Sánchez presenta a Illa como el candidato para lograr la “unidad” de Cataluña y superar el ‘procés’
El cabeza de cartel socialista a la Generalitat insta a “pasar página sin vetos ni exclusiones” con un discurso muy social, mientras el presidente afirma que el proyecto de la derecha para la comunidad “es un estado de excepción permanente”
Salvador Illa ya es el aspirante a lograr la cuarta victoria consecutiva del PSC en las elecciones catalanas del 12 de mayo, tras las de 2021 y los comicios municipales y generales de 2023. Si hay un lugar en España donde los socialistas, escaldados el 28-M con la pérdida de casi todo su poder territorial, derrochan una confianza inusitada, es en Cataluña. Los años del procés causaron una profunda crisis de la que el partido hermano del PSOE se ha sobrepuesto hasta el punto de ponerse como objetivo, reclamando todos los focos sin ningún disimulo: recuperar el Govern que perdió en 2010 en el adelanto electoral del 12 de mayo con un proyecto transversal y un discurso constructivo, sin entrar en la confrontación abierta con el independentismo y centrado en la mejora de los servicios públicos. La convocatoria electoral coincide con la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso, a la espera de su tramitación en el Senado y aprobación definitiva a finales de mayo en la Cámara baja, como punto culminante de la política de “reconciliación” con la que Pedro Sánchez, forzado por las mayorías que dejó el 23-J, pretende “abrir un nuevo tiempo” en Cataluña y dejar atrás de una vez la crisis territorial.
“Cataluña nunca avanzará ni sola, ni dividida. Cataluña avanzará unida. Van a ser todos los catalanes de todas las sensibilidades políticas los que con su voto lleven a Salvador a la Generalitat”, ha reivindicado Sánchez a Illa, que en las últimas autonómicas absorbió gran parte del electorado de Ciudadanos y en las generales atrajo mucho voto independentista, en la clausura del congreso del PSC. Un evento previsto desde hace meses, pero al que las urnas del 12-M han convertido en el primer gran acto de la campaña de las elecciones catalanas. Las llamadas a la concentración del voto en el PSC como garante de la convivencia tras los indultos y ahora con la medida de gracia y con el refuerzo de los servicios públicos resentidos por el procés han sido constantes.
“El socialismo defiende el autogobierno para construir desaladoras y hacer frente a la sequía, para rebajar las listas de espera en sanidad, para no estar a la cola de los informes PISA, sino estar a la vanguardia [en educación]. En definitiva, para construir unos servicios públicos de calidad. El PSC va a jugar un papel fundamental en la etapa que se abre”, ha enumerado Sánchez algunos de los problemas que afectan al día a día de los catalanes. Y en esa etapa los socialistas se ven capaces de romper la política de bloques entre derecha e izquierda y también la división entre el voto independentista y constitucionalista. “El resquemor, el rencor y la revancha van a tener unas cuantas siglas con las que se van a presentar el próximo 12 de mayo, pero el avance y la convivencia de Cataluña solamente van a tener unas siglas, que son las del Partido Socialista y las de Salvador Illa como próximo president”, zanjó Sánchez.
A diferencia del PP, que sigue sin confirmar a Alejandro Fernández como candidato, el orgullo del PSOE por Illa trasciende Ferraz y La Moncloa y se ha generalizado en el universo socialista. “Nosotros tenemos un proyecto claro para Cataluña, un ideal de convivencia y constitucional que solo lo representa el PSC e Illa”, ha reivindicado Sánchez en contraposición a una derecha y ultraderecha con “un proyecto de destrucción, de obstrucción, de polarización”. “¿Qué es lo que propone la ultraderecha? El 155 permanente. ¿Y el PP? La guerra sucia y, ahora, la ilegalización de los partidos independentistas. Es decir, proponen un estado de excepción permanente en Cataluña”. “Al final, lo que demuestran, además de una enorme frustración, es que no aceptan a España tal y como es, plural en lo político, diversa en lo territorial, donde hay distintas lenguas reconocidas en nuestra Constitución y también distintas culturas que son un activo para el conjunto de España”, ha abundado el presidente del Gobierno en el cierre del cónclave, al que han asistido 1.200 delegados y ha sido uno de los más plácidos que se recuerda.
“Nunca lo olvidéis, España quiere a Cataluña. Y eso es lo que defendemos nosotros, los socialistas. Unir a Cataluña con el resto de hermanos y hermanas de todos los territorios de España y también con Europa para hacer frente a los grandes desafíos que tenemos”, ha apostillado Sánchez, en una intervención en la que ha defendido la amnistía pero sin alardes. “Los indultos, la ley de amnistía, son instrumentos, herramientas con un objetivo claro, que es el de la normalización política y el de la convivencia. Y cuando la convivencia gana, gana el crecimiento económico, gana el empleo, ganan los derechos, la estabilidad política, los ciudadanos de a pie, que son a quienes nosotros nos debemos y también por ellos estamos trabajando”, ha justificado la medida de gracia, que el Congreso aprobó el jueves para proseguir su tramitación en el Senado.
Tras recabar el 98% de apoyo de los delegados para su nueva ejecutiva, Illa ha insistido en construir una alternativa y pasar página del procés sustentada en dos ideas: la unión de los catalanes y la defensa de los servicios públicos para que sean su prioridad en el caso de que llegue a gobernar. Recibido al grito de “president, president”, el candidato ha defendido que Cataluña necesita un autogobierno fuerte “que una y que sirva” y comprometida con un España plural y diversa”. “La tarea primera es la de unir a los catalanes”, ha enfatizado Illa, que este sábado ya intentó atraer a votantes tanto autonomistas como federalistas e independentistas asegurando que su meta es devolver la excelencia de los servicios públicos, ahora mismo muy cuestionados por la falta de infraestructuras para paliar la escasez de agua, o el déficit en energías renovables, que sitúan a Cataluña a la cola de España.
Aragonès no ve viable un acuerdo con el PSC
Ante la presencia de dirigentes de otros partidos, entre ellos Josep Rius, portavoz de Junts, y Josep Maria Jové, presidente del grupo parlamentario de ERC, Illa ha reclamado que Cataluña “tiene que volver a las cosas —es decir, priorizar la gestión— y debe avanzar “sin vetos” ni “exclusiones”. “La Cataluña que quiere pasar página está pidiendo paso”, ha incidido justo en un momento en que el president Pere Aragonès ha insistido este domingo en una entrevista en La Vanguardia que no ve viable un acuerdo postelectoral con el PSC. “Vuestra presencia aquí es un mensaje de respeto, tolerancia, compromiso, de juego limpio y de respetar las reglas y la democracia. Yo me comprometo a hacer una campaña positiva y con propuestas”, ha afirmado. En la clausura no ha habido alusiones veladas o explícitas a la última reunión del PSOE con Junts en Suiza ni a las exigencias del partido de Carles Puigdemont sobre un referéndum de independencia.
Los pactos, sobre los que Illa no se pronuncia, serán cruciales por que, aunque el PSC parta como favorito en las encuestas, está muy lejos de acercarse a la mayoría absoluta. La situación en todo caso parece distinta a la de 2021, cuando los partidos independentistas firmaron un acuerdo en el que se comprometían a no pactar con los socialistas. Ese documento quedó después en papel mojado porque alcanzaron acuerdos en los Presupuestos o ahora en el Congreso. Aragonès ha afirmado este domingo que él no firmaría un documento como aquel, lo que da una idea de lo intensa que será la campaña. En ella, el PSC defenderá una posición de centralidad en la que será el adversario a batir por el resto de formaciones. Las pretensiones de Illa para alcanzar la Generalitat es que las críticas a múltiples bandas no le desgasten y que tampoco lo haga la amnistía entre los votantes potenciales procedentes de Ciudadanos y del centroderecha.
Sánchez también se ha referido a la polémica que afecta a Alberto González, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, e investigado por fraude fiscal. “Sabemos qué significa la patria para la derecha, lo hemos visto en Madrid. Su patriotismo acaba en sus bolsillos. No hay nada más antipatriota que defraudar a Hacienda, porque con los impuestos que todos pagamos financiamos los hospitales públicos, la educación de nuestros hijos, la dependencia de nuestros mayores, las pensiones de nuestros mayores… Por eso, desde aquí, le digo a la derecha, alto y claro, que menos lecciones de patriotismo y más cumplir con la patria pagando impuestos. ¡El patriotismo es pagar tus impuestos!”, ha arremetido.
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