Prisión para dos acusados de matar a una recién nacida al arrojarla a un contenedor en Mallorca

El Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor ha ordenado el ingreso en prisión, por un presunto delito de asesinato, de dos de los tres detenidos el pasado viernes por arrojar a un bebé prematuro a un contenedor de basura, causándole la muerte. El suceso se produjo en el citado municipio mallorquín. La madre de la recién nacida, de 40 años y nacionalidad española, así como su cuñado, serán trasladados a la cárcel de Palma tras ordenar la jueza la medida de prisión comunicada y sin fianza para ambos. La tercera detenida, hermana de la mujer y pareja del hombre, ha quedado en libertad provisional con la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado.

Los hechos ocurrieron el pasado día 2, sobre las 17.00, en el núcleo urbano de Portocristo, aunque la Policía Nacional ha dado hoy los detalles de lo ocurrido. El primer aviso lo dio un vecino de la zona, que llamó al servicio de emergencias del 112, alertando de que estaba presenciando una discusión entre varias personas que estaban junto a una zona de contenedores de basura. Minutos después, otro residente dio un segundo aviso porque había visto a un hombre acercarse a uno de los contenedores con una toalla en la mano, de la que se había caído algo que identificaba como una placenta con un cordón umbilical. Los servicios de emergencia se desplazaron a la zona.

Agentes de la Policía Local hallaron a la bebé en el fondo del contenedor y la trasladaron a un hospital cercano para que le practicaran maniobras de reanimación. “Las descripciones que nos dieron los vecinos nos permitieron llegar hasta la familia a través de la identificación del coche, que estaba guardado en un garaje y tenía restos de sangre”, ha explicado el jefe de la comisaría de Manacor, Gustavo Cervero. La detención de los autores del abandono se produjo apenas 24 horas después de los hechos y fue posible gracias a los datos de los testigos y a la colaboración de una médico de Manacor, que alertó de que había tenido una consulta “sospechosa”.

Cuando los agentes se personaron el viernes por la noche en el domicilio de la mujer, esta tuvo que ser atendida, ya que había perdido mucha sangre durante el parto. “Estaba en una situación en la que era conveniente que la viera un médico; se llamó a una ambulancia y fue trasladada con custodia policial al hospital de Manacor”, ha explicado Cervero. Los investigadores continuaron con las pesquisas y localizaron un día después a las otras dos personas que acompañaban a la madre en el momento de los hechos. Se trata de su hermana y el marido de esta, ambos de unos 40 años y nacionalidad española, que residen en el núcleo urbano de Son Servera.

Los investigadores manejan la hipótesis de que la mujer, que estaba embarazada de 27 semanas, se encontraba mal y llamó a su hermana, que acudió junto a su marido a recogerla en coche para llevarla al hospital. Los tres estaban en el automóvil cuando la mujer dio a luz, ha dicho Cervero, que no tiene una hipótesis sobre las razones que les llevaron a tirar al bebé en el contenedor y se ha limitado a subrayar que “las cuestiones familiares y personales son muy complicadas”. “Parece ser que la idea era llevarla a un centro hospitalario, pero se pararon 500 metros antes para tirar el bebé al contenedor en vez de llegar al centro sanitario”. El padre de la recién nacida ha quedado fuera de la investigación, pues en el momento de los hechos y todavía a día de hoy se encuentra en la Península. A la espera de los resultados que pueda arrojar la autopsia, la Policía Nacional trabaja con la hipótesis de que la bebé nació viva y murió de un traumatismo craneoencefálico.