Sánchez defiende la actuación “contundente” de Sumar en el ‘caso Errejón’

Pedro Sánchez se acerca a los periodistas en el avión que lo lleva a la India en viaje oficial con la cara de circunstancias después de una semana muy difícil para el Gobierno, en la que el escándalo de la dimisión de Íñigo Errejón por acusaciones de violencia machista ha supuesto un golpe muy duro para la coalición. Sánchez defiende en todo momento a Yolanda Díaz y a Sumar, aunque admite el golpe que supone para ellos. “Es un momento muy desagradable, pero hemos actuado. Este caso es muy doloroso para un Gobierno feminista, pero la clave es cómo se actúa. En cuanto se ha conocido la situación, Yolanda ha actuado con rapidez y contundencia”, defendió. El presidente admite que se enteró por la prensa de la dimisión de Errejón, no le avisó Díaz, pero respalda de forma clara la actuación de la vicepresidenta segunda.

Cuando los periodistas le plantean el escenario de una evidente debilidad del Gobierno y especialmente de Sumar, su socio de coalición, Sánchez, en un tono distinto al de otras ocasiones, acusando el golpe de una semana infernal, insiste en que la legislatura va a ser muy larga y, por tanto, no se pueden sacar conclusiones ahora, en el punto alto del escándalo. “Quedan dos años y medio de legislatura. Ya veremos cómo llegan los partidos a 2027″, asegura.

Sánchez evita criticar a Díaz, incluso cuando le preguntan si no fue un error nombrar a Errejón como portavoz, pero deja la puerta abierta a una recomposición de la izquierda. “A diferencia de la derecha, que ahora se ha roto en dos, y ya veremos si en tres, a la izquierda del PSOE siempre hubo este espacio. Primero fue IU, después Podemos, ahora Sumar y ya veremos en 2027 cómo se articula”, ha señalado, dejando una puerta abierta a una reorganización del espacio que algunos sectores ya están intentando.

A la conmoción por el caso Errejón se han sumado este domingo los ataques de la oposición por una fotografía del presidente en la que posa con Víctor de Aldama, el líder de la supuesta trama corrupta, tras un mitin en Madrid en 2019. La imagen, publicada por El Mundo, está tomada por Koldo García, el ex asesor de José Luis Ábalos. Para abordar el asunto, Sánchez ha roto el hielo con una broma: “¿Cómo estáis? ¡No os hagáis una foto conmigo!”. Enseguida, en una conversación informal, ha minimizado la importancia de esa imagen, que para la oposición es gravísima.

El presidente recuerda que los políticos se hacen decenas de fotos a diario con todo el que se les acerca y se la pide y eso no implica ningún nivel de cercanía. “Yo me hago mil fotos. Uno no elige con quién se hace una foto, pero sí elige con quién se va de vacaciones. Yo no me he reunido nunca con este señor, ni formal ni informalmente, jamás he hablado con él, nunca hemos cruzado una palabra, nunca nos hemos sentado”, ha señalado el presidente, con la intención de recordar que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tiene fotos con el narcotraficante Marcial Dorado en vacaciones que ambos hicieron juntos.

Sánchez insiste en varias ocasiones en que él nunca tuvo ninguna relación con Aldama, y asegura además que el rescate de Air Europa, que para la oposición está bajo sospecha por el interés que tenía la trama en facilitarlo, se hizo de manera impecable y ha sufrido todo tipo de controles, también judiciales, porque Ryanair denunció todos los rescates de las aerolíneas europeas, y el Tribunal de Justicia de la UE dijo que los únicos impecables eran los de Alitalia y Air Europa. “El rescate son préstamos con condiciones que se van a devolver. Si no lo hubiéramos hecho, habríamos sido el único país que no rescataba a sus aerolíneas tras la pandemia. El Gobierno hizo las cosas de manera impoluta”, ha insistido el presidente.

El jefe del Gobierno también defiende su actuación en el caso Delcy Rodríguez, esto es, el viaje de la ex vicepresidenta de Venezuela y persona clave del Gobierno de Nicolás Maduro a Madrid en enero de 2020. La investigación ha encontrado un wasap de Sánchez a José Luis Ábalos en el que de manera indirecta parece autorizar que ella venga para una visita de cuatro días, que finalmente se convirtió solo en una escala técnica de unas horas. El presidente asegura que en ese momento no sabía que ella tenía sanciones que le impedían entrar en la UE, y que en cuanto lo supo lo frenó. “En el momento que lo sabemos, lo paramos. Cuando yo me entero de que esta mujer no puede pisar suelo español es cuando le digo al ministro que no podemos aceptarlo, que hay que cancelarlo”.

El presidente reivindica que lo importante no es que pueda haber un caso de corrupción, sino cómo se reacciona ante él. “O se ampara o se actúa”, ha señalado en varias ocasiones, para tratar de diferenciar su respuesta frente a la del PP. “Esto es un cambio político importante, antes no se actuaba. El PP, que tiene 30 causas abiertas, salió por la corrupción. Nosotros hemos dejado claro que no hay impunidad, mientras el PP está en una defensa suicida de Isabel Díaz Ayuso. Ya echaron a Casado cuando denunció la corrupción. Nosotros, de hecho, hemos actuado incluso poniendo en riego la mayoría parlamentaria”, ha explicado, recordando así que el voto de Ábalos, que se ha ido el Grupo Mixto, es decisivo para la mayoría y aun así han actuado con dureza contra él. “Hemos hecho lo que podíamos hacer”, ha señalado. Y si hubiera informaciones que implicaran a otras personas, Sánchez también ha insistido en que será implacable. “Con las acciones que hemos tomado, hemos dejado claro que no habrá espacios de impunidad. Si hubiera más derivadas, se actuaría”, ha defendido. El líder del PSOE deja así la puerta abierta a más consecuencias políticas si la investigación implica a más gente, pero insiste en que él es completamente ajeno a toda la trama.

El presidente es consciente de la situación delicada que vive el Gobierno después de un otoño desastroso, en el que han unido el caso Ábalos y el caso Errejón, muy diferentes entre sí, pero con un gran desgaste político. Aunque insiste en que están actuando, tanto en el PSOE como en Sumar, de forma contundente y rápida para atajar los problemas y sobre todo se reafirma en que la legislatura será larga y, por tanto, no conviene hacer análisis precipitados de las consecuencias políticas de todo lo que está pasando.

Sobre su continuidad en La Moncloa, el líder del PSOE ha explicado que la política española vive un momento de “definición”, en el que “todos los operadores políticos”, incluido Junts o Podemos, tienen que decidir si quieren apoyar los Presupuestos y abrir la legislatura o tumbarlos y complicarla. En ninguno de los dos casos contempla un escenario de adelanto electoral. El presidente es el único que puede tomar esa decisión si no hay una moción de censura que parece inviable. Ahora, ha explicado, lo que hay de forma discreta es mucha negociación para rematar esas Cuentas y con ellas dar un mensaje de estabilidad. Sánchez confía en que habrá Presupuestos y en que Podemos preferirá unas cuentas progresistas a una prórroga, pero todo está abierto, también con Junts y el resto de socios. De estas decisiones depende cómo sale el Gobierno del que tal vez sea su peor momento político. Pero Sánchez insiste: pase lo que pase, no hay ningún escenario electoral a la vista.