El juez envía a prisión al presunto asesino del niño apuñalado en Mocejón
El instructor solicita a instituciones penitenciarias que envíe al joven a un centro adecuado a la “situación de discapacidad” del imputado
El joven de 20 años detenido por el crimen de Mateo, el niño de 11 años que murió apuñalado el pasado domingo en Mocejón (Toledo, 5.000 habitantes), ha sido enviado a prisión provisional comunicada y sin fianza por orden del juzgado de instrucción número 3 de Toledo, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La-Mancha. El magistrado instructor imputa al joven Juan P. C. un delito de asesinato y le pide a instituciones penitenciarias que lo traslade a un “centro, unidad, o departamento adecuado” a su “situación de discapacidad”. El juez, asimismo, ha levantado el secreto de la causa, que sigue investigándose.
Antes de la toma de declaración, el juez instructor ha solicitado un informe al médico forense, cuyo resultado ha determinado la necesidad de realizar el interrogatorio al investigado con adaptaciones a su situación de discapacidad, tal y como recoge el artículo 109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim). Esta adecuación ha consistido, según ha explicado el tribunal superior, en nombrar a una facilitadora que ha asistido al investigado durante toda su declaración ante el magistrado, con la intención de ayudarle a entender y ser entendido. Al margen de este informe forense inicial, el juez instructor también ha acordado pedir dictamen forense sobre la imputabilidad del investigado, que debe realizarse durante la instrucción del procedimiento judicial.
Cuando un preso preventivo ingresa en un centro penitenciario se realiza una valoración por parte del equipo técnico en la que se estudia el caso y a continuación se decide la ubicación del nuevo interno en función de sus necesidades específicas, según señalan fuentes de instituciones penitenciarias. Los tribunales son los encargados de acordar el envío de un preso a un centro psiquiátrico penitenciario, tal y como recoge el reglamento penitenciario, que enumera las circunstancias en las que se puede adoptar esta decisión y que dependen de la emisión de los informes forenses.
Los investigadores han seguido un ritmo frenético desde las 10.00 del pasado domingo, cuando se produjo el apuñalamiento mortal del niño, cuando jugaba al fútbol con unos amigos en el polideportivo municipal. Todavía queda por conocer el resultado de los análisis del cuchillo “con restos biológicos humanos” hallado este miércoles en un descampado del municipio, cerca de la casa del padre del arrestado. El arma no tenía restos aparentes de sangre, pero puede ser compatible con las lesiones que presentaba el niño, añaden fuentes de la Guardia Civil. El cuchillo ―de punta afilada y mango marrón, similar a los que se usan para cortar filetes― fue trasladado al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil para ser analizado en busca de restos biológicos tanto del supuesto autor del crimen como de la víctima.
El suceso se produjo a las diez de la mañana del pasado domingo, cuando la víctima jugaba con otros dos menores en la instalación deportiva Ángel Tardío, ubicada en una colina a las afueras del pueblo, junto a una zona de chalés residenciales. En ese momento, un joven con el rostro cubierto accedió a las instalaciones, se dirigió hacia el grupo de menores y atacó al chico. Tras el apuñalamiento, huyó. Desde el primer momento, tanto el portavoz de la familia, Asell Sánchez-Vicente, como los vecinos de esta pequeña localidad indicaban que el autor debía conocer la localidad, ya que accedió a través de un hueco una alambrada del recinto, que estaba cerrado en esos momentos.
Nada más conocerse el ataque se activó la conocida como operación jaula, en la que los agentes mantuvieron bajo vigilancia los accesos del municipio y se controló, también desde el aire, cualquier movimiento sospechoso. El operativo también contó con la ayuda del grupo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil. El secreto de las actuaciones, impuesto por el juzgado de instrucción número 3 de Toledo, ha hecho que las pesquisas de los agentes durante estos días trasciendan con cuentagotas.
La detención del joven ―que reconoció parte de los hechos ante los agentes de la Guardia Civil, según fuentes consultadas― se produjo el lunes a primera hora de la tarde. Entonces comenzaron los registros en la vivienda del padre ―en la que el arrestado pasa temporadas, aunque vive en Madrid con su madre―; y la de su abuela, donde supuestamente acudió el domingo, día del crimen del niño Mateo. Según el relato del progenitor, llamado Fernando, su hijo salió el domingo por la mañana, como hacía todos los días, al campo, donde suele correr y caminar. Después fue a casa de la abuela, como era habitual en él, y la abuela le cambió de ropa. Sobre las 11.00, cuando ya se había producido el crimen de Mateo, padre e hijo fueron juntos a misa y después regresaron a casa de la abuela.
El padre del detenido ha asegurado que su hijo tiene una discapacidad intelectual del 75% y que no toma medicación. Según su testimonio, el joven no tiene habilidades sociales y fue respondiendo afirmativamente a lo que le planteaban los agentes. También añadió que había hablado con él y decía “cosas que no tenían sentido”, como que “veía máscaras”. Fuentes cercanas a la investigación manifiestan que mostró un comportamiento poco coherente y enajenado. Otra fuente añade que habló de sí mismo en tercera persona y que manifestó que se había sentido “como en un videojuego”.
El niño Mateo fue enterrado ayer en su pueblo en un emotivo acto en el que los vecinos arroparon a la familia y conocidos. La familia agradeció el apoyo y cobertura de los medios y el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Diputación de Toledo y la Delegación de Gobierno. Los familiares mostraron su condena por el “cruel ataque” al que ha sido sometido su familiar y portavoz Asell Sánchez por pedir que no se criminalizara a nadie “por la etnia, por la raza, por el color, por su creencia” y que se dejara trabajar a la Guardia Civil para atrapar al agresor. “Ha sido nuestro escudo en estos momentos difíciles que nos ha tocado vivir”. También pidieron tranquilidad a los vecinos y respeto para la familia del detenido por el caso. “No queremos venganza, queremos justicia y que caiga todo el peso de la Ley para la persona que ha asesinado a Mateo”, han pedido.
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