_
_
_
_

Sánchez busca aliados frente a Musk y Trump

El presidente ya ha hablado con líderes europeos y latinoamericanos para reforzar la unidad ante la ofensiva de EE UU. El Gobierno cree que la ola reaccionaria da la razón a su discurso y deja atrapado al PP

Pedro Sánchez y Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil en marzo de 2024.
Pedro Sánchez y Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil en marzo de 2024.Ueslei Marcelino (Reuters)
Carlos E. Cué

Aunque pueda parecerlo por una situación atípica en este momento en el mundo, con un Gobierno progresista al frente del país y una ultraderecha creciendo pero todavía por debajo del 15%, España no es una isla política. Las corrientes de fondo del mundo occidental, especialmente en Europa y América, afectan mucho a la realidad política española. Pedro Sánchez, convertido cada vez más con más claridad en el gran resistente progresista en un mundo cada vez más conservador, se está moviendo a la búsqueda de aliados en la UE y también en Latinoamérica para hacer frente a la ola ultra que viene con la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero, dentro de una semana, y la llegada al Gobierno de EE UU de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, que ya ha mostrado un interés especial en influir en la política europea con ataques durísimos al progresista Keir Starmer, del Reino Unido, o un apoyo cerrado a la ultraderechista Alternativa para Alemania. Musk también ha hecho incursiones hasta ahora discretas en cuestiones españolas, vinculando en mensajes en X, su red social, la inmigración con las violaciones en Cataluña.

Sánchez ya hizo esta semana una alusión clara a Musk en su discurso en el acto con el que arrancó el curso político, centrado en la reivindicación de los “50 años de libertad” desde la muerte del dictador Franco. “La internacional ultraderechista liderada por el hombre más rico del planeta ataca abiertamente a nuestras instituciones”, dijo el presidente, que terminó con la idea de que si no hay una gran movilización de los demócratas, lo que pasó con las dictaduras del siglo XX en Europa y América “puede volver a ocurrir”.

El presidente ha evitado de momento el choque directo con Trump para no tener un conflicto diplomático con un aliado fundamental y muy poderoso como EE UU, pero distintas fuentes del Gobierno señalan que están a la expectativa de los movimientos reales, y no simplemente amenazas verbales, del todavía presidente electo en cuanto llegue al poder. “Estamos preparados. Hay que ver si va en serio con cosas muy graves como lo de Groenlandia. Es la primera vez que un presidente de EE UU amenaza a un aliado europeo y de la OTAN como Dinamarca. La otra vez también dijo que saldría de la OTAN y no lo hizo. Pero estamos hablando con todos para reforzar la unidad dentro de la UE y con el Reino Unido ante lo que viene. Musk está marcando el camino y es muy preocupante”, señalan desde el Ejecutivo.

Una gran batalla ideológica

En La Moncloa ven los próximos meses como una gran batalla ideológica en la que el terreno de disputa puede ser Europa, la única, con Latinoamérica, explican, que puede resistir la oleada ultra de Trump. Y por eso se fijan en los movimientos de Musk, el ariete del presidente de EEUU. “El objetivo a batir para Musk son sobre todo los gobiernos progresistas: Alemania, Reino Unido, Dinamarca, España. Allí donde la socialdemocracia es fuerte quieren quitarla de la ecuación. Es una ideología molesta para el gran capital tecnológico que busca desregular para hacer más negocio”, asegura un miembro del Gobierno.

En este contexto, Sánchez, según su entorno, entiende que toda esta realidad política revitaliza su discurso frente a la “internacional ultraderechista” con el que logró en 2023 una movilización extraordinaria que le permitió seguir en La Moncloa gracias a una compleja mayoría que incluye partidos de centroderecha como Junts o PNV unidos sobre todo por el rechazo a Vox.

En el PP ridiculizan lo que ven como un intento de Sánchez de explotar la figura de Franco para confrontar con Vox y reactivar a la izquierda, pero en La Moncloa creen que precisamente los movimientos de Trump y Musk dan la razón al presidente. “Esto demuestra que la amenaza de la internacional ultraderechista es real. Está bien organizada, bien financiada, tiene músculo político. Tenemos que luchar por nuestras libertades y por los avances logrados”, explica otro integrante del Ejecutivo.

En La Moncloa hay una gran preocupación por los datos que indican que Vox es el primer partido ya entre los jóvenes españoles menores de 24 años. Sánchez estuvo hablando de esta cuestión en la Ejecutiva del PSOE este viernes, donde reclamó volcarse en nuevas formas de comunicación, nuevos lenguajes, entrar mucho más fuerte en redes sociales, en especial Tik Tok, la más seguida por los más jóvenes y en la que se mueve con mucha naturalidad la ultraderecha.

“Hay que reconocer que la ultraderecha ha sabido interpretar bien el momento. Tenemos que convencer a los jóvenes de que no hay nada moderno en esta involución ultraderechista, que es una cosa muy antigua, volver al pasado”, señala un miembro del Gobierno. En el Ejecutivo creen que el PP está fuera de juego porque Vox es el aliado natural de Trump y Musk, pero Alberto Núñez Feijóo no se define con claridad frente a los dos magnates estadounidenses y sigue atrapado por su dependencia política de Santiago Abascal, el único con el que puede construir mayorías.

El ejemplo de Lula

Sánchez y su equipo no miran solo a la UE, donde se mueven más cómodos, sino también a Latinoamérica. Allí están algunos de los referentes progresistas de resistencia a Trump y Musk, como el brasileño Lula da Silva, muy cercano al presidente español. Lula ya ha hablado con el francés Emmanuel Macron, otro claro aliado frente a Trump al que Sánchez también se acerca, para ver cómo enfrentarse a las amenazas de Musk y a la decisión también de Mark Zuckeberg, el otro gran magnate tecnológico, que ha decidido quitar los controles en Facebook e Instagram, en línea con X. Lula ha creado un grupo de estudio para analizar la decisión de Meta y amenaza con bloquear estas redes como ya hizo Brasil con X cuando se negó a dar información a la justicia sobre grupos ultraderechistas que amenazaban su seguridad. Sánchez aún no está en esa fase de enfrentamiento total o de amenazar con cerrar redes, pero sí hay un debate evidente en la UE sobre este asunto y hay muchas conversaciones cruzadas en las que está el español.

Fuentes del Gobierno recuerdan que la UE se dotó de toda una maquinaria legal frente a la injerencia rusa, que ahora podría ser utilizada frente a una posible injerencia de EE UU. La UE cerró rápidamente Russia Today y Sputnik, medios del Estado ruso controlados por Putin. Con cualquier cosa que tenga que ver con EE UU todo es mucho más difícil, porque es el gran aliado natural de la UE, pero los mecanismos existen. Tanto la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, conservadora pero cercana a Sánchez, como el presidente del Consejo, el socialista Antonio Costa, también muy próximo al presidente, se están moviendo para preparar posibles decisiones si Trump y Musk cumplen sus amenazas. “Musk está atacando el proyecto europeo, debemos defendernos y reforzar lazos con América Latina. Es la región más eurocompatible. Hay muchas conversaciones cruzadas entre los gobiernos europeos y latinoamericanos estos días”, insiste otro miembro del Gobierno.

La próxima semana, Sánchez irá a la cumbre económica de Davos, donde estos asuntos estarán encima de la mesa, y de nuevo se cruzará con el argentino Javier Milei, destacado miembro de esa internacional ultraderechista que también ha llegado a Latinoamérica. “Si Trump quiere un cambio de orden mundial, ya está viendo que va a tener mucha resistencia. Esto nos tiene aún en shock porque no es Rusia, EE UU es un aliado fundamental. Y queremos que siga siéndolo. Pero hay que marcar unos límites claros. Europa no es cualquier cosa, no puede pisotearnos y tomar por las bravas un territorio de un miembro destacado de la UE como Dinamarca”, remata otro.

Otro problema es que Trump tiene aliados fuertes en Europa como la italiana Giorgia Meloni, pero en La Moncloa están convencidos de que, llegados a un conflicto, la italiana no querrá quedarse sola en el Consejo Europeo defendiendo los intereses de EE UU cuando empiece a tomar decisiones que perjudiquen a Europa y por tanto a Italia. “La opinión pública italiana no se lo va a permitir. Italia no es Hungría, donde Orban puede hacer casi lo que quiera”, aclara otro miembro del Gobierno.

Sánchez y los suyos son conscientes de que vienen tiempos difíciles, con una ola de desregulación muy fuerte y muchos sectores económicos alineados detrás de Trump. Pero confían en que eso también sirva para unir a la UE en la defensa de su modelo, aliarse con sectores importantes en Latinoamérica y, de paso reivindicarse en España como modelo de éxito. “Estamos creciendo y creamos empleo con políticas de redistribución. La mejor manera de ganar a la ultraderecha es gobernando con políticas progresistas y demostrando a los ciudadanos que son mejores para ellos que las otras. Y en España lo estamos haciendo”, señala un miembro del Ejecutivo. Este lunes, en esa línea, Sánchez desgranará un paquete de medidas sobre vivienda claramente intervencionistas, en línea contraria a lo que están planteando Trump, Musk y Milei. El campo de batalla está muy claro. Ahora hay que ver cómo evoluciona en los próximos meses.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_