Mallorca plantea limitar la entrada de coches y poner un tope a los de alquiler para frenar la saturación

El Consell de Mallorca plantea limitar la entrada de vehículos a la isla, poner un tope al número de coches de alquiler que recorren la red viaria e introducir una tasa que grave a los automóviles que no tributan en ninguna de las islas para desincentivar su llegada. El equipo de Gobierno de la institución insular, de PP y Vox, ha recogido las principales recomendaciones y conclusiones del estudio de la capacidad de carga de la red viaria encargado hace unos meses con el objetivo de tomar medidas contra la saturación de las carreteras, sobre todo durante el verano. El Consell elevará una propuesta al Parlamento regional para poder impulsar una proposición de ley que permita a la institución insular establecer un techo máximo de vehículos y limitar el número de coches que llegan a las carreteras de la isla a través de los puertos.

Según los datos del estudio elaborado por la consultora de movilidad y transporte Cinesi, en la isla sobran entre 93.599 y 122.397 vehículos. Eso significa que el techo máximo de automóviles debería estar entre 834.263 y 863.061, lo que implicaría volver a las cifras de 2017 y 2018 para evitar la saturación viaria. El estudio señala que durante el año pasado entraron por los puertos de la isla 379.000 vehículos, una cifra equiparable al 40% del parque total de coches de los residentes de Mallorca. En un día del mes de julio del año 2018, los turistas realizaron 1,3 millones de desplazamientos, cuatro de cada diez en un coche de alquiler, lo que implica un incremento del 25% del tráfico en las carreteras de la isla. En la semana punta del mes de agosto del año pasado circularon 966.000 vehículos, una cifra muy alejada de los 834.263 que circularon en el mismo periodo de 2017.

El estudio pone el foco sobre las consecuencias que el turismo y los coches de alquiler han tenido sobre la saturación de la red viaria. Mientras el incremento de la población con respecto a 2017 se sitúa en un 7%, el aumento de tráfico en las carreteras de Mallorca es del 11,5%, lo que evidencia “un mayor uso del coche sin haber incrementado notablemente el número de coches por habitante”. Además, la estancia media del turista ha decrecido a lo largo de los años hasta situarse en los seis días de media en el turista español y los siete en el extranjero. “Hay que considerar que una estancia más corta puede suponer un mayor número de viajes diarios con el objetivo de visitar los mismos lugares en un menor tiempo, lo que también puede llevar a un aumento del coche de alquiler en detrimento del transporte público”.

El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha explicado que el estudio establece tres recomendaciones fundamentales para rebajar la saturación viaria: limitar la entrada de los vehículos que llegan a través de los puertos, establecer un número máximo de vehículos de alquiler en circulación e imponer una tasa destinada a los vehículos que no tributan en ninguna de las islas para favorecer los vehículos de los residentes mallorquines. “Mallorca necesita una regulación de la entrada de vehículos que no pagan el impuesto de circulación, priorizando los vehículos de los mallorquines” ha señalado Galmés.

El equipo de Gobierno elevará estas conclusiones a la comisión insular de movilidad y a la mesa por la sostenibilidad impulsada por el Gobierno autonómico para que sea debatida. Además, pretende pactar, con el mayor consenso posible, una proposición de ley para regular la entrada de vehículos en Mallorca y establecer un máximo de vehículos de alquiler en circulación.

Mallorca no está sola en esto. El próximo martes, el Parlamento de Baleares aprobará una proposición de ley para que el Consell de Ibiza pueda regular la entrada de vehículos a partir del próximo verano. La isla de Formentera fue la primera en aplicar esta limitación en el año 2019, con una normativa que facultó al Gobierno de la isla a establecer un sistema de reserva previa para autorizar la entrada de los coches y a limitar temporalmente los vehículos de motor en espacios con valores naturales, patrimoniales y paisajísticos.

Formentera es una isla de apenas 12.900 residentes que soporta una presión humana que se dispara hasta las 47.000 personas en los meses álgidos de la temporada alta. El parque permanente de vehículos asciende a las 20.700 unidades —10.750 coches de residentes, 8.000 motos y 2.000 automóviles de alquiler— y en los meses de verano se dispara a picos que superan los 50.800 vehículos, un incremento del 145% de coches y motos circulando por una red viaria de apenas 38,5 kilómetros.