Ruido de fondo por la inaudita ‘mascletà' de las fiestas patronales de Valladolid
El Ayuntamiento prepara un espectáculo de pólvora criticado por la falta de tradición, el estruendo y los perjuicios a las personas con autismo
El 8 de septiembre por la noche se cerrarán las Fiestas y Ferias de la Virgen de San Lorenzo, patrona de Valladolid, con una mascletà. El polvorín resonará en una ciudad tan acostumbrada a los fuegos artificiales cada noche de la semana festiva como poco hecha a este tipo de espectáculo, con 150 kilos de explosivos preparados para resonar sobre el cielo pucelano. Esta tradición más propia de Levante se ha incorporado al programa vallisoletano tras adherirse recientemente a los planes de los Ayuntamientos de Madrid y de Burgos, donde tampoco existía esta costumbre. El Gobierno local (PP) defiende la idea como “innovación” mientras la oposición denuncia que “rompe el estilo” de Valladolid y perjudica a colectivos como las personas con autismo. Las asociaciones en apoyo a estas personas están haciendo campañas de prevención, mientras agrupaciones animalistas también cargan contra la mascletà por los efectos sobre la fauna o las mascotas.
La concejala de Turismo, Blanca Jiménez (PP), asegura que aspiran a “innovar, hacer algo distinto, aunque es muy difícil en un producto con una estructura muy consolidada”. “Hemos ido haciendo cosas distintas en cada área y en lo pirotécnico hemos pensado en la mascletà, que es muy apreciada en España, y ya el año pasado hicimos un espectáculo piromusical”, explica. La edil admite la “controversia porque la traca hace más ruido que los fuegos”, pero insiste en el “equilibrio” y coordinación con las entidades defensoras de personas hipersensibles, a quienes agradece junto a sus familias la “generosidad” de asumir 10 días de ruidos excesivos en eventos, conciertos o actos callejeros. “Todos aceptamos que son días especiales y se generaliza la supresión de los límites”, añade, y precisa que el grueso sonoro de la mascletà consiste en “tres o cuatro minutos” de los 10 que durará la pirotecnia. Jiménez responde a las quejas por carecer de vinculación con las festividades castellanas aludiendo a que la ciudad tiene “vocación universal” y pone como ejemplo la popularidad de las 17 casetas regionales, donde “la gente aprecia la diversidad también en la gastronomía y la convivencia del folclore y música”. La mascletà se celebrará en el paraje del Caño Hondo, un área poco céntrica, pero despejada, utilizada desde hace años para que los fuegos artificiales se puedan ver desde lejos.
La reivindicación consistorial contrasta con las críticas del edil socialista Pedro Herrero sobre “un tema importado, copiado de Madrid”. Herrero cree que la presencia como senador del también alcalde, Jesús Julio Carnero, provoca que “se le pegue el estilo de allí”. Herrero tilda la iniciativa de “idea controvertida, una innovación que puede suponer un problema para las personas con autismo”. El representante del PSOE duda de los intentos por atenuar los efectos sobre este sector social, sensible a los ruidos intensos: “Difícil lo tienen, ¿qué van a hacer para que una mascletà no afecte a estos chavales?”. Jonathan Racionero, por Valladolid Toma La Palabra, considera que “no se han valorado las consecuencias que van a padecer las personas con hipersensibilidad acústica y con trastornos del espectro autista, así como a niños, niñas y pacientes con enfermedades crónicas, particularmente aquellas relacionadas con el corazón”. Tampoco han contemplado, añade, a los animales: “¿Han considerado realmente el ruido que pueden generar 150 kilogramos de explosivos y hasta dónde puede sentirse, independientemente de la ubicación elegida?”.
La directora de Autismo Valladolid, Laura Palmero, admite que les extrañó cuando descubrieron que las fiestas patronales incluirían este evento, algo que supieron gracias a que varios usuarios les avisaron, pues aunque lo pone el programa, ellas no se lo habían leído entero: “En general, ha sorprendido, es algo que no es nuestro, nosotros miramos por las personas con autismo y que en la medida de lo posible eviten estos actos o se adapten con cascos para cancelación de ruidos”. Palmero destaca que el consistorio lleva años trabajando fluidamente con la asociación y que están buscando alternativas para reducir el impacto sobre las personas con autismo. De momento, están avisando mediante las redes sociales o sus contactos de que los potenciales agraviados eviten ese “especial ruido”, algo que sufren en momentos especiales del año como festejos de estas características o en Navidad. Para ello agradecen el compromiso municipal o de los feriantes, mantenido durante varios años, para celebrar días con menos ruidos en el Real de la Feria y que los jóvenes y mayores con autismo puedan acudir sin tanta molestia.
La integrante de esta plataforma social recuerda que a muchas de estas personas les gustan igualmente las luces de los fuegos artificiales y para ello recomiendan “cascos de cancelación de ruidos” o que acudan a lugares con buena visibilidad, pero lejanos del punto donde se prenderá la pólvora y donde se incrementen los decibelios. El Ayuntamiento ya ha informado de que el día de la mascletà se producirán ruidos especialmente intensos. Palmero señala que a las personas autistas que les puedan pillar de imprevisto estruendos como estos les pueden brotar diversas reacciones: “Desde salir corriendo para evitar el ruido o crisis de ansiedad en casos más graves, se puede exteriorizar de distintas maneras”.
La mascletà llega a Valladolid tras estrenarse a principios de verano en Burgos, tampoco conocida por su tradición pirotécnica. La alcaldesa, Cristina Ayala (PP), sostuvo que “ha funcionado muy bien” pese a las quejas de diversos colectivos burgaleses. Judith Sánchez, participante de la protectora de animales Proanbur, advierte a los vallisoletanos o dueños de mascotas sobre los efectos que pueden desencadenar los explosivos. “Vimos situaciones dramáticas como algún propietario tirándose al suelo para sujetar a sus perros, que querían escapar, y taparles las orejas. Había ancianos que entraron en pánico, mi madre tiene demencia y se puso algo nerviosa. También papás con niños que les costó consolarlos por el ruido y muchas aves despavoridas”, recita Sánchez. La burgalesa destaca que la mascletà tuvo lugar en el paseo del Espolón, una zona verde de la ciudad “donde vamos a pasear o a sentarnos en un banco a escuchar a los pajarillos o ver a los patos, no sabemos si repetirán el año que viene, pero nos moveremos más”.
El socio de la asociación ornitológica SEO Birdlife en Valladolid Jesús Colás lamenta que el paraje elegido, cerca de un cerro y un espacio ajardinado, “tiene mucha población de rapaces nocturnas como búhos chicos”: “Durante los fuegos artificiales hemos visto casos de alguno estampado contra edificios porque huyen”. Colás detalla la posible afección sobre varios animales y reflexiona sobre la pertinencia de la mascletà: “También abundan los autillos o los mochuelos, salen despavoridos, además son especies con un oído exquisito. Como castellano me parece una chorrada, igual en Valencia tiene su aquel”.
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