Valladolid dedica una plaza al exalcalde Javier León de la Riva, inhabilitado al desobedecer una sentencia por irregularidades urbanísticas
El que fuera regidor durante 20 años fue de polémica en polémica por sus comentarios machistas como llamar a Chacón “señorita Pepis” o hablar de los “morritos” de Pajín
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero (PP), ha anunciado que el Ayuntamiento dedicará una plaza al exregidor Javier León de la Riva, de su mismo partido y primer edil entre 1995 y 2015. Carnero ha destacado las políticas “transformadoras” de León de la Riva durante cuatro mandatos y ha restado importancia a las circunstancias que propiciaron el adiós de la vida institucional del expolítico: fue condenado por desobediencia a la justicia al negarse a ejecutar una sentencia sobre irregularidades urbanísticas. El también ginecólogo de profesión, que se negaba a casar a homosexuales, protagonizó numerosas polémicas por declaraciones machistas o misóginas, incluidas referencias despectivas a exministras como Carme Chacón ―a la que llamó ”la señorita Pepis vestida de soldado”― o Leire Pajín ―”cada vez que veo la cara y los morritos de Leire Pajín pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí―.
Carnero ha justificado el reconocimiento en las acciones “transformadoras” de León de la Riva, especialmente las ferias y fiestas de la Virgen de San Lorenzo, que se celebran estos días tras adelantarlas el ahora homenajeado. “Ya es hora de que la capital del Pisuerga sepa reconocer a uno de los mejores alcaldes, que durante 20 años dio lo mejor de sí mismo en aras de que todos los vallisoletanos tuvieran unos mejores niveles de convivencia y prosperidad”, ha defendido Carnero, comparándolo con el exalcalde socialista Tomás Rodríguez Bolaños, que también tiene una plaza en su honor.
El actual dirigente local ha restado importancia a los problemas judiciales que apartaron a León De la Riva del escenario político: una sentencia judicial lo condenó a inhabilitación para ejercer funciones públicas en 2015. El fallo se conoció justo después de las elecciones, que ganó, pero una alianza de izquierdas impulsó a Óscar Puente, candidato del PSOE.
El delito de desobediencia le granjeó una multa y 13 meses de inhabilitación porque durante casi cinco años demoró la aplicación de otra resolución judicial respecto a un edificio del centro de Valladolid, donde reside y donde se cometieron diversas irregularidades urbanísticas. La jueza entendió una “reiterada y evidente pasividad a lo largo del tiempo, sin dar cumplimiento al mandato” bajo un cierto “propósito de incumplir” los mandatos judiciales, percibiendo “de manera implícita por el reiterado actuar del acusado opuesto al acatamiento de una orden”.
La sentencia previa, de 2008, ordenaba derribar unos áticos contrarios a la legislación, uno de ellos a su nombre. Pese a sendas advertencias judiciales, “no cumplió la orden de cese de la utilización de las construcciones afectadas por la sentencia, que resultaban de la mera lectura de la misma” y hasta septiembre de 2010 no ordenó a los propietarios abandonar los inmuebles. Tampoco acató la obligación de “incoar expediente sancionador contra los responsables de la infracción urbanística hasta el 29 de mayo de 2012, sin que en ninguno de los tres supuestos concurriera causa legal, administrativa o técnica justificativa del no cumplimiento hasta esa fecha”.
“Desatendió el cumplimiento de las resoluciones judiciales”, zanjó la magistrada. El entonces alcalde se movió “por un evidente interés particular, por su condición de propietario de una vivienda” y porque había “interés profesional” en no aceptar la sentencia “por el innegable y cuantioso coste económico que la ejecución de la sentencia en sus justos términos comportaba para el presupuesto municipal”. El Consistorio acabó pagando 2,2 millones de euros públicos por restaurar la legalidad del edificio.
Polémicas machistas
La vida política de Javier León de la Riva también se vio acompañada de toda clase de polémicas. En su historial quedan desprecios a exministras como la fallecida Chacón, primera mujer al frente de Defensa, a quien catalogó de “señorita Pepis vestida de soldado” o a Leire Pajín, al frente de Sanidad, en 2010: “Es una chica preparadísima, hábil y discreta, que va a repartir condones a diestro y siniestro, y que va a ser la alegría de la huerta. Cada vez que veo la cara y los morritos de Leire Pajín pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí”.
“No creo en paridades, me parecen paridas”, afirmó el exalcalde, quien se negó a casar a parejas homosexuales que pedían hacerlo en el Ayuntamiento. “El rugby no es apropiado para las chicas. Que nadie me tilde de machista. Simplemente estéticamente me cuesta entenderlo, pero lo respeto”, sostuvo, en una ciudad con larga tradición de rugby.
“Hay veces que en un ascensor a mí me da cierto reparo entrar depende con quien me encuentre dentro. Porque hay veces que el fenómeno puede ser al revés. Tú piensas que entras en un ascensor y hay una chica con ganas de buscarte las vueltas, se mete contigo en el ascensor, se arranca el sujetador o la falda y sale gritando de que la has intentado agredir”, mantuvo, en una época donde se iban produciendo lentos avances en materia de igualdad. Cuando llegó al mando en 1995, dejó clara su línea política: “Quiero que Valladolid deje de ser la ciudad de las Pes. Voy a limpiarla de piojos, pulgas y putas”.
La oposición del Ayuntamiento ha criticado la decisión de Carnero, a quien la portavoz de Valladolid Toma La Palabra, Rocío Anguita, ha recordado que a Bolaños se le dio este reconocimiento por consenso entre las formaciones, no así esta vez. La portavoz se ha preguntado si Carnero apoya las “declaraciones machistas y homófobas de las que nunca se retractó” de una persona con “ejemplaridad nula” e “imputado”. El portavoz del PSOE, Pedro Herrero, ha subrayado que “no hay comparación posible” entre De la Riva y Bolaños: “Carnero no puede afirmar que es la ciudad, ni el Ayuntamiento, ni la Corporación, quien hace este reconocimiento al exalcalde, sino que se trata de una decisión particular y partidista”.
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