Condenado un imán y profesor de niños por enaltecimiento y autoadoctrinamiento yihadista

La Audiencia Nacional ha condenado a cinco años y seis meses de cárcel a Bilal Jfita, imán de una mezquita de Getafe (Madrid), por enaltecimiento y autoadoctrinamiento yihadista. El tribunal considera probado que el acusado, de 30 años y natural de Rabat (Marruecos), incitaba a otros a través de redes sociales y canales de mensajería —como Facebook y WhatsApp— a cometer actos violentos de “carácter terrorista”, y que incluso se “autocapacitó” para llevarlos a cabo él mismo. Entre el material intervenido, se localizaron más de 400 nasheeds (canciones religiosas) de contenido radical; 100 vídeos y 500 imágenes de “temática yihadista”; ocho revistas editadas por productoras del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés); e “instrucciones para cometer atentados”, según la sentencia.

El tribunal concluye que las actividades desarrolladas por Bilal Jfita suponen “un grave peligro, concreto y cierto, de la realización por sí mismo y por terceros de acciones terroristas”. El imán también ejercía como profesor en la madrasa (escuela) de la mezquita Allstikama de Getafe, donde “impartía clases de memorización del Corán a niños”. “Se han localizado, entre su material de carácter yihadista, numerosas referencias al adoctrinamiento de niños, como fotografías y audios en los que se lamenta que los ‘infieles’ hayan hecho lo imposible por evitar que los jóvenes vayan a hacer la yihad”, recalcan los magistrados.

Detenido en 2020, la Policía mantiene que Jfita también ayudó a un combatiente del ISIS retornado de Siria, Moussa El Morabí, a establecerse en España. De hecho, el rastro dejado por El Morabí, que fue capturado en Barcelona en diciembre de 2018, condujo hasta el imán de Getafe. El tribunal afirma que existen pruebas suficientes de que ambos mantuvieron contactos en persona y a través de internet, basándose en las investigaciones desarrolladas por los agentes sobre el entorno de El Morabí. Sin embargo, durante el juicio, Bilal Jfita negó conocer a este terrorista.

El material incautado ha resultado fundamental para condenar al imán. Las pesquisas permitieron comprobar que Jfita participaba activamente en hasta 41 grupos de mensajería móvil de temática yihadista en Telegram, y que acumulaba “50 vídeos con imágenes de muertes, ejecuciones y asesinatos mediante métodos violentos”. Grabaciones que intercambiaba con otras personas, según la sentencia, que destaca las medidas de seguridad que adoptaba para evitar ser descubierto. En esta línea, contaba con una infografía elaborada por el ISIS con el título: “Consejos de seguridad para los yihadistas en tierras enemigas”.

“Además de incitar a través de sus canales públicos de mensajería y redes sociales a terceros a realizar actos de extrema violencia y carácter terrorista, se autocapacitó para llevarlos a cabo él mismo”, insiste la resolución de la Audiencia Nacional, que remacha: “[Todo ello], mediante la recopilación y almacenaje de información, no solo referente a cuestiones y doctrinas religiosas de carácter extremista, sino sobre el entrenamiento de los muyahidines y ejecutores de operaciones suicidas, y de ejercicios militares, ejecuciones perpetradas por terroristas yihadistas, instrucciones para cometer atentados, etcétera”.