Anticorrupción se muestra favorable a que Griñán no entre en prisión
La Fiscalía acepta el informe de la forense, contrario a que el expresidente andaluz fuera tratado en la cárcel de su “enfermedad grave e incurable”, y no se opone a la suspensión de su pena por los ERE
La Fiscalía Anticorrupción “no se opone” a que los jueces suspendan la pena de seis años de cárcel que le fue impuesta al expresidente de la Junta José Antonio Griñán, de 77 años, por malversación en el caso de los ERE, según ha manifestado en un escrito remitido este miércoles a la Audiencia Provincial de Sevilla. El ministerio público se muestra favorable, por tanto, a que el antiguo dirigente socialista no entre en la cárcel, a la vista del último informe de la médico forense en el que desaconsejaba su ingreso en un centro penitenciario debido a que “padece una enfermedad muy grave e incurable”.
Griñán solicitó la suspensión de la pena por padecer un cáncer de próstata. Lo hizo el pasado 22 de diciembre, el mismo día en que la Audiencia de Sevilla daba un plazo de 10 días a los ex altos cargos de la Junta condenados a penas de prisión en la llamada pieza política de los ERE para que ingresaran en un centro penitenciario. Su defensa sustentaba esa petición en el artículo 80.4 del Código Penal, que establece que “los jueces y tribunales podrán otorgar la suspensión de cualquier pena impuesta sin sujeción a requisito alguno en el caso de que el penado esté aquejado de una enfermedad muy grave con padecimientos incurables”, y que es el que la Fiscalía no se opone a que se aplique.
El primer informe que emitió la médico forense en enero de este año aconsejaba que Griñán no entrara en la cárcel al entender que el tratamiento de radioterapia prescrito para tratar su cáncer era incompatible con su estancia en prisión. Entonces, la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por el PP, se adhirieron al dictamen de la facultativa y las juezas acordaron suspender su ingreso en prisión hasta que terminara con el proceso médico recomendado. En mayo, una vez finalizado ese tratamiento, la forense volvió a emitir un dictamen que no resultó lo suficientemente contundente a favor o en contra de su entrada en un centro penitenciario y, a instancias de Anticorrupción, la médico emitió una nueva valoración que se conoció el pasado viernes en el que sí se mostraba tajante en su recomendación de que era conveniente que permaneciera en casa para tratarse los “padecimientos incurables” que acarrea su “enfermedad muy grave”.
A falta de conocer el parecer de la acusación particular —que siempre se ha alineado con la Fiscalía―, serán las magistradas de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla las que tengan la última palabra sobre el futuro de Griñán. El expresidente de la Junta es el único de los ocho ex altos cargos condenados por malversación —a excepción del exdirector de Trabajo Juan Márquez, cuyo ingreso en prisión suspendió la Audiencia de Sevilla al haber visto rebajada su pena por el Tribunal Supremo a tres años de privación de libertad― que no ha entrado en la cárcel para cumplir sus condenas. El antiguo viceconsejero de Empleo, Agustín Barberá, que padece cáncer, también solicitó la suspensión de la pena por una “enfermedad muy grave”, pero las juezas no estimaron su petición y el pasado 11 de abril entraba en un centro penitenciario.
Barberá ha pedido el tercer grado penitenciario, una situación de la que ya disfruta desde el 9 de junio el exconsejero andaluz de Empleo, José Antonio Viera, de 77 años, al que le fue concedido este beneficio penitenciario, cinco meses después de su ingreso en prisión, en atención al cáncer que también padece.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.