Las muertes en accidentes de tráfico caen en España casi un 80% en 20 años

Hace 20 años morían de media 15 personas al día en carreteras españolas. En el 2003 fallecieron un total de 5.399 personas en accidentes de tráfico, 4.354 más que en 2022. Las siempre trágicas cifras han ido mejorando progresivamente con el tiempo, aunque nunca han bajado de las mil muertes anuales. “En siniestralidad vial nunca se puede estar satisfecho”, dijo hace unas semanas el ahora ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, en la presentación del balance de 2022, año en el que la media fue de tres muertos al día.

En comparación de lo que va de año —hasta el 1 de agosto— con el mismo periodo de 2022, este año se han registrado 45 muertes menos: 620 personas han perdido la vida en accidentes de tráfico frente a las 665 de enero a agosto de 2022. Empeora la cifra de usuarios fallecidos que viajaban en motocicleta, que sube un 12%, y han pasado de 139 a 155, según las últimas estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT). Por el contrario, la cifra de peatones fallecidos ha disminuido, de 64 a 61. En lo que va de año, han muerto más hombres (497) que mujeres (119) en accidentes de tráfico, siguiendo la tendencia registrada en años anteriores.

Este mes de julio han perdido la vida 115 personas en 112 accidentes mortales, 15 menos (-11,5%) que en julio de 2022. La movilidad aumentó un 1,1% con respecto a ese mes del año pasado, con 45,8 millones de movimientos de largo recorrido. Un total de 86 personas murieron en carreteras convencionales (13 menos que en julio de 2022) y 29 en autopista o autovía (dos menos). La salida de la vía sigue siendo el tipo de accidente con el mayor número de víctimas mortales (42) aunque la cifra es más baja que la del año pasado (31).

De los 115 fallecidos, 16 no usaban el correspondiente sistema de seguridad en el momento del accidente: 12 conductores de coche y uno de furgoneta no llevaban puesto el cinturón de seguridad, y dos ciclistas y un motoristas viajaban sin casco. Por regiones, la Comunidad de Madrid experimentó el mayor incremento de siniestralidad con siete fallecidos más que en junio de 2022, mientras que Andalucía fue la que más redujo, con 13 menos que en 2022. El día con más víctimas mortales fue el sábado 1 de julio con nueve muertos. El jueves 6 y el sábado 22 no se registró ninguna.

Este es el sexto julio con menor mortalidad vial desde que la serie histórica de la DGT comenzó en 1960. El de menos víctimas mortales fue el de 2021, que registró 99 personas fallecidas, todavía en pandemia. Por detrás están los meses de julio de 2014 (107 fallecidos), y 1961, 2013 y 2015 (113), mientras que el de 2023 empata con el de 2020 con 115 víctimas mortales. Los más trágicos fueron los de 1978 (676 fallecidos), 1989 (646) y 1991 (570).

En lo que va de siglo, la tendencia general en el número de muertes ha sido a la baja, con ligeros repuntes en 2003 y en el periodo 2016 y 2017, aunque desde 2013 se aprecia que los descensos anuales, cuando los ha habido, fueron mucho menos marcados que en los años anteriores. En 2008 se redujeron, en un solo ejercicio, más de un 20% las trágicas cifras.

El director de la DGT, Pere Navarro, resaltó recientemente que España es un “referente europeo” en materia de seguridad vial, con 37 fallecidos por un millón de habitantes, y se sitúa entre los cuatro países con mejor tasa de siniestralidad vial de Europa, por delante de Países Bajos (42), Bélgica (45), Francia (48), Italia (54) y Portugal (62) y por detrás de Suecia, Dinamarca y Alemania con 22, 26 y 33 respectivamente. Hace 10 años, España ocupaba la novena posición en el ranking con 53 muertos por millón de habitantes.

“Las cifras de siniestralidad siguen siendo muy altas”, valora el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (Cnae), Enrique Lorca. “Pero es cierto que España ha pasado de ser de los países que estaban a la cola de Europa a ser uno de los primeros en cuanto a mejoras de seguridad vial”, añade. El presidente de Cnae considera que el permiso por puntos que se introdujo en el 2006 ha sido determinante en los avances de seguridad vial.

Una tarea pendiente, según Lorca, es implantar módulos de concienciación para que aquellas personas que se presenten al examen de conducir no solo reciban clases teóricas, sino también que, por ejemplo, asistan a un curso de primeros auxilios para que sepan cómo actuar en caso de accidente. Por otro lado, el presidente de la Cnae hace hincapié en que tres de cada cuatro fallecimientos se producen en carreteras convencionales. “La incongruencia es que en algunas autoescuelas no se da esa formación porque en la mayoría de exámenes es complicado que se discurra por ese tipo de vías”, señala.