La crisis por el ‘caso Salazar’ sigue abierta en el PSOE con voces que piden ir a la Fiscalía

La dirección del PSOE no ha logrado apaciguar la indignación creciente que recorre el partido tras la gestión de las denuncias por acoso sexual contra Francisco Salazar, ex alto cargo del partido y de La Moncloa, según han adelantado fuentes de varias federaciones socialistas a EL PAÍS. Lejos de rebajar la tensión, la reunión por videoconferencia con las secretarías de Igualdad de las comunidades autónomas y las portavoces en las Cortes Generales y en los parlamentos autonómicos convocada de urgencia para las 21.30 por Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad federal y delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, ha evidenciado el malestar interno por la resolución de la crisis.

Según fuentes que han participado en la reunión, en los turnos de palabra que ha habido se han exigido explicaciones a Ferraz y al menos la federación de Asturias ha planteado llevar el caso a la Fiscalía, al entender que son por violencia de género y que podría haber indicios de delito, las denuncias contra el ex secretario de Análisis y Acción Electoral y ex alto cargo de La Moncloa, que renunció a ascender a adjunto del área de Organización justo antes del comité federal del pasado julio. La secretaria de Organización, Rebeca Torró, no ha participado en la reunión según fuentes de tres federaciones. Tampoco lo ha hecho Anabel Mateos, secretaría adjunta a Organización y de Coordinación Territorial.

Bernabé ha abierto la reunión, que ha durado una hora, expresando su pesar y pidiendo perdón a las afectadas. La secretaria de Igualdad del PSOE, cargo para el que fue nombrada hace un año en el último Congreso Federal de los socialistas, ha insistido en que no se ha dejado de lado a las denunciantes y el partido trabaja en la resolución del proceso contra Salazar. Dos afiliadas presentaron hace seis meses sendas denuncias contra quien fue uno de los apoyos más estrechos que Pedro Sánchez ha tenido desde las primarias en que fue reelegido contra Susana Díaz, pero en todo este tiempo el PSOE no las tramitó ni ha actuado con diligencia. El caso se agravó cuando sus denuncias desaparecieron del canal interno creado para presentarlas respetando su anonimato.

Bernabé ha pedido calma y confianza, ha asegurado que las denuncias no desaparecieron —en línea con lo defendido por el PSOE esta semana— y se ha comprometido a celebrar una reunión presencial lo antes posible. La intención es que sea la semana que viene y que cuente con la presencia de los servicios jurídicos del PSOE para resolver dudas como el escenario que un militante denunciado de acoso se dé de baja como afiliado, como ha ocurrido con el caso de Salazar.

Ferraz ha informado esta semana que mantiene abierto el expediente por acoso a Salazar tras su baja como militante, que no había hecho pública hasta ahora. La pérdida de la condición de afiliado no supone el fin del procedimiento. La Comisión Antiacoso tendrá que redactar su informe final, que remitirá a la Secretaría de Organización y a las partes.

La cúpula del PSOE ha transmitido además que las denuncias están en tiempo de resolver —los plazos establecidos serían de tres meses de instrucción y tres para resolver los casos— y que habrá un plan de prevención que incluirá formación para cargos. Aun así, la gestión de la crisis que tiene como protagonista a Salazar ha abierto un nuevo frente al PSOE a las puertas de la campaña de las elecciones extremeñas.

La sensación de alguna de las secretarias de Igualdad autonómicas es que se pretendía una reunión “rápida”. Han intervenido las responsables de ese área de Asturias, Galicia y Baleares, además de Andrea Fernández, portavoz de Igualdad en el Congreso, según fuentes del encuentro. Con distintos tonos han mostrado su enfado, transmitiendo que la sensación que ha predominado ha sido de una acción insuficiente, hasta tal punto que las víctimas decidieron denunciar su caso, que adelantó elDiario.es. Bernabé ha cortado la reunión mientras hablaba Fernández, argumentando que era tarde y habría otra reunión presencial, de acuerdo con distintas participantes. También han pedido la palabra y no se les ha concedido con el mismo razonamiento a la portavoz del Senado, Carmela Silva, y las secretarias de Igualdad de Madrid y Castilla-La Mancha.

“Es un despropósito”, aseguraba horas antes un peso pesado de la dirección del PSOE. El escándalo se suma además al desgaste por el goteo diario de informaciones sobre Ábalos y Cerdán, los dos secretarios de Organización en los que Sánchez delegó el día a día del partido desde junio de 2017 a junio de 2025.

“Si no teníamos bastante ahora nos estalla esto”, critica un secretario general de una de las federaciones. Lo que nadie esperaba que “crispase” al partido, en palabras de otro líder territorial, es la “apatía” en la administración de las denuncias contra Salazar.

El PSOE no confirma que su Oficina Antiacoso se haya puesto ya en contacto con las dos mujeres que denunciaron a Salazar y que alertaron de la desaparición de sus escritos contra el exdirigente socialista en el canal interno del partido. Ferraz lo atribuyó a un problema del sistema, ya subsanado, lo que desconcertó aún más al partido. Las fuentes de la cúpula socialista consultadas alegan que se trata de un organismo independiente y que no pueden acceder a esa información para respetar el anonimato de las denunciantes. La dirección del PSOE no se ha mostrado partidaria de emitir un comunicado al término del encuentro, pese a que así se lo han solicitado varias federaciones.

Fuentes de La Moncloa, en cambio, sí dan por seguro que ya se ha contactado con las denunciantes, subordinadas de Salazar en la sede central del partido y en el complejo de La Moncloa. Desde el Ejecutivo también critican a Ferraz por “la lentitud inexplicable” con que ha abordado las denuncias. “Se ha gestionado de forma que las culpables son ellas y parece que el agresor es el protegido. La sensación que se ha dado es que no se entiende la violencia sexual”, lamenta una secretaria de Igualdad autonómica.

La falta de comunicación con las denunciantes “ha encrespado” al PSOE, según un tercer barón territorial, que se declara “atónito” por la “falta de transparencia en un partido que además se define como feminista” en sus estatutos. Tampoco se comprenden las diferentes versiones que el partido ha emitido los últimos días, después de que Salazar se diese de baja como militante después de las preguntas por su proceso. El PSOE mantiene abierto el expediente por acoso a Salazar tras su baja como militante, que no había hecho pública hasta ahora. La pérdida de la condición de afiliado no supone el fin del procedimiento. La Comisión Antiacoso tendrá que redactar su informe final, que remitirá a la Secretaría de Organización y a las partes.

Ana Redondo, ministra de Igualdad y exresponsable de esa área en la dirección del PSOE, ha instado a su partido a ser “mucho más rigurosos” en la selección de cargos orgánicos. “Son comportamientos asquerosos y deleznables que no tienen cabida en ningún partido político y menos en el PSOE, que demuestran una baja catadura moral y un machismo del más alto nivel”, ha criticado.

Bernabé lamentó el martes en la Cadena SER que no se había actuado “con la diligencia” debida y pidió perdón a las afectadas. “Me parece repugnante y una vergüenza, como secretaria de Igualdad me hubiera gustado que hubiese sido mucho más diligente la actuación. Por eso mismo, y como nos lo tomamos muy en serio y el PSOE es absolutamente inflexible con esos comportamientos, estamos trabajando para actuar de la manera más rápida y efectiva”, recalcó.