España captura un pesquero con una tonelada de cocaína tras un chivatazo de la DEA

La policía española ha capturado en aguas de Cabo Verde, a casi 1.500 kilómetros de Canarias y a 2.800 de Cádiz, un pesquero cargado con 1.000 kilos de cocaína, que era transportada sin mucho miramiento sobre la cubierta de popa del barco. Un chivatazo de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, de la inminencia de un gran alijo en alta mar llevó a montar una operación multinacional de captura, finalmente ejecutada por la Policía Nacional, que lanzó las lanchas de asalto desde el Fulmar, el barco de presa de Vigilancia Aduanera que está patrullando el Atlántico. Solo en los últimos dos meses, España ha capturado 20 toneladas de cocaína en operaciones en tierra y en alta mar.

El pesquero, de nombre Mathieu, es un viejo cascarón de los que habitualmente se sirve el narcotráfico para los envíos hacia Europa. El barco, de 25 metros de eslora y una velocidad máxima de 13 nudos, está registrado en el puerto de Georgetown, en la Guyana francesa. Sin embargo, hace solo unos días se encontraba en el puerto de Paramaribo, la capital de la vecina Surinam, desde donde se supone que zarpó antes de ser capturado.

La operación comenzó cuando la DEA alertó de que se estaba preparando una operación para el trasvase de una gran cantidad de cocaína desde un buque a otro en alta mar, según una nota facilitada esta mañana por la Policía Nacional. En ese momento se puso en marcha el mecanismo de captura, que también involucro a la Policía Judicial de Portugal, la Armada española. La situación llevó a los agentes a pensar que lo más eficaz era “una interceptación rápida” de la embarcación antes de que se llevara a cabo “el trasvase de una gran cantidad de cocaína desde un buque a otro en alta mar”.

Tocaba localizar el barco, que navegaba sin pabellón, así como contactar con las autoridades de Guyana, para que confirmara los datos de registro y para que autorizara llevar el traslado al puerto español más cercano, una vez que se confirmase que llevaba droga en su interior. El objetivo fue localizado en el océano Atlántico, a 600 millas de Cabo Verde, adonde se dirigió el Fulmar para consumar el abordaje. Rápidamente, fueron detenidos los seis tripulantes, dos albaneses y el resto de nacionalidad guayanesa, una vez que se vio que los 40 fardos con la droga iban sobre la cubierta de popa. Una vez trasladados los detenidos a bordo del Fulmar inició el remolque del pesquero y su traslado en la embarcación española hasta el puerto de Arrecife (Lanzarote).