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Defensa limita a un máximo de diez los tanques Leopard que se entregarán a Ucrania

Robles niega en el Congreso que el suministro de los carros de combate a Kiev suponga alimentar la escalada bélica

La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante el pleno de este miércoles en el Congreso. Foto: JESUS HELLIN 2022 (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Miguel González

Los 10 carros de combate Leopard 2 A4 que España ha prometido ya a Ucrania son todos los que tiene previsto entregarle. Ni uno más. Los restantes tanques almacenados desde hace más de una década en la Agrupación de Apoyo Logístico número 41, en el barrio zaragozano de Casetas, se encuentran en tan malas condiciones que su puesta a punto requeriría mucho tiempo y dinero. Así lo ha sugerido este miércoles en el Congreso la ministra de Defensa, Margarita Robles, y lo han ratificado fuentes de su departamento. La otra opción sería entregar a Kiev los Leopard E (un modelo más moderno que el anterior) que operan en las unidades mecanizadas del Ejército de Tierra o los Leopard 2 A4 desplegados en Ceuta y Melilla, pero ambos son necesarios para la defensa nacional, según Robles.

La titular de Defensa ha confirmado que la rehabilitación de los seis primeros Leopard para Kiev ha concluido y que los carros de combate están ya realizando ejercicios de tiro de en el campo de maniobras de Cerro Muriano (Córdoba), por lo que serán enviados a Ucrania después de Semana Santa. Los cuatro restantes llegarán en breve a la factoría de Santa Bárbara Sistemas en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para someterse a una profunda revisión y reconstrucción. Los tanques serán enviados a Polonia por vía marítima y llevarán un paquete de repuestos para 30 días, equivalente a la reserva de guerra de la OTAN, según las fuentes consultadas

Robles ha comparecido ante el pleno del Congreso para explicar el apoyo militar a Ucrania, que ha calificado de “incondicional y sin fisuras” y del que ha dicho que durará “todo el tiempo que sea necesario para que el pueblo ucraniano pueda ejercer su derecho a la legítima defensa”. La ministra ha leído una relación de los tipos de armamento suministrados hasta ahora por España al Gobierno ucranio, desde munición de artillería a misiles antiaéreos, pero ha descartado la entrega de aviones de combate, ya que no tiene los cazas que reclama Kiev. “Vamos a seguir prestando apoyo dentro de nuestras posibilidades, de acuerdo con lo que nos soliciten las autoridades ucranianas y en coordinación con nuestros aliados”, ha dicho. Lo que también ha dejado claro es que Ucrania no forma parte de la OTAN, por lo que “ningún miembro de las Fuerzas Armadas españolas va a combatir nunca en suelo ucraniano. Ni la OTAN lo ha solicitado, ni lo puede solicitar”, ha zanjado, saliendo al paso de las especulaciones de su compañera de Gabinete, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

El debate parlamentario ha resultado esquizofrénico: el envío de los Leopard ha sido apoyado por todas las fuerzas de centroderecha y derecha, desde el PNV a Vox; y rechazado por todos los partidos a la izquierda del PSOE que sostienen al Ejecutivo. Sin embargo, las críticas de estos últimos han sido de guante blanco, mientras que el intercambio entre Robles y el portavoz del PP, Pablo Hispán, ha sido a cara de perro, pese a que en teoría populares y socialistas coinciden en este punto.

Hispán ha calificado la política del Gobierno sobre Ucrania de “errónea, cainita y rácana” y ha sentenciado que “no habrá paz hasta que Ucrania gane y Rusia sea derrotada. Lo demás son balones de oxígeno a Putin”. Tras asegurar que su partido apoya el suministro de armamento a Kiev y el refuerzo de las tropas de la OTAN en el Este de Europa, ha exigido al Gobierno que solicite autorización formal al Congreso e “informe al líder de la oposición” de sus decisiones. Robles le ha acusado de hablar “desde la ignorancia y el resentimiento” y ha explicado que el destacamento español que a partir del 1 de abril se desplegará durante cuatro meses en Estonia tiene la misión de instruir a sus homólogos de la república báltica en el manejo de una batería de misiles antiaéreos Nasams.

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Ismael Cortés, de Unidas Podemos-En Comú Podem, se ha preguntado cuál es la línea roja y en qué momento la espiral bélica puede acabar en un conflicto nuclear. Robles ha rechazado que el envío de los Leopard suponga alimentar la escalada armamentista y ha asegurado que ella también quiere la paz, “pero no la paz de los cementerios, ni la de los gulags”, en alusión a los campos de concentración soviéticos.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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