Hallada un arma de guerra en el búnker de las Tres Mil Viviendas similar al fusil que desató la polémica en octubre
La Policía Nacional confirma que el Kalashnikov y la munición incautada durante una macrorredada en este barrio de Sevilla es igual al que se disparó entonces


Las ráfagas aire disparadas por parte de los clanes que trafican con marihuana en la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas no son inusuales. Es una forma más de demostrar su fuerza y amedrentar al resto de familias rivales. Eso es lo que ocurrió la noche del pasado 12 de octubre. Lo excepcional fue que esas descargas se realizaron desde un Kalashnikov y que fueron grabados en un vídeo que se hizo viral y que desató un gran debate sobre la seguridad y el abandono del barrio más pobre de España. Ese arma de guerra puede ser la misma con la que ha dado la Policía Nacional durante una macrorredada que sigue abierta en esa zona. “El arma es la misma, la munición incautada es del mismo calibre y el clan al que se le ha requisado es el mismo que fue investigado entonces”, precisan fuentes de la investigación. Será balística quien confirme esa hipótesis.
Los disparos que se captaron hace seis meses dieron lugar a una sucesión de macrorredadas con un amplísimo despliegue policial y batidas por los edificios zonas más conflictivas de la barriada, donde los agentes se incautaron de toneladas de marihuana y armas de fuego, pero en las que no se pudo localizar el rifle de guerra con el que se realizó la descarga. Ahora, otra sucesión de tiroteos disuasorios entre clanes ha dado lugar a otra macrooperación en la que la Policía Nacional ha dado con una vivienda “configurada como un auténtico búnker”, en la que se han hallado un fusil de asalto Kalashnikov, cargado y listo para su uso, otra pistola, 49 cartuchos de fusil de guerra, 29 de arma corta, dos chalecos antibalas y guantes de corte.
El hecho de que el fusil encontrado sea similar al que se escuchó disparar el 12 de octubre, que las balas sean del mismo calibre que algunos de los casquillos que se recogieron entonces y que la vivienda se encontrara en el mismo edificio del que salió la ráfaga y estuviera en posesión del mismo clan al que se investigó entonces, hace pensar a los investigadores que se trata del mismo arma que volvió a poner en el foco mediático a una barriada acostumbrada a estos hechos y a que, al contrario de lo que pasó hace seis meses, nadie se asombrara por ello. “Hay que esperar al análisis balístico para determinar si se trata del mismo arma”, indican las fuentes consultadas.
“Entonces todo el mundo parecía que se preocupaba de nosotros, durante el siguiente mes sí hubo mucha presencia policial, pero después volvemos a estar exactamente igual que antes, misma suciedad en la calle, misma carencia de servicios públicos...”, se lamenta Raquel Gabarre, presidenta de la Fundación Yilo que ayuda a mujeres gitanas de las Tres Mil Vivindas, en alusión a las declaraciones de los distintos responsables políticos que prometieron mejorar la atención a esa barriada y frenar unos problemas socioeconómicos endémicos por la exlcusión social secular a la que se ha abocado a la mayoría de sus vecinos.
Además del fusil de asalto y del resto de armamento encontrado, la Policía Nacional ha desmantelado cinco laboratorios dedicados al cultivo de marihuana en sendos registros, todos operados por el mismo núcleo familiar. De momento, no se han producido detenciones, aunque la operación sigue abierta.
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