El Gobierno negocia con Junts para salvar lo máximo posible del decreto ómnibus
El Ejecutivo asume que es muy difícil cerrar nada para esta semana, pero el PP se mueve y aprieta
El Gobierno no parece haber encontrado aún la salida del agujero en el que se ha metido con el decreto ómnibus que le tumbaron la semana pasada los votos del PP, Vox y Junts, y que incluía la subida de pensiones además de casi un centenar de medidas, la mayoría enmarcadas en el llamado “escudo social”. Durante el fin de semana y especialmente este lunes hubo muchas conversaciones con Junts para intentar salvar el máximo posible del decreto, pero de momento no hay acuerdo y distintas fuentes daban por hecho este lunes que la negociación no daría sus frutos como para llevar el nuevo decreto al Consejo de Ministros de este martes, aunque siempre podría haber una sorpresa de última hora.
Los independentistas reclamaban al Gobierno que lleve un decreto nuevo con cuatro asuntos —pensiones, transporte público, ayudas a los afectados por la dana y salario mínimo— y así ellos garantizan su aprobación. Es algo muy parecido a lo que reclama el PP. Pero el Gobierno no confía en los populares, que cada día que pasa ponen más objeciones al decreto, aunque hace una sola semana argumentaron que lo tumbaban por la transferencia al PNV de la sede del Instituto Cervantes en París, un edificio que fue sede del Gobierno vasco en el exilio hasta que lo confiscó la Gestapo en 1940. Y por eso sigue explorando la vía Junts para recomponer la mayoría sobre todo porque, según insisten en el Ejecutivo y ha dicho públicamente Félix Bolaños, principal responsable de este decreto, el texto se pactó con todos los grupos —incluido Junts— en diciembre, y, por tanto, no debería ser imposible reconstruir ese acuerdo para salvar, si no todo el texto, al menos sí la mayor parte.
Si finalmente no hay acuerdo antes de las nueve de la mañana de este martes y no se lleva el nuevo decreto al Consejo de Ministros, como parece lo más probable, habría que pensar ya en la próxima semana o la siguiente. Para el aumento de las pensiones, la medida más sensible, hay algo de margen porque lo que está en discusión es la nómina de febrero, y no de enero, que está garantizada con la subida acordada por el Gobierno.
Pero el problema es sobre todo político y mediático, porque el PP presiona y este martes aprovechará su mayoría en el Senado para aprobar una iniciativa a favor de la subida de las pensiones que su voto tumbó en el decreto ómnibus y así tratar de culpar al Gobierno por que no se haya garantizado aún ese aumento. El Ejecutivo, por su parte, insiste en que si el PP se hubiera abstenido el pasado miércoles, una posición que ha tenido otras veces en situaciones así, ya estaría aprobada la subida, y, por tanto, le responsabiliza de la situación de inquietud que viven los pensionistas.
Pedro Sánchez necesitaría resolver el asunto cuanto antes, como le reclamó este lunes Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda, para poder centrarse en su propia agenda política y económica y salir del bucle al que le lleva Junts, que supone un evidente desgaste para el Ejecutivo. Hay asuntos relevantes para el Gobierno esta semana, como la reducción de la jornada laboral, que se trató este lunes en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, donde Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo pactaron llevarla la próxima semana al Consejo de Ministros tal como estaba pactada con los sindicatos, y también una Encuesta de Población Activa que mostraría los buenos resultados del empleo de los últimos meses. Pero hasta que no resuelva el problema del decreto ómnibus, garantice la subida de las pensiones y restablezca la normalidad con Junts, el bucle parece condenado a mantenerse.
Díaz abogó por aprobar, este mismo martes y “tal cual está”, el decreto ómnibus que la semana pasada tumbaron los populares y Junts en el Congreso. Y defendió las medidas una a una, porque Sumar ha tenido mucha participación en el diseño de ese escudo social. En La Moncloa insisten en que trocear el decreto, la salida más rápida, supondría renunciar a un bloque de medidas muy importante de ese escudo social pactadas con todos sus socios y poner en riesgo la mayoría con la que han aprobado ya 25 leyes y sacan adelante toda la política económica y social del Gobierno, y quedar en manos del PP, que aprovecharía la mínima ocasión para debilitarles. Se estaría jugando así algo más profundo que el propio decreto, ya en sí muy delicado porque afecta a 12 millones de pensionistas, que es la estabilidad de la mayoría y la gobernabilidad.
Por eso todos los esfuerzos del Ejecutivo están concentrados en la negociación con Junts, que tiene encima de la mesa otros asuntos clave como la transferencia de la competencia de inmigración a Cataluña o la solución a la proposición no de ley de Junts para instar a que Sánchez se someta a una moción de confianza. A pesar de que Junts se mostró este lunes de nuevo duro, en el Gobierno siguen confiando en encontrar una salida que si no suponga aprobar el decreto que se tumbó tal cual, algo muy difícil, sí al menos estén las medidas más importantes y el escudo social. Junts en teoría no se opone a ninguna de ellas, y ha votado a favor en anteriores ocasiones, pero la lógica política indica que no aprobará el decreto como está y habrá que hacer cambios y renunciar a algo.
Este lunes, en la Ejecutiva del PSOE, Sánchez no avanzó a su cúpula cuál será la solución para recuperar las medidas del decreto ómnibus, según fuentes presentes. El presidente se concentró en un discurso contra la “coalición negacionista” de PP y Vox y les explicó que en Davos encontró muy buena recepción por los buenos datos económicos españoles, a pesar de que ese mundo de la élite económica no suele ser cercano a un Gobierno progresista como el español. Sánchez insistió ante los suyos en que el PP es el gran responsable de la caída del decreto que sube las pensiones, y reprochó a Feijóo que llame “inquiokupas” a las personas protegidas por el escudo antidesahucios que está también en el texto. “No son okupas, sino personas vulnerables, que el PP los llame por su nombre”, insistió el presidente.
En el PSOE también trasladan la idea de que “se arreglará” la situación creada por la caída del decreto, aunque nadie explica aún cómo. El principal negociador con Junts es el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. La estrategia del partido pasa por colocar el foco en el PP por haber votado en contra de la subida de las pensiones, y también desmontan otro argumento que han tratado de ofrecer los populares: “¿Dónde pone que suba el IVA de la luz o los alimentos?”, insisten para recordar que no viene nada de eso en el decreto, con lo cual se justifica aún menos el voto en contra del PP.
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