Universidad privada en Castilla-La Mancha: ni está ni se la espera

Las universidades privadas viven una eclosión. Este tipo de centros se reproducen por toda España a una velocidad sorprendente. En comunidades autónomas como Madrid duplican a la oferta pública ―seis universidades públicas frente a 13 privadas― y otras, como Extremadura o el Principado de Asturias ―hasta ahora sin universidades privadas―, ultiman su puesta en marcha. Castilla-La Mancha se convertirá, por lo tanto, en el único territorio de España donde un futuro universitario solo podrá estudiar en un centro público: bien en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), con campus en Albacete, Toledo, Ciudad Real y Cuenca, o en la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), con campus en Guadalajara.

Por la región sí que han mostrado interés iniciativas privadas, pero sin éxito, como reconoce el director general de Universidades de la Junta de Castilla-La Mancha, José Antonio Castro, que no ha querido detallar cuántas ni cuáles. “Hoy por hoy no vamos a autorizar ninguna universidad privada”, sostiene. Se muestra tajante, a la que vez que matiza: “El Gobierno castellanomanchego no está en contra de las universidades privadas, solo que no queremos que se instale cualquiera”. Como requisitos fundamentales, Castro enumera varios: inversión suficiente en I+D+i ―una crítica habitual a los centros privados es una inversión en investigación menor que los centros públicos― y que tenga formación presencial en Castilla-La Mancha. “No queremos ni centros online ni expendedores de títulos”, añade el director general.

Para ello, desde hace meses el Ejecutivo del socialista Emiliano García-Page elabora en una ley de universidades, que se espera esté concluida para el curso 2025-2026: “Estamos trabajando en la ley de universidades y esperamos tenerla aprobada a finales de 2025″. La norma busca dar a la Educación Superior Universitaria un papel fundamental “para cohesionar la región”, explica Castro, quien recuerda que, para el año 2025, se destinará un 3,3% más de presupuesto en materia de universidades, lo que se traduce en 246 millones de euros.

Preguntado por el tipo de iniciativas que han mostrado su interés en implantarse en Castilla-La Mancha, el máximo responsable de la política universitaria no ha dado nombres, pero sí ha dejado algunas pistas que permiten hacerse una idea de cuáles son: “Ninguna es una iniciativa con capital 100% castellanomanchego y todas ellas serían delegaciones de otra universidad privada ya existente”. Sería algo similar a lo que ha hecho la Universidad Nebrija, que desembarcará en 2025 en Avilés (Asturias).

¿Hay mercado?

La instalación de una universidad privada en un territorio tiene mucho que ver además con la demanda de educación superior que pueda haber. Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas donde los estudiantes universitarios más hacen las maletas para irse a otro territorio. Según un informe de la Fundación CyD, el 77,3% de los estudiantes castellanomanchegos escogían una universidad de su comunidad autónoma ―en este caso la UCLM o la UAH―, frente al 95% de los estudiantes de Baleares que estudian en una universidad del archipiélago o un 91% de los gallegos.

A donde más acuden los estudiantes de Castilla-La Mancha es a Madrid, seguida de la Comunidad Valenciana por la cercanía de las provincias de Albacete y Cuenca, limítrofes con Alicante y Valencia. Andalucía o Murcia, también con frontera con Castilla-La Mancha, acogen a estudiantes de esta región.

En sentido contrario, es decir, estudiantes procedentes de otras comunidades que deciden estudiar una carrera en la UCLM, solo el 18,5% procedía de fuera, siendo la mayoría de Andalucía y Madrid. Son 1.074 y 795, respectivamente, de los 23.625 estudiantes matriculados en el curso 2023-2024 según el Portal de Transparencia de la universidad castellanomanchega. El dato del curso 2024-2025 no figura.

Con estas cifras encima de la mesa, se plantea la pregunta de si hay demanda para una universidad privada. El director general de Universidades del Gobierno autonómico cree que sí. De hecho, asegura que “este año es el año en el que más estudiantes de otras regiones han venido a estudiar a Castilla-La Mancha, el 22% del total de matriculados, seis puntos más que el curso anterior, sobre todo a Toledo”, una cifra que se espera que aumente en los próximos años.

El problema de la vivienda

Toledo es la provincia por la que más se han interesado las iniciativas privadas que quieren instalar una universidad en Castilla-La Mancha. “Está cerca de Madrid, bien conectada por tren, autobús y carretera”, asegura el director general de Universidades. Pero, preguntado por el tema de vivienda y su impacto si en un futuro no muy lejano se implantase este tipo de institución, reconoce que puede ser un problema para un mercado ya de por sí tensionado. En Toledo, el precio medio del metro cuadrado situó en 9,2 euros en noviembre de este año, según Idealista, frente a los 7,2 euros de hace cuatro años.

Ante este escenario, se quieren evitar situaciones como la ocurrida en Segovia, ciudad donde los precios del alquiler se han disparado, un incremento fomentado tanto por la instalación de una universidad privada como por el alquiler turístico, algo que podría darse también en Toledo. Por ello, la Junta de Castilla-La Mancha pedirá que dentro del proyecto universitario se incluya el alojamiento para los estudiantes. “Si alguna universidad privada se quiere implantar, debe aportar una solución al tema de la vivienda”, advierte este cargo autonómico.