Robles denuncia las “grandes masacres de civiles vulneradoras del derecho humanitario” en Gaza
España descarta por ahora sumarse a la flota internacional que EE UU quiere desplegar en el mar Rojo para frenar los ataques de la milicia yemení de los hutíes
Sin citar a Israel, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha denunciado este lunes la “terrible situación” en Gaza, donde se están produciendo “grandes masacres de población civil absolutamente vulneradoras de las normas del derecho internacional humanitario”. El pasado 30 de noviembre, Israel llamó a consultas a su embajadora en España, Rodica Radian-Gordon, después de que el presidente Pedro Sánchez expresara “francas dudas” de que el ejército israelí estuviera respetando el derecho internacional en su ofensiva sobre la Franja.
Robles ha hecho esta denuncia a bordo de la fragata Méndez Núñez (F-104), a ocho millas de las costas de Málaga. La ministra de Defensa se ha desplazado en helicóptero hasta el buque para felicitar a su dotación (229 tripulantes, incluidas 48 mujeres), que el próximo día 22 tiene previsto llegar al puerto de Ferrol (A Coruña) tras cuatro meses integrada en la flota de la OTAN (SNMG-2).
La operación en la que ha participado, Noble Shield (Noble Escudo), diseñada para disuadir a Rusia en el Mediterráneo oriental tras la invasión de Ucrania, se complicó a partir del 7 de octubre, cuando el ataque terrorista de Hamás causó 1.200 víctimas en Israel y el Ejército israelí desencadenó una operación de represalia contra Gaza que suma ya más de 19.000 muertos.
El comandante de la Méndez Núñez, el capitán de fragata David Díaz-Caneja, ha reconocido que el canal que separa la isla de Chipre de la costa siria se ha convertido en una zona de riesgo, dado el escaso tiempo de reacción ante un eventual ataque desde las bases rusas de Tartús y Basil Al-Assad. Durante su misión, la fragata española ha identificado más de 10.00 barcos; entre ellos 11 buques de guerra rusos y 17 mercantes con bandera, origen o destino a dicho país, en lo que constituye un delicada maniobra en la que se guarda una prudente distancia de seguridad para evitar accidentes o malentendidos. La Méndez Núñez ha participado también, durante 14 días, en tareas de escolta del portaaviones estadounidense Gerald Ford, enviado a la zona al frente de un Grupo de Combate para disuadir a Irán de extender a la región la guerra de Gaza.
Hasta ahora, el conflicto israelo-palestino no había tenido incidencia en el tráfico marítimo, pero los ataques de la milicia yemení huti, aliada de Teherán, contra los buques que surcan el mar Rojo supuestamente con destino a Israel han llevado ya a cinco grandes navieras y petroleras a suspender sus rutas por el canal de Suez.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha convocado para este martes una videoconferencia con países aliados para poner en marcha una fuerza internacional de protección frente a los ataques desde Yemen. España, que estará representada en la reunión por el jefe de la cúpula militar, el almirante general Teodoro López Calderón, no tiene previsto participar en esta operación, según fuentes de Defensa. A menos, matizan las mismas fuentes, que la OTAN decidiera intervenir con alguna de sus flotas permanentes en las que participa España o la UE cambiara el objetivo de la misión de la Operación Atalanta, dedicada a la lucha contra la piratería en el Índico, para encargarle este nuevo cometido.
El problema, explican fuentes militares, es que, después de tres años de inactividad, la piratería somalí se ha reactivado en las últimas semanas coincidiendo con el estallido del conflicto de Gaza. Un pesquero iraní fue secuestrado el 22 de noviembre y el carguero búlgaro MV Ruen, con bandera maltesa, el pasado día 14. La fragata española Victoria, integrada en la misión europea, se ha dirigido a la zona donde se encuentra el MV Ruen para monitorizar los movimientos de los secuestradores. Abandonar el Índico para desplazarse al mar Rojo supondría desvestir un santo para vestir a otro, alegan las fuentes consultadas, quienes sospechan que no es casual que, después de tres años de inactividad, lo piratas hayan reiniciado sus ataques coincidiendo con la crisis de Gaza.
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