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Sanidad busca 10.000 afectados por la dana para investigar el impacto de la catástrofe en la salud mental

El Ministerio licita un contrato de un millón para estudiar durante tres años las consecuencias psicológicas de la tragedia, que deja hasta ahora 230 muertos

Juan José Mateo

A mediados de septiembre, cuando asoma ya en el horizonte el primer aniversario de la dana de 2024 que dejó al menos 230 muertos, Rosa Álvarez, presidenta de la Asociación Víctimas Mortales de la Dana, se lamenta con firmeza. “No se ha intentado la reconstrucción humana, la de las familias, a las víctimas no se las ha reconocido”, dice en Catarroja, una de las poblaciones más afectadas por el torrente. Porque hay heridas que no se ven, dolores que es difícil cuantificar, miedos que desde entonces persiguen a todas las personas que desde el desastre se acercan al barranco del Poyo cada vez que hay nubes en el cielo, preocupadas, angustiadas, por si lleva agua o no. Para ayudarlas, y mejorar el acompañamiento a futuras víctimas, el Ministerio de Sanidad acaba de licitar un contrato, recogido este miércoles en el BOE, para vigilar el impacto de la dana en la salud mental, y medir cuál es la prevalencia de la depresión, la ansiedad o el estrés postraumático entre los afectados.

Así, Sanidad tiene previsto invitar a participar a 23.318 hogares de 37 municipios de las zonas más afectadas de la provincia de Valencia, en la que las personas adultas convivan con al menos 7.773 menores. El objetivo es lograr que participen 10.871 afectados, entre 8.153 adultos y 2.718 menores. El estudio durará tres años, hasta 2028, ha sido valorado en 995.668,94 euros, y adjudicado este mismo diciembre a la empresa Ideara.

“Es necesario conocer, como indicador epidemiológico, la frecuencia de algunos trastornos de salud mental en las personas expuestas a la inundación e identificar las características personales y sociodemográficas asociadas a estos trastornos”, se argumenta en la memoria que justifica el gasto. “A esta población se le pasará una encuesta para establecer la prevalencia de posible depresión, ansiedad y estrés postraumático y qué factores están asociados”.

Un año después de que la dana golpeara la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, las huellas de su paso siguen bien visibles. Sobre las paredes de Paiporta o Catarroja aún se leen las pintadas de los bomberos avisando de que han revisado el garaje de un edificio, para ver si alguien quedó atrapado. Hay bajos comerciales con sus persianas metálicas aún deformadas, y retorcidas, tras ser una y otra vez golpeadas por los coches, convertidos en misiles por la fuerza del agua. Los vecinos señalan este techo de un supermercado, o aquel árbol, recordando a las personas que se subieron intentando salvar la vida mientras la riada ganaba caudal y fuerza. El barro sigue omnipresente. También el polvo. Los obreros. Y las máquinas que trabajan en el barranco del Poyo. Es imposible olvidar lo ocurrido. Y por eso en cada acera, de grupo en grupo de vecinos, es posible escuchar que aún se habla de la dana. Ni siquiera hay una cifra cerrada de muertos: el 2 de diciembre aún había nueve personas en proceso de análisis para ser consideradas víctimas mortales de la dana.

La recogida de datos con la que se medirá el impacto que tiene y tendrá esa tensión constante se hará a través de un cuestionario. El de adultos tendrá una duración media aproximada de 40 minutos y la de menores será de 20 minutos. En la segunda y tercera oleada la duración de los cuestionarios será aproximadamente la mitad. Habrá también contactos presenciales y telefónicos, además de un número de atención para los participantes.

Además de la muestra inicial de hogares, el Ministerio de Sanidad proporcionará al contratista una muestra secundaria de hogares suplentes que, en la medida de lo posible, habrán sido seleccionados de la misma sección censal y grupo demográfico que el hogar de la muestra inicial a la que sustituya. Todo con el objetivo de sacar a la luz las heridas ocultas que dejó el torrente mientras arrasaba con todo lo que encontraba a su paso.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Comunidades y está especializado en información política. Trabaja en EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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