Desmantelado un laboratorio de rosin, la nueva droga para vapeadores

La Policía Nacional ha desmantelado en Los Alcázares (Murcia, 18.497 habitantes) un laboratorio de elaboración de drogas especializado en rosin, una nueva sustancia extraída desde la marihuana, de gran pureza y enfocada al uso en vapeadores para su inhalación. En la operación, culminada en febrero pasado, los investigadores detuvieron a 17 personas, la mayor parte en la Región de Murcia, pero también en Alicante y Barcelona, a los que se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Tras su puesta a disposición en el juzgado de instrucción 9 de Murcia, los dos cabecillas ingresaron en prisión. Se trata de la segunda operación contra una instalación de estas características realizada en España en menos de un mes, después de la efectuada en Arona (Santa Cruz de Tenerife, 82.982 habitantes), que se saldó con cinco arrestos.

La operación policial comenzó el pasado mes de octubre, detallan fuentes de la Policía Nacional de Murcia. El objetivo era cercar a una organización criminal integrada por individuos de diferentes nacionalidades que gestionaba seis plantaciones de marihuana a gran escala y, tras procesarla para su consumo, la distribuía sobre todo entre Murcia y Alicante, pero también en Barcelona. Los investigadores sospechan que el negocio se extendía por todo el territorio español por medio de diferentes vías, entre ellas la utilización de vehículos preparados con dobles fondos para esconder los alijos. El hilo seguido por los agentes desembocó en la detección de un laboratorio de drogas dotado con el instrumental necesario para la destilación del rosin, una sustancia que se comercializa en estado líquido (puede ser también sólido) tras extraer de cogollos de marihuana el componente psicoactivo del cannabis (THC) y someterlo a diferentes procesos de variación de temperatura, tiempo y presión, explican las mismas fuentes. Y que gana adeptos con la expansión del vapeo.

Con todos los indicios reunidos, entre los días 20 y 23 del pasado mes de febrero los agentes procedieron al registro de diferentes localizaciones relacionadas con la red criminal, distribuidas entre Los Alcázares, Molina de Segura y Murcia, así como en las localidades alicantinas de Orihuela Costa y Pilar de la Horadada, en las que los narcotraficantes gestionaban sendas sociedades cannábicas. El operativo intervino casi 2.000 plantas de marihuana en diferentes fases de crecimiento, 32 kilos de cogollos, 1,5 kilos de rosin y diversas cantidades de hachís y anfetaminas.

Los investigadores también constataron que la organización, con una estructura jerárquica formada por dos líderes, localizadores de extensiones de terreno para las plantaciones ilegales, cuidadores del producto y transportistas, había adoptado “importantes medidas de seguridad”: en los registros, los efectivos policiales se incautaron de una pistola eléctrica, dos de aire comprimido, balizas de localización por GPS, inhibidores de frecuencia e incluso un chaleco de la Policía Nacional, que suele utilizarse, explican, para los robos entre bandas de delincuentes, conocidos como vuelcos.

La operación finalizó con el arresto de 13 personas en la Región de Murcia, otras dos en la provincia de Alicante y dos más en Barcelona, los conductores de uno de los vehículos propiedad de la trama que habían transportado parte de la mercancía para su distribución y venta. El juzgado de Murcia que instruye el caso, y que acaba de levantar el secreto de sumario que había decretado, envió a prisión a los dos principales integrantes de la organización.

La operación de la policía murciana es la segunda que se lleva a cabo en menos de un mes en España, tras el desmantelamiento de un laboratorio similar en el municipio canario de Arona por parte también de la Policía Nacional. En esta intervención, el líder de la banda era un ciudadano italiano de 29 años que cocinaba la droga en un sótano clandestino y la distribuía posteriormente entre varias asociaciones cannábicas de Arona y de Adeje, otro municipio tinerfeño. Los agentes detuvieron a cinco personas e intervinieron 1,7 kilos de rosin, 167 botes de resina de esta sustancia, 54 kilos de marihuana, 145 plantas y dos kilos de hachís, además de 15.000 euros en efectivo.