Cae una banda sigilosa que robó 4,5 millones en hoteles de lujo de Cádiz, Ibiza, París y Cannes
La Guardia Civil y las autoridades francesas detienen a tres hombres de nacionalidad española, argelina y gala que se habían hecho con un botín valorado en 4,5 millones de euros
Se fijaron en él por su reloj. Le vigilaron para encontrar el momento en el que abandonara sus alojamientos turísticos. Y, cuando lo hizo, aprovecharon para colarse en su habitación, abrir con rapidez la caja fuerte y llevarse el objeto, valorado en 400.000 euros. Es la misma operación que una banda de ladrones hizo de manera similar en exclusivos establecimientos de Chiclana de la Frontera (Cádiz), Ibiza, París y Cannes. Hasta que la Guardia Civil y la Policía Nacional Francesa los han detenido. Son un grupo compuesto por tres hombres —un argelino, un francés y un español— a los que se achacan una docena de robos en hoteles de lujo de España y Francia. Con su actividad ilegal habían acumulado un botín tasado en 4,5 millones de euros, que ya ha sido devuelto a sus legítimos propietarios. Entre ellos, el exclusivo reloj.
La primera vez que los agentes de la Guardia Civil escucharon hablar de estos ladrones de guante blanco fue en agosto de 2022. Varias personas denunciaron entonces que les habían robado en el interior de los apartamentos de lujo en los que se alojaban en la localidad gaditana de Chiclana. Ahí arrancó una operación —denominada Ébano azul— que permitió a los investigadores conocer cómo trabajaban los integrantes de este grupo, que utilizaban una fórmula muy similar. Y que se servía de documentación falsa: uno de los arrestados tenía hasta nueve identidades diferentes, que le facilitaban pasar desapercibido en sus movimientos. En varias de ellas acumulaba distintos antecedentes. “Esos nombres y nacionalidades falsas, su gran movilidad y su técnica depurada les hacían muy escurridizos. No ha sido fácil dar con ellos”, cuentan fuentes del caso.
El sistema que ejecutaban era siempre parecido. Uno de ellos, de nacionalidad argelina, se aojaba en el establecimiento de lujo elegido. En el caso de Chiclana, por ejemplo, fue un complejo de cinco estrellas gran lujo con apartamentos exclusivos, en el que se aseguraba que los inquilinos tendrían un alto poder adquisitivo. Junto a sus compañeros, observaba a los turistas y elegían las posibles víctimas, generalmente fijándose en sus relojes. Mientras más caro, mejor. Cuando se decidían por uno, esperaban a que saliera de su apartamento. Entonces, el delincuente utilizaba distintas técnicas para colarse en el inmueble y abrir la caja fuerte, actividad para la que tenían “especial habilidad”. Mientras tanto, otro de los integrantes del grupo —generalmente, el de nacionalidad española— ejercía de sombra de la víctima: le seguía al restaurante, la piscina, la playa o cualquiera que fuese su destino. Mediante un pinganillo o su teléfono móvil iba alertando de sus movimientos. El tercer ladrón también realizaba labores de vigilancia.
Los investigadores recogieron muestras de los apartamentos forzados y hablaron con las personas a las que habían robado. Las pruebas les fueron acercando a un posible grupo internacional itinerante que actuaba en distintas localizaciones y que había establecido su base en Marbella. Allí, en una exclusiva villa de una urbanización de lujo, vivía el hombre de nacionalidad francesa ahora detenido. Lo hacía junto a su mujer “para dar sensación de apariencia de que eran como cualquier otra familia de vacaciones”, según fuentes cercanas a la investigación. La Guardia Civil consiguió arrestarlo en esta vivienda, donde encontraron teléfonos móviles y ocho relojes de lujo robados tanto en cuatro robos perpetrados en Chiclana y un quinto en Ibiza. Uno de ellos, el de más valor, ha sido tasado en 400.000 euros. Todos han sido devueltos a sus propietarios.
Nueve identidades falsas
La documentación intervenida también permitió dar un paso de gigante en la operación. Posibilitó la identificación del líder de la banda, de nacionalidad argelina pero con hasta nueve identidades falsas de países como Bélgica, Alemania, Francia y España. En territorio español le costaban antecedentes por hechos similares con algunos de esos nombres falsos. Acto seguido la Guardia Civil puso el conocimiento de las autoridades francesas que la banda podría estar actuando también en el país galo y, de la mano de Europol, coordinaron una operación conjunta.
Tras conocer sus identidades, las autoridades francesas acabaron arrestando a los dos miembros de la banda —un hombre español con residencia en Málaga y otro argelino que residía en suelo francés— esta pasada primavera. Lo hacían justo cuando acababan de cometer otro robo en un hotel de lujo cercano a la Torre Eiffel, en París. Allí habían sustraído joyas, objetos de plata y bolsos de marca cuya valoración global superaba los 450.000 euros. También se les considera responsables de otros robos cometidos en robos en Cannes y en la capital parisina. En total, se cree que realizaron 12 acciones delictivas en las que acumularon un botín valorado en más de 4,5 millones de euros. Ambos están en prisión provisional a la espera de su extradición a España para ser juzgados por los delitos cometidos.
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