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política
Crónica
Texto informativo con interpretación

Feijóo azuza las contradicciones de la coalición sin aflorar su posición

El PP y BNG fuerzan votaciones sobre gasto en Defensa en pleno debate europeo. Abascal emprende la batalla contra Sánchez y el líder popular

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el pasado 13 de marzo en el Congreso de los Diputados.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el pasado 13 de marzo en el Congreso de los Diputados.Gustavo Valiente - Europa Press (Europa Press)
Anabel Díez

Europa está envuelta en la mayor crisis existencial de las últimas décadas, una vez que empieza a tomar conciencia de que los socios no son lo que eran. Es decir, que Estados Unidos, y los adversarios, el caso de la Rusia de Vladímir Putin, puede entenderse. Además de la guerra comercial en ciernes, por decisiones del presidente Donald Trump, los europeos deben afrontar un cambio de prioridades en sus gastos para poner los de defensa y seguridad en un lugar preeminente. España, con una dedicación de su PIB muy baja en relación al resto de los países europeos, se ha dado de bruces con esta realidad en un tiempo de absoluto enfrentamiento entre los dos principales partidos, PP y PSOE.

Los populares españoles, aun conscientes de que aún no hay decisiones sobre por dónde circular en el  nuevo orden internacional, hacen abstracción del momento de ebullición de propuestas inconclusas y se centran en azuzar las contradicciones en el Gobierno que preside Pedro Sánchez. Sus socios de coalición, Sumar, y los externos, aunque con distintos grados, se oponen al aumento de gastos de defensa y, mucho más, al envío de tropas españolas para combatir en Ucrania. Esta última hipótesis no se aprecia en lontananza;  solo se cita a franceses e ingleses como susceptibles de dar el paso de poner botas sobre el terreno.

La discusión sobre las distintas opciones no va a ser lo que escuchen los españoles en los inminentes debates en el Congreso, al menos por parte del PP y durante esta semana.  La concreción está a la espera de las discusiones entre los 27, en Bruselas. Los populares harán preguntas al presidente del Gobierno con una exigencia de detalle que no está en condiciones de ofrecer, al estar empeñado en mancomunar los gastos de defensa entre todos los europeos, a la manera de las soluciones conjuntas alcanzadas por la pandemia de la covid.

En circunstancias mínimamente normales, el presidente debería exponer en el Parlamento las líneas de trabajo abiertas con los socios europeos. Pero ese no es el contexto. Este martes y miércoles, el Congreso vivirá los primeros debates sobre defensa, seguridad, gastos y recursos a cara de perro, como si se tratara de vivienda, educación, sanidad, impuestos, o la dana que asoló Valencia. La singularidad del debate sobre defensa está en que el PP y el PSOE no difieren sobre el fondo de la cuestión: la necesidad de aumentar el gasto, ir juntos con la mayoría de los países europeos, señalar a Rusia como el agresor y potencial peligro para muchos de los países aliados. También hay acuerdo sobre el comportamiento peligroso y pernicioso de la administración Trump para los intereses de Europa y de España.

Ni siquiera en los hechos y realidades palpables, el PP está dispuesto a reconocer que tiene puntos coincidentes con el PSOE. Los populares reiteran que el presidente está a la cabeza de los críticos contra Trump, y se manifiesta con “insultos”. Lo cierto es que Sánchez circunda sus discursos para evitar el ataque directo a Estados Unidos. Al igual que los socios europeos, que están en la ardua tarea de encontrar una posición común.

Mientras buscan esa posición común, este martes, a través de una proposición no de ley, el PP quiere que el grupo socialista responda y que toda la cámara vote sobre el apoyo a Ucrania y el fortalecimiento de la relación transatlántica. Es una forma de poner en evidencia, no al PSOE, que no tiene la menor duda sobre esos apoyos, además muy activos, sino a los socios del PSOE.

Los grupos de izquierda quieren salvaguardar todos los recursos para el bienestar social de los españoles y rechazan que el gasto en defensa pueda suponer recortes sociales. De la mano del BNG, su portavoz parlamentario, Néstor Rego, defenderá una moción sobre la posición “del Gobierno español ante los anuncios intervencionistas, belicistas y anexionistas” del Gobierno norteamericano. Este será un entrenamiento para la interpelación que el miércoles tendrá que responder la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre “la nueva programación de Defensa”,  defendida por el PP. La ministra será la avanzadilla de la respuesta del presidente del Gobierno la siguiente semana, una vez celebrado el Consejo Europeo de este viernes.

En la dirección popular se considera que no hay necesidad por ahora de aportar sus posiciones, muy pegadas al grueso de la Unión Europea, sino de asaetar al Gobierno y asistir a las discrepancias de sus socios. Material no va a faltar. Tanto es así que el Ejecutivo se mantiene en la idea de que las medidas que vaya a adoptar no requieran votación parlamentaria. En la refriega intervendrá activamente el presidente de Vox, Santiago Abascal, con la manguera a toda presión contra Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. “No hay una amenaza mayor para los españoles que la que representan el PP, el PSOE y sus aliados separatistas”, señaló este domingo, en un acto en Valladolid. Abascal no ve peligro en Putin ni en Trump.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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