Intervenidas cuatro toneladas de cocaína en un pesquero panameño sin licencia para faenar
La Policía detiene a 15 de los tripulantes a 500 millas de las islas Canarias y localiza en el barco, con rumbo a las Rías Baixas, cien fardos de droga
Un barco pesquero de bandera panameña y sin licencia para pescar es el protagonista de la última gran operación contra el narcotráfico, en la que se han intervenido cuatro toneladas de cocaína a 500 millas —unos 926 kilómetros— al oeste de las islas Canarias. El Gloria Figueroa tenía las redes vacías, amontonadas en unos contenedores, y secas. Su carga era bien distinta a la esperada de un pesquero: 4.000 kilos de cocaína, empaquetada en fardos grises, bien apilados y con su correspondiente cuerda amarilla para facilitar el transporte. En este escenario, la Policía Nacional intervino este martes este cargamento de droga y ha detenido a los 15 tripulantes de la embarcación que la portaba. Sentados en el suelo, al lado de una furgoneta policial, con las bridas puestas en las manos a modo de esposas y sus mochilas, los arrestados han aguardado a que los agentes les llevaran a dependencias policiales, lo que ha ocurrido nada más llegar a puerto, según las imágenes que ha difundido este viernes el cuerpo policial.
La droga tendría en el mercado un valor de 80 millones de euros que, mezclada, podría llegar a superar 300 millones, ha explicado este viernes el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, durante una rueda de prensa en el Arsenal Naval de Las Palmas de Gran Canaria. Los investigadores han detallado que el asalto y la neutralización de los tripulantes se produjo de madrugada, con el mar en muy malas condiciones, y que creen que el cargamento se iba a desembarcar en Galicia.
El Gloria Figueroa navegaba hacia unas coordenadas establecidas en el Atlántico, en alta mar. Emilio Rodríguez Ramos, jefe del Grupo de Respuesta al Crimen Organizado (GRECO) en Galicia, asegura que la investigación determina de forma “muy clara y contundentemente” que el barco iba a ser descargado en las próximas horas o en los próximos días en las costas gallegas, a unas millas de las Rías Baixas. La operación sigue abierta, por lo que no ha podido precisar más, y ahora se centran en dar con la organización que esperaba en tierra.
El inspector jefe ha explicado que, en la actualidad, el narco gallego se dedica en mayor medida al transporte. “Ponen sus logísticas, sus barcos, sus medios, sus camiones, sus todoterrenos a disposición de las grandes organizaciones”. Entre ellas ha citado las de origen albanés, que actúan en toda Europa, sudamericanas o de otros países del este de Europa. “Son las que realmente controlan y dirigen esas operaciones”, ha explicado a los medios. “En el 90% de las ocasiones, el narco gallego es un narco transportista, son grupos de logística. Dentro de las organizaciones famosas que hablamos en Galicia, podemos definir en 4 o 5 las organizaciones con capacidad absoluta como para realizar una importación de cocaína directamente”, ha añadido.
En los casos de incautaciones en barcos, además de los marineros, existe un capitán que controla la situación y un notario de la organización que ha pedido la droga. Ese responsable se encarga de hacer un seguimiento, el control del viaje y de esa cocaína. De momento, según los investigadores, no han determinado quién de los tripulantes desempeñaba ese papel, porque en general se suele mantener un gran hermetismo por miedo a que se haga daño a sus familiares en Sudamérica. El análisis de la documentación intervenida les puede llevar a ponerle nombre.
La operación, denominada Inferno, ha contado con la colaboración de la agencia antidroga norteamericana (DEA, siglas inglesas de Administración de Control de Drogas). Según la policía, la DEA les alertó de que una organización criminal podría llevar a cabo el trasvase de una gran cantidad de cocaína entre dos buques en alta mar. La embarcación pesquera ya tenía antecedentes por sanciones que las autoridades de Panamá le habían puesto por cometer infracciones graves. De hecho, le habían revocado la licencia para pescar. Los agentes de la Policía Nacional también tenían sospechas de sus movimientos y habían seguido sus actividades en el puerto de Vigo.
Con todos los datos que tenían, los policías pusieron en marcha un operativo, que ha dirigido la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional, y en el que ha prestado apoyo la Armada Española. Las Fuerzas Armadas ayudaron a localizar el pesquero, al que ubicaron en aguas de las islas Canarias. En la intervención también colaboraron agentes del GEO, la unidad de élite de la Policía Nacional que realiza los operativos más arriesgados como asaltos antiterroristas o liberación de rehenes, para realizar el abordaje de la embarcación sospechosa y arrestar a la tripulación.
Refinamiento de estrategias
Los investigadores creen que el Gloria Figueroa fue cargado en una zona sudamericana, probablemente el norte de Brasil, aunque no consideran que sea un dato determinante porque las organizaciones están refinando sus estrategias y, a día de hoy, los barcos ya no solo pueden salir cargados de un puerto, sino que simulan que realizan una actividad legal en la zona que trabajan, y posteriormente, el barco de la propia organización criminal envían sus cargamentos hasta ese lugar.
Las zonas productoras, Perú, Colombia y Bolivia, están concentradas en lo que históricamente es la zona de cultivo, con más hectáreas de coca plantadas y plantaciones más antiguas y más productivas, mientras que las circunstancias políticas y económicas en cada país determinan desde dónde salen esa cocaína. “Estamos hablando de países como Brasil, Ecuador, República Dominicana, Costa Rica o cualquiera del entorno”, ha detallado el responsable del GRECO en Galicia.
A todo esto contribuye que las relaciones comerciales con Europa han aumentado de forma muy intensa. “Estamos hablando de que Ecuador fleta a la semana 5.000 contenedores de banano. Eso es de imposible control, tanto en origen como en destino. Fletar contenedores en esas cantidades, posibilita o facilita, que en muchas de las ocasiones sea preñado por las organizaciones que directamente pueden controlar el puerto”, ha detallado.
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