supone introducir su negacionismo sobre la violencia machista en ese departamento”, explica Soledad Pérez, secretaria general del grupo parlamentario socialista en el Parlamento y antigua portavoz de Igualdad y Políticas Sociales.
La diputada socialista advierte del hecho de que, si el teléfono busca centrarse en la violencia filioparental y es atendido por el SAVA, un servicio dependiente de Justicia, lo lógico es que se hubiera enmarcado en esa consejería que ya cuenta con programas y servicios de mediación familiar. “Que no esté en esa consejería y sí en Igualdad evidencia más la carga simbólica”. El término “violencia intrafamiliar” es utilizado por la extrema derecha en contraposición a la violencia machista y como fórmula para negar que los asesinatos o el maltrato a la mujer puedan tener una raíz de género.
La consejera de Igualdad presentó este teléfono en el marco de unas jornadas sobre la violencia intrafamiliar en las que se puso el foco en las agresiones de hijos a padres que habían crecido un 3,6% en 2020, respecto del año anterior, e hizo hincapié en la dificultad para denunciar estos casos para justificar la apertura de esta nueva línea telefónica. “El Gobierno andaluz está en contra de todas las violencias”.
Aunque en un primer momento las asociaciones para la Infancia dieron la bienvenida al encaje que la Consejería de Igualdad dio a este teléfono, las organizaciones consultadas reconocen que no han hecho un seguimiento. La Fundación Amigó, volcada en visibilizar y atajar la violencia filioparental tampoco estaba al tanto de este teléfono, lo que evidencia su escasa trascendencia. “La existencia de un teléfono para estos casos está bien sobre todo en un momento de desesperación, pero habilitar esta línea no significa que se tengan que tapar otros tipos de violencia que pueden ser muy graves como la que se ejerce sobre los menores”, indica Irene Gallego, psicóloga de la Fundación Amigó.
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