La inmigración irregular provoca las primeras fricciones entre el Gobierno central y el canario

El drama migratorio que vive el archipiélago canario ha provocado el primer choque político entre el recién constituido Ejecutivo regional, controlado por Coalición Canaria y el PP, y el Gobierno central. La llegada de 1.000 personas en cayuco a las islas este fin de semana, un repunte que ha “estresado” el sistema de acogida, ha llevado al vicepresidente insular, el popular Manuel Domínguez, a criticar la falta de medios técnicos y humanos para el rescate de la Guardia Civil, que dependen del Ministerio del Interior. La afirmación ha sido respondida por un portavoz del departamento de Fernando Grande-Marlaska, que ha acusado este sábado al Gobierno insular de querer “aprovechar políticamente” la tragedia humana de la migración irregular por mar, cuando las entradas irregulares de personas en el archipiélago han disminuido un 11,3% en el último año, gracias a la política de cooperación bilateral de España con países de origen.

La polémica, en plenas negociaciones para una posible investidura tras el 23-J en las que Coalición Canaria es un factor de la ecuación, comenzó con las afirmaciones de Domínguez (PP), quien expresó públicamente su preocupación por la “tragedia humana que supone que miles de personas se jueguen la vida a diario para cruzar el mar desde el continente africano”. En su opinión, la responsabilidad recae en la falta de medios técnicos y humanos de la Guardia Civil y denunció la inexistencia de una plataforma que pueda impulsar la cooperación con la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Fuentes de Interior han asegurado que el vicepresidente canario “olvida” al hablar de este asunto la política de cooperación bilateral que España aplica desde hace años con los países de origen y tránsito, que ha evitado, según sus datos, el 40% de las salidas irregulares.

El repunte de esta semana de la llegada de cayucos se ha hecho patente este fin de semana. Entre el lunes 7 y este domingo han logrado llegar con vida a las costas canarias cerca de 1.000 personas a bordo de una veintena de cayucos. La cifra total supera las 1.200 personas si se cuentan los desembarcos registrados desde que empezó este mes de agosto. Entre el viernes y el domingo arribaron cinco embarcaciones a Arguineguín (Gran Canaria), Gran Tarajal (Fuerteventura), La Restinga (El Hierro) y Granadilla de Abona (Tenerife), con 370 personas a bordo. Un total de 22 de los 58 pasajeros de este último cayuco precisaron su ingreso hospitalario. El servicio de emergencias canario también salvó la vida de uno de ellos, que ya había entrado en parada cardiorrespiratoria. Otros 17 migrantes siguen hospitalizados este lunes, según informan fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.

El aparente repunte de llegadas ha llegado a “estresar” el sistema de acogida, según reconoció el miércoles la subdelegada de Gobierno, Teresa Mayans. Solo la isla de Lanzarote recibió durante esta semana casi medio millar de personas en nueve pateras, lo que obligó a instalar carpas provisionales en el muelle de Puerto Naos (Arrecife, Lanzarote) para llevar a cabo las filiaciones y obligó al Ministerio de Migraciones a agilizar las derivaciones a otros recursos en el archipiélago.

Con todo, la llegada de inmigrantes por vía marítima a las costas de Canarias ha descendido un 11,3% hasta el 31 de julio de 2023 (ha pasado de 9.589 personas en 2022 a 8.508 este año), según el último informe sobre migración irregular del Ministerio de Interior. Durante el mes de junio, las llegadas tocaron un máximo de cinco años (casi 3.000 entradas). En julio —un mes en el que empeoraron las condiciones meteorológicas y hubo mucho oleaje—, sin embargo, cambió la situación, y los desembarcos cayeron a algo más de la mitad. Todo apunta a que en otoño, época en la que tradicionalmente se da una mejor navegabilidad en esta ruta, se invertirá la tendencia y crecerán las llegadas. En la actualidad, los centros de acogidas en Canarias están a un 50% de capacidad, según los datos de Migraciones.

Esta primera fricción entre Canarias y Madrid se produce en una semana en la que comienzan los pactos políticos para decidir la composición de la mesa del Congreso y que marcará el camino del encaje de bolillos en las próximas semanas para lograr una investidura del presidente del Gobierno. Una de las patas de un posible acuerdo es Coalición Canaria el socio de Gobierno del Partido Popular en Canarias. El presidente del Ejecutivo regional, el nacionalista Fernando Clavijo, quien en las últimas horas ha llegado a apuntar que el Congreso estuviera presidido por “un diputado o diputada del PNV”.