Anatomía de un instante entre Irene Montero y Yolanda Díaz

La de este martes fue una jornada aciaga para el Gobierno. La constatación de un fracaso tras un debate áspero —incluso más de lo esperado—, lleno de reproches cruzados y gestos serios. Una tarde que evidenció la soledad de Irene Montero y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, sentadas en la bancada azul del Gobierno mientras los grupos reprochaban al Ejecutivo haber sido incapaces de pactar una reforma para la norma estrella del Ministerio de Igualdad, la ley de libertad sexual o del solo sí es sí. Pero también la infrecuente unidad del socio minoritario, más proclive a airear sus diferencias, y que en este caso, ante la peor crisis que ha enfrentado la coalición en toda la legislatura, optó por actuar sin fisuras.

Quedaban apenas cinco minutos para las nueve de la noche, unos 15 para la votación de la propuesta socialista registrada un mes antes. La vicepresidenta Yolanda Díaz había entrado al hemiciclo tras asegurar que el Gobierno nunca debió “llegar hasta aquí”, un lamento sobre la división que ya había quedado patente en el debate parlamentario. La titular de Trabajo dejó el bolso en su escaño, se dirigió a Montero, la agarró por la cintura y salió con ella para mantener un breve encuentro en el Escritorio del Reloj, uno de los salones del Palacio de Las Cortes. Las cámaras captaron el momento y reporteros gráficos y redactores aguardaron con expectación en el pasillo el desenlace de las conversaciones.

A la reunión, sobre la que no han trascendido apenas detalles y que Díaz abandonó enseguida para atender una llamada, se unió el portavoz parlamentario de IU, Enrique Santiago. Fuentes de UP explican que este martes era un día en el que había muchos temas de los que hablar, una jornada “triste” y “difícil”, subrayan, y enmarcan esa charla, que ha sido interpretada como un gesto de Díaz hacia Montero en uno de sus trances más duros, dentro de la normalidad. La realidad es que son conocidas las diferencias entre ambas, por eso sorprendió la imagen, pero en esta crisis, los contactos y la coordinación se han intensificado. El propio Santiago afirmó únicamente este miércoles, en declaraciones a La Sexta, que abordó con las ministras la agenda legislativa pendiente, pidió “evitar situaciones” de división como la de este martes y se mostró partidario de seguir trabajando “conjuntamente”, más allá del solo sí es sí, para culminar las normas aún en tramitación.

La llamada a votar terminó con el breve encuentro de los dirigentes de Unidas Podemos, que desfilaron de nuevo hacia sus asientos. Los rostros de Díaz y Montero al dejar la sala daban cuenta ya de la gravedad del momento. La titular de Igualdad hizo uso del teléfono en lo que los diputados se acomodaban en sus escaños, también Santiago. Apenas unos minutos después, el silencio se apoderó del hemiciclo. El Gobierno había votado dividido la admisión a trámite de la propuesta socialista para corregir la ley y materializaba la ruptura. No hubo aplausos. Vicepresidenta y ministra, cada una por su lado, abandonaron con celeridad la Cámara.