El líder de Vox, Santiago Abascal, parece haberse contagiado del estilo bronco y faltón del nuevo presidente de Argentina. Invitado personal de Javier Milei a su toma de posesión, Abascal ha sido objeto de gran atención por parte de los medios de comunicación argentinos, que ven en el español a uno de los primeros líderes internacionales que respaldó al economista ultraliberal cuando en su propio país casi nadie se lo tomaba en serio.

“Pedro Sánchez no es astuto y hábil como la gente piensa. Un político que no tiene escrúpulos tiene una ventaja competitiva sobre los políticos honrados. [...] Yo tengo unos principios. No puedo venderlos. Sánchez no tiene ninguno. [...] Habrá un momento dado en que el pueblo querrá colgarlo de los pies”, ha declarado Abascal al diario argentino Clarín.

“Yo no sé si llamarles zurdos de mierda, si llamarles canalla o cómo calificarlos”, agrega el líder de Vox en referencia a los miembros del Gobierno español, parafraseando a Milei. “Pero desde luego eso hay que calificarlo de una manera muy dura, implacable, porque hay que decir la verdad. Javier Milei, con un tono y un estilo crudo, ha dicho la verdad en Argentina. Yo creo que el estilo es discutible, no es lo más importante. En un sitio quizá funcione, en otro no. Pero decir la verdad es esencial. Milei ha dicho la verdad”, añade.

Abascal, que mantuvo una entrevista con Milei la víspera de su toma de posesión, califica al nuevo inquilino de la Casa Rosada como una “persona entrañable, emotiva y buena” y agrega, en otra entrevista a La Nación, que la victoria del líder de La Libertad Avanza “tiene un impacto no solo nacional en la Argentina o regional en Iberoamérica, sino un impacto internacional”. Y eso “tiene que ver”, aduce, “con la batalla cultural, porque Milei contribuye no solo en el fondo sino probablemente en la forma, con un estilo muy contundente, descalificador del oponente izquierdista”.

En Buenos Aires, Abascal no solo se ha reunido con el flamante presidente argentino, sino también con Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño y representante del trumpismo en la región; y con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Tras la entrevista, Orbán escribió en las redes sociales que había hablado con Abascal de la preparación de las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024. “¡Los vientos de cambio suenan fuertes en Europa! Viva Vox”, añadió. La ultraderecha está ahora dividida en tres grupos en el Parlamento europeo: la francesa Marine Le Pen, el líder de la Liga italiana, Matteo Salvini y sus socios, en un grupo parlamentario; Vox, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y los ultraconservadores polacos, en otro; y el partido de Orbán con los no adscritos.

El Gobierno condena las palabras de Abascal

Las duras palabras de Abascal afirmando que “habrá un momento dado en que el pueblo querrá colgar” a Sánchez por los pies fueron condenadas en la noche del domingo en la red social X (antes Twitter) por la mayoría de los ministros socialistas y otros dirigentes del partido, que exigieron al PP que se desmarque de su socio. “A todo incidente de odio le precede un discurso que legitima esa violencia. Hace tiempo que Vox traspasó líneas rojas. ¿Algo que decir, Núñez Feijóo, Partido Popular?”, escribió el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, añadió: “La violencia es lo contrario de la democracia. Un demócrata sólo puede condenar semejante barbaridad. El PP estaba dispuesto a hacer vicepresidente a Abascal. Feijóo no puede ponerse de perfil. Esperamos su condena sin excusas. El silencio es complicidad”. Mientras que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sostuvo: “Es intolerable que se incite a la violencia contra nadie. Y más aún si estamos hablando de la segunda autoridad del Estado”.

Fuentes del Partido Popular respondieron después que la formación de Feijóo no comparte las declaraciones de Abascal. “El PP recuerda que se puede hacer oposición al PSOE sin darle aliento mediático a Pedro Sánchez”, afirmaron en un mensaje difundido a la prensa. Eso sí, acusaron a los socialistas de “intento de victimización” en la respuesta dada en la red social de manera unánime. “No ayudaremos al PSOE a distraer la atención de los españoles. Esta semana el protagonismo no está en lo que dice Vox sino en lo que hacen los socialistas en el Congreso”, añadieron, en referencia a la ley de amnistía, cuya toma en consideración se debate el martes en la Cámara baja.