Ingresa en prisión la mujer que calcinó 21 coches de sus familiares y vecinos de Tui
“Creímos que era un grupo de vándalos, nadie podía imaginar que la atacante viviera entre nosotros”, asegura una vecina de la localidad pontevedresa
Damiana Bugarín, de 52 años, ha ingresado en la tarde de este martes en prisión como presunta autora de un delito de daños y estragos con riesgo para las personas perpetrados la madrugada del lunes, tras prender fuego a 21 coches aparcados en el centro histórico de Tui, donde ella vivía, y que quedaron incinerados. La jueza incide en su auto de medidas provisionales, después de interrogar a la mujer, que esta puso además en riesgo la vida de todo el vecindario afectado al provocar un acto incendiario que causó explosiones en cadena y movilizó a numerosos efectivos de emergencias.
La investigación que inició la Guardia Civil para encontrar al autor o autores de los incendios dio rápidamente resultados tras visionar las grabaciones de las cámaras de seguridad más céntricas de la ciudad. Concretamente, fue la situada en la sede de la Comandancia Naval del Miño la que logró captar a la presunta incendiaria que fue identificada por personas de su entorno más próximo. La mujer iba camuflada con gafas y un gorro. Incluso después de actuar con sustancias acelerantes que causaron las explosiones y mayores daños en los vehículos aparcados, Damiana Bugarín no reparó en declarar ante los periodistas: “Esto era la guerra, un humo espantoso, los coches se derretían”. Horas después fue arrestada en su casa, situada en el mismo barrio donde ella había prendido fuego.
Para los investigadores y el vecindario del casco histórico de Tui (municipio de 17.375 habitantes) parecía impensable que el ataque incendiario ocurrido la madrugada del lunes, en el que resultaron completamente incinerados y para el desguace 21 coches, daños en otros seis y en la fachada de un inmueble por la onda expansiva de una llamarada, fuese obra de una sola persona. Durante casi cinco horas de pánico y desconcierto, los que los equipos de emergencia se vieron desbordados y hubo que pedir refuerzos al equipo de bomberos del municipio fronterizo de Valença do Miño, en Portugal, justo en la otra orilla del río Miño. “Creímos que era un grupo de vándalos, nadie podía imaginar que la atacante viviera entre nosotros”, dice una vecina.
Aunque no han trascendido los motivos que llevaron a la detenida a atacar los coches de sus familiares y vecinos, fuentes de la Guardia Civil han apuntado a desavenencias familiares como posibles causas. Aunque en Tui todos los testimonios recogidos por los investigadores apuntan a una reciente discusión con sus hermanas y la personalidad conflictiva de la mujer, incluso a posibles problemas mentales que repercutían en sus relaciones sociales, como el detonante de los hechos.
La presunta incendiaria, de una familia de nueve hermanos, era una de las más jóvenes de esta familia oriunda de Tui. La mujer vivía sola en el primer piso de una de las casas solariegas del casco histórico como usufructuaria. En otra de las viviendas superiores del inmueble residía otra de sus hermanas. “No se llevaba bien con sus hermanos, pero el resto de la familia está muy unida y están consternados con lo que ha ocurrido, porque nadie podía imaginarse que un día pudiera hacer semejante barbaridad, aunque todos sabíamos que era una mujer peculiar”, comenta una amiga de la familia.
La ciudad sigue conmocionada por lo ocurrido y el escenario de los incendios es desolador. “Yo me desperté de noche y escuché algo parecido al ruido de unos petardos, pero era el estallido de los coches”, dice José Luis, que vive a 200 metros del barrio afectado. “Pudo haber una tragedia porque uno de los coches se desplazó por la explosión y alcanzó las ventanas y la puerta de una de las casas”, explica Susi, otra vecina. “Estas casas tienen unas galerías de madera y si llega a ser un día de calor y viento creo que también hubieran sido pasto de las llamas”, subraya.
Las pesquisas policiales también apuntan a que la mujer actuó de forma premeditada, ya que habría indagado previamente en Internet cómo prender fuego a los coches y qué líquidos acelerantes utilizar para que el ataque resultara más destructivo. El foco del incendio fue una ratonera para los equipos de emergencia, ya que tuvieron problemas para intervenir con los camiones cisterna en un lugar de calles estrechas al que solo acceden los propietarios con mando a distancia.
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