El PP acusa al Gobierno de colaborar con el tráfico de personas por acoger a los migrantes llegados a Canarias

El repunte migratorio en Canarias y la acogida de los recién llegados se ha convertido en un campo de batalla entre el PP y José Luis Escriva, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones. En lo que va de mes han llegado al archipiélago más de 9.000 migrantes que están siendo trasladados a diversas provincias en la Península para no colapsar la red de acogida en las islas, una decisión que está siendo criticada por dirigentes populares como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La petición de los traslados la ha efectuado, sin embargo, el propio Gobierno de Canarias, formado por una coalición de nacionalistas y PP.

Ayuso ha puesto el foco en la falta de información sobre la llegada de migrantes a su comunidad y la gestión del Ejecutivo. “No se les puede tratar [a los inmigrantes] como fardos que se envían y se van dejando por la Península”, criticó el lunes la presidenta madrileña. Más agresivo fue el martes el diputado popular Rafael Hernando, que en su cuenta de X (antes Twitter) acusó al “Gobierno sanchista” de colaborar con “el negocio organizado de las mafias del tráfico ilegal de personas”. “Avión y hotel de lujo en la UE. Y con tus impuestos”, lanzó el diputado tergiversando cómo funciona el sistema de acogida en España y en muchos países europeos donde, en situaciones de emergencia, se hace un uso provisional de habitaciones de hoteles y se recurre a traslados a otros territorios. La acogida que se ofrece a la mayoría de estas personas es de un mes, con el objetivo de evitar que duerman en la calle y acaben en una situación aún más vulnerable.

El ministro Escrivá ha reaccionado en la misma red social este miércoles calificando el tono de las declaraciones de Ayuso de “xenófobo” e “insolidario”. El titular de Migraciones, responsable de la gestión humanitaria de los miles de personas que están llegando a Canarias, ha señalado también a Hernando: “¿Qué resulta más peligroso, la xenofobia sutil y larvada de las declaraciones de Ayuso o la versión “al pan pan y al vino vino” de su compañero de partido Rafael Hernando?”. “Lamentable que el discurso migratorio del PP y Vox sea ya indistinguible. Deshumanización (”fardos”), teorías de la conspiración, bulos, insolidaridad con Canarias... ¿No tiene nada que decir, sr. Núñez Feijóo de estas declaraciones de sus diputados y presidentes?”, ha publicado Escrivá en un segundo tuit.

La capacidad de las islas para gestionar un repunte migratorio es siempre más limitada, y ninguna estrategia es fácil. Si se apuesta por mantener a los recién llegados en esos territorios pequeños se corre el riesgo —como ya ha ocurrido en Canarias, en la italiana Lampedusa o en la griega Lesbos— de desencadenar una crisis humanitaria por el hacinamiento de los migrantes, además de un estallido social entre los habitantes locales. Igual que los países mediterráneos piden la solidaridad del resto de países europeos ante el desafío migratorio, las islas también reclaman la solidaridad de otros territorios.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, nunca ha sido partidario de facilitar los traslados a la Península porque considera que hacen la ruta canaria más atractiva para los candidatos a emigrar. De hecho, en la crisis de 2020 y 2021, la resistencia de Grande-Marlaska a que los migrantes llegasen a la Península acabó dejando a personas atrapadas durante un año en Canarias y a que la policía desplegase controles en puertos y aeropuertos para evitar que se marchasen hasta los que podían hacerlo por sus propios medios.

Ahora los traslados se están ejecutando, en buena medida, porque el objetivo deseado de Interior, devolver a los que llegan a sus países, no puede ejecutarse. La mayoría de los desembarcados en las islas desde junio proceden de Senegal, un país en pleno estallido social que se está resistiendo a recibir de vuelta a sus nacionales. España ya ha intentado fletar vuelos chárter con senegaleses que accedieron irregularmente a España, pero Dakar no quiere aceptarlos.

Para los países de origen es muy impopular permitir las devoluciones de sus ciudadanos que han invertido los ahorros familiares y se han jugado la vida en el mar para tener una vida algo más próspera en Europa. En el caso concreto de Senegal, además, los cayucos vienen cargados de jóvenes que se oponen a sus dirigentes, un éxodo que, en cierta medida, rebaja la frustración ante la deriva antidemocrática que está viviendo el país. El Gobierno sí mantiene devoluciones a Marruecos, pero, como es habitual, no informa de cuántas.

La estrategia de trasladar a los migrantes fuera de las islas responde, en cualquier caso, a una petición del Gobierno canario, liderado por Coalición Canaria y el propio Partido Popular.

El ministerio de Escrivá trabaja contra el reloj para abrir miles de plazas en la Península para acoger a los migrantes llegados a las islas. Se trabaja con centros de acogida, albergues, hostales, hoteles y hasta cuarteles militares. Los traslados llevan haciéndose semanas en vuelos regulares y chárter, de noche (como se le critica al Ejecutivo) pero también de día. Los migrantes llegan a diferentes ciudades y los delegados del Gobierno están intentando resolver el hecho de que no siempre se haya compartido información con alcaldes o presidentes autonómicos.