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La Guardia Civil traslada a Tenerife de forma exprés a cientos de los migrantes llegados a El Hierro

Tras 1.200 llegadas a la pequeña isla en solo dos días, el Gobierno acelera los viajes incluso antes de identificarlos

María Martín
Refugiados El Hierro Tenerife
Traslado de cientos de migrantes desde el puerto de La Estaca, en El Hierro, hacia Tenerife, este jueves.Miguel Velasco Almendral

El Gobierno ha decidido trasladar rápidamente a Tenerife a buena parte de los 1.200 migrantes que han llegado a la isla de El Hierro (11.423 habitantes) entre el martes y el miércoles. Para ello se han dispuesto plazas en ferris de línea regular, pero también la patrullera de la Guardia Civil Río Segura, que este jueves ha recogido a al menos 300 migrantes llegados en los últimos días. Este grupo se ha marchado incluso antes de que la policía haga su reseña, los identifique y los interrogue, unos procedimientos para los que se les mantiene durante custodia un máximo de 72 horas. Los trámites se harán a su llegada a Tenerife, donde además hay centros más adecuados para su alojamiento, según fuentes policiales. Este es un protocolo poco habitual, pero la urgencia era evidente porque los dos espacios donde se alojaban (un polideportivo y un monasterio) estaban abarrotados. A primera ahora de la tarde, además, otro cayuco ha llegado al puerto de La Restinga con 70 personas a bordo, entre los que se encontraban siete mujeres y dos menores.

Desplazamiento de cientos de migrantes desde el puerto de La Estaca, en la isla de El Hierro, hacia Tenerife.
Desplazamiento de cientos de migrantes desde el puerto de La Estaca, en la isla de El Hierro, hacia Tenerife. Miguel Velasco Almendral

Pasadas las nueve de la mañana, más de siete autobuses, con 45 plazas cada uno, bajaban la carretera que serpentea hasta el puerto de La Estaca. Allí los esperaba un voluntario de la Cruz Roja que, discretamente, recorría con sus manos un pequeño rosario. Los recibía con un “buenos días” y los acompañaba al muelle donde estaba atracada la enorme patrullera de la Guardia Civil. Muchos descendieron de los autobuses cojeando, con pasos lentos y torcidos, debido a las heridas y el entumecimiento de viajes que los han llevado casi una semana en el mar.

La isla de El Hierro se ha convertido en un punto caliente de la ruta migratoria que conecta las costas de África Occidental con el archipiélago canario. No es la primera vez que ocurre, pero no es común. El Hierro es la más occidental de las islas canarias y poner rumbo a ella es jugársela a que las corrientes empujen los cayucos océano adentro. En los últimos años, de hecho, se han registrado varios casos de embarcaciones que quedaron a la deriva y aparecieron en el Caribe, o incluso en Brasil, meses después, como documentó Associated Press en un reportaje. El que antes era un destino accidental ha pasado a ser ahora un punto de llegada buscado. Fuentes policiales han confirmado a EL PAÍS que los GPS usados por los ocupantes de los cayucos tienen registradas las coordenadas de la isla. La ruta directa a El Hierro les aleja de la costa senegalesa y, especialmente, la mauritana, donde las autoridades mantienen un intenso control sobre la emigración clandestina.

En lo que va de año ya son casi 4.000 desembarcos, una cuarta parte de todas las llegadas al archipiélago, casi todos registrados desde el mes de junio. Y la isla, de poco más de 11.000 residentes y de un tamaño un poco menor que Vitoria, no está preparada. Solo entre el martes y el miércoles llegaron siete cayucos, con más de 600 personas. Uno de ellos, arribó con más de 270 ocupantes a bordo, un número que no se recordaba desde que la ruta canaria se abrió en 2006.

Ante la intensa llegada de personas, el Ministerio del Interior ha reforzado el número de agentes en las islas, con más de 30 guardias civiles y siete policías, para hacer las labores de identificación e investigación. Entre estos oficiales hay 20 agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad, los conocidos como los antidisturbios de la Guardia Civil, desplegados, precisamente, para la seguridad de los traslados a bordo de la patrullera.

Aunque no puede hablarse de colapso, ha habido situaciones de desbordamiento. El miércoles quedaban más de 700 migrantes en la isla, alojados de forma precaria en una carpa que se ha instalado en un polideportivo sin techo y en un viejo monasterio abandonado donde se tuvieron que desplegar camas plegables hasta en el patio. Los trabajadores responsables por su atención, tanto en estos centros como en el puerto, así como las tripulaciones de Salvamento Marítimo estaban exhaustos. Tras los traslados exprés, que se han llevado a cabo a primera hora de la mañana de este jueves, la situación se ha tranquilizado y los recién llegados, originarios sobre todo de Senegal, permanecen custodiados en el polideportivo, ubicado en el municipio herreño de San Andrés.

Monasterio en El Hierro que ha albergado a los migrantes recién llegados en las últimas horas.
Monasterio en El Hierro que ha albergado a los migrantes recién llegados en las últimas horas.Miguel Velasco Almendral



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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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