Intervenido en Algeciras el mayor alijo de cocaína en España: 9,5 toneladas

Medio centenar de agentes de la Policía Nacional custodiaban en la mañana de este viernes el enorme cargamento de droga depositado en una nave de Algeciras tras ser incautado en el puerto de la ciudad gaditana: 9.436 kilogramos de cocaína, el mayor alijo intervenido nunca en suelo español, según sostiene el cuerpo. La Operación Nano, en la que por ahora no hay detenidos, ha permitido trazar un rastro de, al menos, 30 organizaciones criminales europeas que, según la policía, se asociaron para fletar esta mercancía desde Ecuador. Es la operación “más importante de la historia de España en la lucha contra la cocaína”, según la Agencia Tributaria.

Las miles de pastillas de cocaína, presentadas en montones, estaban marcadas con nombres como “Raw”, “Ok”, “Hitler”, esvásticas y marcas de ropa o de coches de lujo. En total, más de 30 logotipos que los investigadores asocian a las mafias que se asociaron para comprar la mercancía. “Eso supone que había varias organizaciones que invierten en la misma operación, realizan esa inversión parcial y se organizan para hacer un envío”, ha apuntado Alberto Morales, inspector jefe de la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco) de la Policía Nacional. La pauta no es nueva y tiene un objetivo claro, resumido por el inspector jefe: “Reducen el riesgo invirtiendo en distintas rutas”.

La droga estaba oculta entre un cargamento de bananas, presentes solo en las primeras cajas más cercanas a la entrada del contenedor frigorífico y en la capa superficial de las 1.080 cajas. La carga partió de Machala (Ecuador), lugar donde está radicada la empresa supuestamente dedicada al comercio internacional de bananas y que los investigadores sospechan que es una tapadera para organizar los portes de droga. La organización criminal —que la policía cree responsable del suministro de cocaína a las redes más poderosas de Europa, pero de la que no ha aportado más detalles— contaba con un amplio entramado empresarial para el envío de contenedores marítimos desde Ecuador hacia España y otros puertos europeos.

Los agentes buscaron en la base de datos “qué equipamientos de contenedores reunían los requisitos” de su sospecha, según ha explicado Jose Carlos Arobes, delegado especial adjunto de la Agencia Tributaria. Tras establecer el cerco sobre 15 containers que podían ser sospechosos, el pasado miércoles dieron con el que portaba la cocaína. Lo que no esperaban es que el hallazgo acabase por convertirse en “el más importante de la historia de España en la lucha contra la cocaína”, tal y como ha precisado Arobes. La carga descubierta en Algeciras estaba previsto que acabase en el puerto de Lisboa, tras pasar por la maniobra de transbordo en la infraestructura algecireña. Los agentes tienen claro que el destino final de la cocaína ni siquiera era España, ni la Península. “Ese volumen de droga no puede admitirlo un único país”, ha añadido el inspector jefe de la Udyco.

Operación abierta

La operación se ha saldado por ahora sin detenidos, aunque continúa abierta. Los agentes tienen incluso cotejado que la empresa pantalla de bananas tenía “algún contacto en España”, según ha deslizado Morales, “lo que no supone que haya evidencias para su arresto”. “Veremos si podemos llegar a ese puerto”, ha dicho. De hecho, los investigadores detectaron que el entramado empresarial disponía “de una amplia red empresarial para el envío de la droga desde Ecuador hasta nuestro país a través de diferentes puertos españoles, principalmente Algeciras y Vigo”, según ha precisado la policía y Aduanas en un comunicado posterior. En cualquier caso, el inspector jefe de la Udyco tiene claro que los principales responsables “no están en España”, sino en esos terceros países de Europa en los que esperaban ese porte compartido.

Este hallazgo de 9,5 toneladas de cocaína ha superado una nueva barrera en las aprehensiones de esta droga en España. El récord anterior lo ostentaban los casi 9.000 kilos de polvo blanco que la policía descubrió también en el puerto de Algeciras en la primavera de 2018, en ese caso ocultos en un contenedor de plátanos procedente de Colombia, origen habitual de la cocaína. En aquella ocasión, el operativo destapó una trama corrupta de hasta seis detenidos, de los que uno de ellos era guardia civil.