Francesc Antich y el acertado riesgo de lograr grandes coaliciones de progreso

El expresidente de Baleares Francesc Antich Oliver (1958) falleció el pasado día 2 de enero en Palma, a los 66 años. Padecía un cáncer de colon que se le detectó en 2022. Líder del PSIB-PSOE en el archipiélago, encabezó el gobierno de la comunidad autonomía en dos legislaturas alternas, de 1999 a 2003 y de 2007 a 2011. Logró pactos singulares con partidos diversos y formalizó acuerdos pioneros para políticas de pretensiones sociales, feministas, culturales y medioambientales. De ruptura o revuelta, excepcionales, las calificó luego, él en la distancia de un cuarto de siglo.

Desde el presente su figura se observa como la de quien gestó, mantuvo y reeditó ejecutivos con alianzas multipartitas de hasta ocho formaciones. Antes, en Ibiza, en 1996, un Pacto Progresista derrotó a la pétrea mayoría conservadora afín a Abel Matutes. Esta fórmula de acuerdos multicolor se extendió luego por España.

Antich arriesgó con un marco de coalición de progreso, de izquierdas, con apertura a los nacionalistas e insularistas. La unión de minorías aislaba al PP, el partido más votado históricamente. Ocho siglas se agruparon en 2007: PSIB-PSOE, Bloc (PSM de Mallorca-Izquierda Unida-Els Verds); Eivissa pel Canvi; Gent de Formentera, PSM de Menorca y la clave, Unió Mallorquina, UM. Este grupo de centro mallorquín, aliado de la izquierda y socio del PP durante años, estalló por sus escándalos de corrupción y la que fue su líder, Maria Antònia Munar, pasó casi siete años en la cárcel.

Los gobiernos de progreso de Antich implantaron la pionera ecotasa para visitantes, el impuesto del turismo sostenible, extendido ya en múltiples destinos. Con los fondos obtenidos se compraron espacios litorales vírgenes. “Es el símbolo del cambio”, apostillaba Antich.

Era una persona con temple e inquieto, pero no se levantaba de la mesa. “Eres peor que Franco”, le espetó a la cara uno de los cuatro grandes empresarios del sector turístico español, ya fallecido, que lo plantó al intentar negociar la ecotasa. Los hoteleros hicieron campaña directa contra Antich y a favor del PP de Jaume Matas, candidato balear en 2003, a quien Aznar situó antes de ministro de Medio Ambiente.

Matas ganó, quitó la ecotasa y al cabo de cuatro años, en 2007, la izquierda con Antich retornó al poder, con la ecotasa avalada por los tribunales y el Constitucional. Por su gestión autonómica Jaume Matas, dos veces presidente balear y rival de Antich, fue condenado a más de tres años de prisión a raíz del caso Palma Arena.

Francesc Antich afirmaba ser una “persona corriente”, con las “manos limpias” al frente de una “fuerza tranquila”, para intentar alcanzar “la utopía”. En sus discursos manejaba más el “nosotros” que el “yo”.

Nació en Caracas de familia emigrante durante el franquismo. Su madre era modista y su padre, albañil y portero de fútbol en Venezuela. El presidente fue, también, un correoso y duro central del equipo de su pueblo. Defender, resistir, cortar los avances y lanzar los ataques era el estilo como jugador. Exniño de corazón blanco del Madrid, republicano y sensible con las víctimas del franquismo y la Memoria Histórica, parte de su familia había sido masacrada por los golpistas de Franco en Mallorca. Entre ellos, un tío, tiroteado en las piernas y quemado vivo.

Su biografía es la de un clásico animal político de la izquierda abierta, de raíz popular, origen payés y formación universitaria. Comenzó en la alcaldía de Algaida (1991), pero antes había trabajado de camarero para pagarse la carrera de Derecho y ganar luego una plaza en el Ayuntamiento de Palma, donde se jubiló. Había estudiado con los franciscanos de la Porciúncula, en la playa de Palma. Allí, los becarios humildes servían la comida al resto de compañeros del colegio.

Autonomista cultural y socialmente comprometido, se hizo el PSIB-PSOE, partido del que fue secretario general, candidato electo en primarias, consejero de Mallorca, diputado a Cortes, diputado y presidente del Gobierno balear. Elegido senador autonómico, no votó a favor de la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Estuvo en la gestora federal socialista de 2016 tras la crisis generada por la dimisión de Pedro Sánchez. Efímeramente actuó de comisionado del Gobierno balear en Madrid y dos años, de presidente de la Autoridad Portuaria.

Francina Armengol, actual presidenta del Congreso de los Diputados y ocho años presidenta de Baleares (2015-2023), se ha mostrado desolada por la pérdida de quien fue su maestro y guía, su ejemplo político y de vida. Armengol asumió el liderazgo cuando Antich dio un paso al lado. También Pedro Sánchez y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero han homenajeado a su compañero desaparecido por su talante y capacidad de pactar políticas progresistas.

Hasta días antes de perecer escribía gloses (breves poemas-canción improvisados y rimados) en las redes y opinaba sobre temas de actualidad. El pasado verano acudió a la apertura del Atlàntida Film Fest en Palma y se colocó, discretamente, en la fila 20, en una esquina, solo, con su mujer, Conxa Garcia, inmigrante de Murcia, catalanohablante y militante socialista, con la que tuvo dos hijos, Tomeu y Pep.

El Gobierno de Marga Prohens, del PP, ha hecho una declaración oficial de homenaje y respeto a la figura del difunto expresidente, y abrió la tarde de este viernes la capilla ardiente en la sede gubernamental. Se ha decretado luto oficial en las islas. Este sábado Francesc Antich será despedido y enterrado en el cementerio de Algaida.