San Sebastián huye de la masificación turística: visitas guiadas con menos de 25 personas

Se acabaron las manifestaciones de turistas por San Sebastián. Fin a los grupos descontrolados de visitantes por las calles de la ciudad. El Ayuntamiento donostiarra impedirá desde este próximo 10 de abril que las visitas guiadas superen las 25 personas con la finalidad de “promover un flujo más ordenado de visitantes por las zonas más concurridas” de la conocida como la bella Easo, según ha explicado este miércoles el responsable municipal del Turismo, Jon Insausti. Es una medida que pretende “favorecer la calidad de vida de la ciudadanía” y fomentar “un turismo de calidad”, añade. Los profesionales que acompañan

San Sebastián contabilizó el año pasado casi un millón de entradas de viajeros (960.282 personas, según el servicio vasco de estadística-Eustat, un 11,3% más que en 2022, que realizaron casi dos millones de pernoctaciones, con una media de dos días de estancia en hoteles y casas rurales. El auge turístico que vive la ciudad se ha traducido en un aumento significativo de visitas guiadas que repercute directamente en la vida cotidiana de los vecinos, principalmente en los espacios más concurridos por los visitantes, como la Parte Vieja y sus alrededores.

Los grupos de turistas acompañados por guías no podrán exceder de 25 personas. “Lo que era una recomendación, pasa ahora a ser una obligación” después de esta próxima Semana Santa, afirma el concejal Insausti. Esta medida ha sido consensuada con los profesionales del sector. Ainhoa Domínguez, presidenta de la Asociación de Guías de Turismo de Euskadi (APIT), califica de “positiva” la decisión adoptada por el Gobierno municipal donostiarra: “Somos conscientes del impacto que el turismo está teniendo en San Sebastián y era necesario limitar los grupos de turistas. Creo que es bueno para todos, vecinos y visitantes. Nosotros vamos a poner toda la carne en el asador para que la convivencia sea positiva”.

Además de restringir el cupo de los grupos de turistas, las visitas guiadas solo podrán realizarse entre las 8.00 y las 23.00. Todas las empresas que realizan estas tareas en la vía pública deberán firmar una “declaración responsable” que les compromete a cumplir con la nueva normativa. Los guías recibirán un documento oficial con un número de registro que deberán portar durante su actividad guiada. Infringir este requisito acarreará una sanción que va desde os 750 euros a los 1.500 euros.

La afluencia de turistas a San Sebastián y su concentración en los “puntos calientes” de la ciudad, afirma la guía Domínguez, está provocando afecciones “en la convivencia y la movilidad” de la ciudad, remarcan fuentes municipales. Por ello, el consistorio y la oficina de Donostia Turismo han decidido “acotar la presencia de grupos y promover una armonía entre turistas y vecinos”, apunta Insausti.

La concentración de corros con turistas circulando por las calles del casco viejo donostiarra ha sido un motivo de queja de los residentes en esta zona. El Ayuntamiento pretende regular una actividad para “hacerla más amigable a la ciudadanía” y, al mismo tiempo, obtener datos concretos de las empresas y profesionales que se dedican a esta tarea en la ciudad. Barcelona ya puso en marcha una iniciativa similar en marzo de 2023, con un máximo de 20 personas por grupo de turistas. Bilbao ya está barajando adoptar lamiosma decisión, probablemente limitando los grupos a 30 personas, asegura Domínguez, aunque esta medida está en fase de estudio. Vitoria, en cambio, no la ha contemplado de momento.

El control sobre los grupos de turistas guiados es un paso más dado por San Sebastián “hacia un turismo más sostenible y agradable”. El pasado verano hizo público un decálogo de buenas prácticas que recomienda a los guías “evitar la ocupación de lugares públicos de paso”, así como las zonas más saturadas de gente en los meses de verano y en horas punta. También se aconseja que los profesionales tengan conocimiento de los dos idiomas oficiales (euskera y castellano) “como mínimo” y se anima a visitar la ciudad “de una manera sostenible y responsable”. Los guías debería “aconsejar establecimientos de restauración que apuesten por la gastronomía local, auténtica y de calidad”, así como “favorecer el consumo en el pequeño comercio”.

En esta línea de “minimizar las incomodidades”, Donostia Turismo incluyó en su ordenanza reguladora del ruido la prohibición de utilizar los megáfonos durante las visitas guiadas, con multas de hasta 750 euros si se incumple esta medida. Fue la primera ciudad vasca que impuso esta restricción en la actividad turística en la vía pública.