La montaña y el frío de Sierra Nevada se cobran tres muertes en una semana
A las dos mujeres fallecidas el lunes se suma el deceso de un joven aparecido este jueves tras un accidente al intentar ascender al pico del Mulhacén con malas condiciones metereológicas
El frío y la naturaleza más cruda de Sierra Nevada, esa que existe fuera de la zona esquiable y de la urbanizada, se han cobrado tres víctimas en apenas cuatro días de esta semana. El lunes por la tarde, dos mujeres nacidas en Hungría fueron halladas muertas en un paraje muy cercano a la zona habitada de la estación de esquí de Sierra Nevada. Y, este jueves, la Guardia Civil encontró a un joven de 22 años de origen biolurruso muerto al accidentarse en un río de la misma sierra. En esta ocasión, todo hace suponer que sufrió un accidente al intentar cruzar el cauce del agua cuando pretendía ascender al pico del Mulhacén por su cara norte en una jornada que, meterorológicamente, no era nada propicia para el alpinismo.
La coincidencia de los fallecimientos se superpone en el tiempo pero no en la tipología ni en la zona concreta. Las dos mujeres, de 55 y 57 años, fallecieron en la Hoya de la Mora, a apenas 200 metros del albergue universitario, situado en la parte alta de la zona residencial de la estación de esquí. La Guardia Civil, que las rescató después de recibir una llamada de un senderista que las encontró, no pudo hacer nada por salvar su vida. La autopsia, al igual que la inspección visual de los agentes, demostró que no había signos de violencia y, aunque no se han conocido aún los resultados definitivos del examen médico, todo apunta a una muerte por hipotermia o congelación, según los datos preliminares del Instituto de Medicina Legal de Granada. En los días siguientes al rescate se ha conocido que las mujeres, que iban documentadas, estaban aparentemente bien preparadas para el frío.
Lo curioso del caso es que, por el lugar en que fueron encontradas, no se trataba de un senderismo de alta montaña ni nada parecido, sino —al menos hasta ese momento— de un paseo por los alrededores de la zona habitada. Fuentes de la Guardia Civil confirman que todavía están haciendo las gestiones oportunas para dar con familiares en su país natal y proceder a los trámites de repatriación de los cadáveres.
El caso del joven bielorruso es totalmente distinto. Según esas fuentes del instituto armado, el fallecido es un hombre que residía en Guardamar de Segura, Alicante. El montañero pasaba unos días en un albergue de Sierra Nevada junto a su pareja y otras dos personas más. El domingo, la intención del grupo era la de ascender el Mulhacén por su cara norte. Pero las condiciones atmosféricas echaron para atrás a tres de los integrantes de la expedición. Se desconocen los motivos por los que el joven se empeñó en emprender el camino a pesar de las circunstancias y de la marcha atrás de sus amigos.
Ese ascenso al Mulhacén y en esas condiciones no es una ruta de senderismo para aficionados. El martes, tras dos días sin tener noticias del joven, el grupo dio aviso a la Guardia Civil de la desaparición del compañero de viaje. En una primera búsqueda a pie, los agentes no pudieron dar con él. Un día después, el miércoles, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) reinició la búsqueda siguiendo la ruta más probable. Finalmente, un perro de rescate dio con el joven en en el lecho del río Valdecasillas, en la zona próxima a Las Chorreras de la Mosca de Sierra Nevada (en la localidad de Güejar Sierra), según informó la Guardia Civil en un comunicado.
La inspección visual de los agentes apunta a un accidente cuando intentó cruzar el río, lo que provocó que fuera arrastrado por el agua y falleciese por los traumatismos causados. Las malas condiciones meteorológicas impidieron a los miembros del GREIM evacuar el cadáver en un primer momento. Tuvieron que esperar hasta este jueves para hacerlo. Gracias a la tregua del mal tiempo y al apoyo de la unidad aérea de la Guardia Civil, consiguieron rescatar el cuerpo sin vida.
Condiciones atmosféricas
A falta de conocer las razones últimas de ambos accidentes, fuentes de Sierra Nevada explican que la semana no ha sido especialmente fría respecto a lo que consideran un invierno duro para el parque. En la madrugada del domingo, se alcanzó, en algunos momentos —según la Agencia Española de Meteorología (AEMET)—, los siete grados bajo cero. El resto de la semana, las cotas fueron bastante más suaves; un valor que cualquier montañero es capaz de soportar con la ropa adecuada. Sí hubo una nevada importante el lunes y el martes. En cualquier caso, no hay explicación oficial de lo ocurrido en ninguno de los dos casos. De hecho, no es frecuente esta sucesión de accidentes en Sierra Nevada. El último caso similar ocurrió en 2004. Entonces, tres turistas holandeses murieron a causa de un temporal de nieve y viento a mitad de recorrido entre La Alpujarra y el Barranco del Poqueira, situado a 2.500 metros de altura. Una de las excursionistas, sin embargo, fue encontrada a pocos metros del refugio situado en ese barranco.
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