La Guardia Civil detiene a una mujer de 87 años en una operación contra el tráfico de drogas en Cantabria

Una mujer de 87 años ha sido detenida en Santoña (Cantabria) por participar en una red de narcotráfico en esa localidad. La anciana formaba parte de un grupo de vendedores de droga, cuyos nueve partícipes han quedado arrestados por la Guardia Civil. La actuación policial se ha centrado en Santoña y en la localidad de Limpias, también en Cantabria, y ha servido para incautar más de 6,5 kilos de sustancias estupefacientes. También se han intervenido aparatos para el manejo de los tóxicos y su posterior menudeo. Una de las particularidades de la labor policial ha consistido en que la anciana vendía los estupefacientes desde la ventana de su vivienda o en bares de la localidad hasta los que se desplazaba con un andador.

Entre los nueve detenidos de la conocida como operación Gadus hay seis hombres y tres mujeres; cinco de los miembros del grupo han ingresado en prisión. Ocho de los nueve registros han tenido lugar en Santoña, el noveno ha sucedido en Limpias, y en total se han localizado más de 1,8 kilos de speed, casi 1,5 kilos de cocaína, más de dos de hachís y aceite de hachís y 1,2 kilos de marihuana. Los agentes dieron con varias armas blancas y un revólver, así como tres pistolas simuladas, y artefactos utilizados para manejar la droga y facilitar luego la venta en pequeñas dosis. También se han intervenido diferentes equipos tecnológicos y vehículos.

Las pesquisas comenzaron en 2024 al notificarse movimientos sospechosos e indicios de compraventa de sustancias estupefacientes en la localidad. Entonces se documentó la presencia de varios puntos de venta y consumidores habituales en las proximidades. La mujer de 87 años residía en Santoña y se valía del siguiente sistema para ejecutar este negocio ilegal: desde su casa lanzaba por la ventana una bolsa atada a una cuerda para que le dieran el dinero, subirlo y contarlo, y luego meter en la bolsa la cantidad de droga acordada. Según la Guardia Civil, la arrestada, de “movilidad reducida”, también utilizaba un andador para desplazarse por el municipio, entrar en diversos bares y aprovechar para hacer entregas sin levantar sospechas por su aspecto desvalido. Otro de los detenidos, según la investigación, actuaba regularmente dentro de los supermercados para darle droga a los clientes confiando en eludir así la acción de las autoridades.