El presidente del UPN, Javier Esparza, llama “escoria” a los dirigentes del Partido Socialista Navarro
“Es evidente que Chivite y Sánchez son dañinos para Navarra”, ha declarado el líder de la formación a la que han presentado una moción de censura en Pamplona
La moción de censura presentada por el Partido Socialista Navarro (PSN-PSOE) y EH Bildu para desalojar a Unión del Pueblo Navarro (UPN) del Ayuntamiento de Pamplona ha tensado este jueves todavía más el ambiente en el Parlamento de Navarra. El presidente y portavoz parlamentario de UPN, Javier Esparza, ha calificado de “escoria” a los dirigentes del PSN, y el presidente de la Cámara foral, Unai Hualde, le ha retirado el turno de palabra y le ha afeado su actuación. Al igual que el miércoles hizo el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que advirtió a los socialistas de que este paso afectaba a las posibilidades de entendimiento entre los dos partidos, Esparza ha hecho visible la ruptura de relaciones entre el PSN y UPN. Los parlamentarios de esta formación regionalista han abandonado el pleno en bloque en protesta por el acuerdo, por lo que ha caído el orden del día y las preguntas que habían planteado. Es la primera vez que UPN abandona el pleno de la Cámara foral.
La presidenta del Gobierno de Navarra, la socialista María Chivite, ha acusado al líder regionalista de seguir “con la misma tónica hiperbólica, de estridencia y de insulto”. “Lo mismo que desde 2019″, ha dicho, en referencia al año que ella fue elegida presidenta. Chivite ha dicho “entender el enfado de UPN” porque el PSN estuvo en una posición similar cuando UPN les echó del Gobierno en 2012, cuando no llevaban ni un año gobernando juntos. “Pero hay una diferencia muy clara, nosotros no llamamos a la ciudadanía a las calles, no abandonamos las instituciones democráticas y de representación de la ciudadanía y no nos dedicamos a insultar”, ha diferenciado. La presidenta navarra se ha referido así a las manifestaciones convocadas por UPN este domingo 17 al mediodía y el próximo 28 de diciembre, día en el que está previsto que se vote la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona.
La tensión era palpable desde primera hora en el Parlamento de Navarra, donde este jueves se ha celebrado una sesión de control al Gobierno autonómico. En su primera intervención, durante una pregunta sobre autogobierno y las competencias pendientes de transferir a la comunidad, Esparza se ha mostrado especialmente duro: “Escoria es alguien o algo que no merece ninguna valoración positiva, ya que resulta dañino o maléfico. Esto no es ningún insulto. Es evidente que Chivite y Sánchez son dañinos para Navarra. Es evidente que es vil lo que están haciendo. El PSN tiene 11 parlamentarios de los 30 que conforman este Gobierno y pasa a estar en minoría. Geroa Bai y EH Bildu suman 16, a nosotros nos insultan, con nosotros no cuente, aquí se queda”, ha logrado decir, después de ser interrumpido en varias ocasiones por el presidente de la Cámara.
La desbandada de UPN ha venido precedida por una intervención en la que Esparza también ha acusado a Chivite de ser el “problema para Navarra y la convivencia” y de haberse convertido en un “títere” al servicio de Pedro Sánchez, Arnaldo Otegi, Santos Cerdán y Ramón Alzórriz ―secretario de organización y portavoz del PSN―, y “títere de sus intereses personales, no de los intereses de Navarra”. Sobre el traspaso de competencias a la comunidad, Esparza ha atacado a la presidenta navarra asegurando que está negociando esas transferencias con “los terroristas de EH Bildu porque son dirigidos por un terrorista condenado por ser terrorista como el señor Otegi”. “No sé cómo no vomita por las noches, cómo tiene estómago para hacer lo que está haciendo, vender su alma, sus principios, las competencias, el régimen foral, Pamplona y lo que haga falta. ¿Le compensa ser presidenta? Miles de navarros vomitarían todas las noches con lo que están haciendo, hay que tener un estómago especial”, ha dicho.
Pleno del Ayuntamiento suspendido
La tensión también se ha extendido a la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona, donde se ha suspendido el pleno previsto para esta misma tarde. Una decisión que ha generado las críticas del resto de formaciones, entre otras cosas, porque este jueves debía tomar posesión de su acta el nuevo concejal Tomás Rodríguez, que sustituye a la recién nombrada ministra de Seguridad Social, Elma Saiz. Su nombramiento se retrasará hasta el próximo día 28 de diciembre, cuando está previsto que se vote la moción de censura. “No se puede aceptar que por la decisión de un partido político se condicionen cuestiones que pueden constituir derechos fundamentales, como es la participación política”, ha apuntado un comunicado del PSN. Además, el Consistorio de Pamplona ha suspendido una polémica consulta ciudadana para decidir si se construye o no un aparcamiento subterráneo en la calle Sangüesa, muy próxima al centro de la ciudad.
El acuerdo de PSN y EH Bildu para desbancar a UPN de la Alcaldía de Pamplona, apenas seis meses después de lograr la vara de mando, se hizo público el miércoles. El candidato acordado para liderar la alternativa es Joseba Asiron (EH Bildu), que ya ocupó la Alcaldía entre 2015 y 2019. Tras las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo, UPN retuvo la Alcaldía de Pamplona por ser la fuerza más votada y ante la falta de acuerdo del resto del pleno. El pacto entre PSN y EH Bildu incluye medidas para el reconocimiento y la reparación a las víctimas de ETA, los símbolos institucionales de Navarra, el consenso del euskera y otras medidas de convivencia. UPN ha anunciado concentraciones en contra, a las que se sumará el PP.
Tras conocerse el acuerdo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, advirtió a los socialistas de que será imposible tener “relaciones normalizadas” con el PSOE. Feijóo calificó el acuerdo como “el pacto encapuchado entre Sánchez y Otegi” y dejó en el aire si acudirá a la reunión con Sánchez, que el presidente del Gobierno ha solicitado al líder de la oposición.
El PSOE desvinculó el acuerdo con Bildu del respaldo de la izquierda abertzale a la investidura de Pedro Sánchez, de la que no ha transcurrido un mes. Fuentes de Ferraz y de la dirección socialista de la comunidad foral también han negado que se trate de una contraprestación tras la reelección de María Chivite como presidenta de Navarra en agosto gracias a la abstención de Bildu.
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