Borrell exige en nombre de la UE que “no se ataquen instalaciones nucleares”

Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, dispone de datos para estar más que alarmado ante la posibilidad de que se acaben utilizando armas nucleares en el conflicto creciente en Oriente Próximo, según trasladó este jueves en una rueda de prensa en A Toxa (Pontevedra), antes de la inauguración de un Foro en el que recibirá el premio especial Josep Piqué. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad quiso comparecer para lanzar un mensaje contundente: “La Unión hace la firme petición y exigencia para que no se ataquen instalaciones nucleares”.

El también vicepresidente de la Comisión Europea aterrizó en la noche del miércoles en Galicia procedente de México, donde ha representado a la UE en la toma de posesión de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum. En A Toxa recibirá este jueves el Premio Foro La Toja-Josep Piqué que, en su IV edición, se le ha otorgado por unanimidad “por su extraordinaria trayectoria”. Borrell agradeció “de corazón” el galardón pero no se quiso demorar en enviar un mensaje claro en nombre de la UE. El jefe de la diplomacia europea —que está en las últimas semanas de su mandato, ante la próxima renovación de la Comisión Europea— aludió al pronto primer aniversario del estallido de esta crisis en Oriente Próximo para alertar sobre el peligro del uso de armas nucleares en la zona.

Borrell trasladó en varios momentos ese mensaje con dramatismo, recordó que la UE ya hizo esa advertencia con motivo de la invasión de Rusia en Ucrania y realzó su importancia ahora ante la escalada del conflicto en Oriente Próximo: “[Un hipotético uso de armas nucleares] Sería extremadamente peligroso y de graves consecuencias, con una dimensión incalculable”, dijo. Para el representante europeo, Oriente Próximo se ha convertido “en el talón de Aquiles de la humanidad”.

El político español aprovechó la comparecencia para reiterar la posición de la UE: reclamar un alto el fuego en Líbano y Gaza, el fin de los ataques a civiles, la liberación de los rehenes en manos de Hamás y una ayuda humanitaria masiva. Y añadió ahí el balance conocido hasta ahora de la extensión de la crisis a Líbano: 1.700 muertos en ese país (incluidos 100 niños y 200 mujeres), 400.000 desplazados (un millón, según el Gobierno libanés), 120.000 libaneses y sirios que han cruzado de vuelta la frontera hacia Siria. También detalló que en Israel ha habido 49 muertos y 60.000 desplazados. La UE, señaló Borrell, ha decidido aumentar su ayuda en la zona en otros 30 millones de euros, con los que suman 100 millones entregados en lo que va de año.

El alto representante de la política exterior europea indicó que todos los países de la UE se están coordinando para repatriar de la zona a los 42.000 europeos censados, y constató la evidencia de que la comunidad internacional no tiene instrumentos reales y coercitivos para frenar la crisis. Borrell volvió a condenar la decisión de Israel de declarar persona non grata al secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, al que apoyó, y recogió una frase suya para refrendar con resignación: “Nunca se había visto en el mundo tanta impunidad”.

Después de mantener estos días en México contactos con diversas autoridades mexicanas tras la crisis abierta con España por no invitar al rey Felipe VI a la toma de posesión de la presidenta Sheinbaum, Borrell ha asegurado que hay “absoluta disposición” y “la mejor intención” para “superar este problema” y “evitar polémicas inútiles y trabajar juntos para un futuro común”.

El alto representante alabó en varias ocasiones “el prestigio” de la Fundación Carter, que acaba de reconocer el triunfo del líder opositor en Venezuela, Edmundo González, tras analizar el contenido de las actas electorales que el régimen de Nicolás Maduro no facilita pero la oposición sí ha difundido. Borrell ha insistido en que esos datos ofrecen “una pintura completa” sobre que “Nicolas Maduro no ganó esas elecciones, las ganó el líder opositor refugiado en España”, y ha remachado que la UE no considera a Maduro “un presidente democráticamente elegido”.