Tres turistas holandeses mueren en Sierra Nevada a causa del temporal de nieve y viento
Los excursionistas pretendían subir hasta el refugio de Poqueira, a 2.500 metros de altitud
El frío viento y la nieve acabaron ayer con la vida de tres turistas holandeses cuando trataban de alcanzar el refugio de Poqueira, en el parque nacional de Sierra Nevada, en Granada. Los excursionistas, que se perdieron a mitad del recorrido por la escasa visibilidad, fueron conducidos por la Guardia Civil hasta el refugio, a 2.500 metros de altitud, pero dos mujeres que abandonaron la marcha fueron halladas muertas cuando amaneció. Otro excursionista falleció junto al refugio. El parte meteorológico del miércoles preveía nevadas y vientos superiores a los 80 kilómetros por hora.
El séptimo día de viaje de 11 turistas holandeses a la Alpujarra granadina terminó en tragedia. La empresa organizadora, la holandesa Intertrek, tenía previsto para el pasado miércoles el plato fuerte que pondría fin a una semana en la que visitaron varios pueblos de la comarca: la ascensión al refugio de Poqueira, a 2.500 metros de altitud.
Los vientos de más de 80 kilómetros que azotaban el miércoles la cordillera granadina no impidieron que a las 10 de la mañana los 12 excursionistas (incluida la guía) comenzaran a caminar desde Trevélez hacia las faldas del pico del Veleta. Dos mujeres abandonaron la marcha poco después y volvieron al hotel sanas y salvas. Horas después de comenzar el trayecto, que con buen tiempo se recorre en unas cuatro horas, una espesa niebla cayó sobre los 10 turistas provocando que perdieran la orientación, según la Guardia Civil. La voz de alarma la dio el guarda del refugio a las 21.00 al no tener noticias de sus anunciados huéspedes nueve horas después de que comenzaran la expedición.
Agentes del servicio de rescate de montaña de la Guardia Civil, acompañados de personal sanitario, comenzaron la búsqueda a pie desde el municipio de Capileira por la carretera del Veleta. Cuando dieron con los excursionistas se encontraron con que faltaban dos mujeres. Jos de Vilder-Buren y Divera Laan, de 69 y 55 años, habían abandonado la marcha debido al cansancio. Los agentes encontraron sus cuerpos sin vida al día siguiente en el paraje del Chorrillo. El Instituto Anatómico Forense realizará la autopsia hoy a sus cadáveres.
Guardias, médicos y enfermeros guiaron en plena noche a los turistas hasta el refugio de Poqueira, pero, el único hombre de la expedición, Kees van Herten, de 52 años, murió hacia las 5.00 cuando se encontraban "a las puertas" del albergue, según los agentes.
Una vez bajo techo, a las siete supervivientes se les suministraron mantas y comida caliente. Una de ellas se encontraba en estado comatoso debido a una hipotermia causada por las bajas temperaturas.
La evacuación no pudo iniciarse hasta pasado el mediodía de ayer debido al viento, que impidió a los helicópteros tomar tierra. A las 15.23 un aparato de la Guardia Civil comenzó a trasladar en tandas de tres a las excursionistas hasta Capileira, donde las esperaba una UVI móvil del servicio de emergencias 061. La más grave fue conducida directamente desde el refugio de montaña hasta la base aérea de Armilla, y desde allí al hospital de Traumatología de Granada, donde permanece ingresada en observación. Ayer tarde recobró la consciencia, según un portavoz del Servicio Andaluz de Salud.
El médico que atendió a las otras seis mujeres, Fernando Soto, certificó que su estado no era grave. Las rescatadas sufrían heridas leves y quemaduras de primer grado en la cara y en los pies. A algunas se les suministraron analgésicos para calmarles el dolor. "Nos han dicho que han pasado mucho frío y mucho miedo y que pensaban que iban a morir", aseguró el doctor, que las encontró "psicológicamente débiles", después del mal trago.
Una tragedia anunciada
Tres personas avisaron a Sonja van Zanten, la guía holandesa de la expedición, del peligro que suponía ascender al refugio de Poqueira con el mal tiempo que azotaba el miércoles las cumbres de Sierra Nevada.
Fuentes de la Guardia Civil aseguraron ayer que el guarda que estaba a cargo del refugio aconsejó a la responsable que dejara la marcha para otra ocasión debido a los vientos de más de 80 kilómetros por hora, a la niebla y a la nieve.
Dos de las excursionistas que abandonaron la expedición dos horas y media después de que comenzara también lo hicieron. Katerina van Baar e Isabelle Plomp se negaron a seguir adelante cuando vieron que el camino se ponía peligroso. "A las 12.30 decidimos volver porque la nieve nos llegaba por la rodilla y no teníamos ropa de montaña", explicó ayer Plomp desde el hotel de Bubión en el que esperaba noticias de sus compañeros.
"Le dijimos a Sonja que no estaba teniendo un comportamiento responsable al seguir con la excursión en esas condiciones", añadió Van Baar, que se quejó de su falta de precaución.
Tres muertos y un rescate accidentado avalaron ayer estos consejos que habían sido desoídos.
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