El ‘clan de Santiago’ se topa con los ‘halcones’ del PP
Los sectores más duros de la derecha siguen sin ver suficiente la subida de pistón de Feijóo, mientras el círculo gallego que asesora al líder popular reivindica su estrategia moderada
El clan de Santiago que asesora a Alberto Núñez Feijóo se reúne en un chat de WhatssApp donde se cuece todo en el PP. Lo integran el líder popular y sus cinco colaboradores más estrechos, todos procedentes de la Xunta de Galicia. Son cuatro periodistas ―Mar Sánchez, Luis de la Matta, Marta Varela y Marcos Gómez― y un jurista ―Álvaro Pérez―, varios de los cuales llevan décadas al lado de Feijóo. Mar Sánchez, la jefa, trabaja para el líder popular desde hace 27 años. Un círculo muy cercano y muy gallego, que para algunos dirigentes es todavía “poco esponjoso” porque apenas deja que entren influencias externas. Y que, siete meses después de la llegada del político gallego a la presidencia del PP, reconoce que sigue sorprendiéndose de los ritmos y la intensidad de la política nacional, una centrifugadora al lado de la templada gestión de la Xunta. El clan de Santiago se ha topado ahora con los halcones de la derecha, que exigen a Feijóo más caña contra el Gobierno y más combustible en la estufa del PP.
“Madrid no es lo mismo que Galicia. Esto es la guerra. Aquí te dan leches hasta los tuyos. Tienen que acostumbrarse”, describe un dirigente del partido, que cree que el equipo “todavía no se ha asentado lo suficiente y no ha generado otros círculos de confianza”. Feijóo ha modificado el modelo organizativo del partido respecto al de Casado. Frente al esquema vertical anterior, con un secretario general, Teodoro García Egea, con mucho mando en plaza, Feijóo impuso uno más horizontal. Los papeles están bastante repartidos entre la secretaria general, Cuca Gamarra; el coordinador general, Elías Bendodo; el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, y el Institucional, Esteban González Pons; que son los cuatro dirigentes de mayor peso; pero “el equipo gallego es el que más le influye”, afirman distintas fuentes de la cúpula.
En el Senado, este martes, tras el duelo entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, varios miembros del clan de Santiago se revolvían contra las presiones de la derecha para que el líder del PP cambie su estrategia. Durante el debate, el presidente había mostrado al líder popular una portada de El Mundo según la cual el PP pedía a Feijóo que se mostrara “implacable” con Sánchez. No sentó nada bien. En el equipo del líder se quejaban después del intento de “desestabilizar a Feijóo con una portada”, y se reivindicaban frente a los halcones. El partido, recordaban, pidió al político gallego que saliera al rescate del PP en la grave crisis entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, y ahora debe respetar su línea estratégica. “Nos han venido a buscar a nuestra casa para hacer lo que sabemos hacer”, se escucha con malestar en el círculo gallego que susurra a Feijóo.
Lo que saben hacer es lo que hicieron en Galicia: un PP más desideologizado y aparentemente más moderado, que no se entregue al discurso exaltado contra Sánchez, que abunda en la derecha política y mediática. Pero en Madrid no terminan de convencer. En los sectores más duros del partido, Feijóo mejoró el martes subiendo el pistón contra Sánchez, pero todavía no es suficiente. “El ambiente está muy caldeado como para hacer todo el día declaraciones sobre la ley del solo sí es sí y sobre ningún otro tema. En realidad, han montado solo un medio pollo, y han dejado pasar el tema de Melilla”, destacan fuentes del PP madrileño. “Feijóo necesita coger el tono y el ritmo de Madrid, que no es el de Santiago”, insisten en este poderoso círculo de poder. “En Madrid se ha demostrado que al PSOE no se le gana con la estrategia moderada”, remachan.
Feijóo y su círculo más estrecho tienen otra tesis. Un dirigente de la cúpula lo explica con una metáfora inmobiliaria: “Para comprarte una casa necesitas una hipoteca, porque solo con lo que tienes ahorrado no te llega, ¿verdad? Pues para ganar las elecciones sucede lo mismo. Lo importante es el préstamo, sin el préstamo no te compras la casa”. El préstamo sale del electorado de la competencia. Según Génova, el CIS revela que el PP de Feijóo tiene en estos momentos un préstamo de 450.000 votantes del PSOE. Y esa cifra es la que tiene que aumentar para que el gallego pueda llegar a La Moncloa. Por su parte, en el PP de Madrid contraponen que Isabel Díaz Ayuso también ganó las elecciones de mayo con transferencias de voto de izquierdas y con una estrategia contraria a la de la moderación. No hay acuerdo entre las dos almas del PP.
El contexto, no obstante, es más favorable a los halcones que a las palomas. Esta semana, Vox ha demostrado que no está muerto. Los ultras han monopolizado el debate público con un ataque machista a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y han vuelto a coger aire. “Me preocupa que podamos hacer un ejercicio de contención, porque según se acerquen las elecciones las huestes se van a ir calentando”, advierte otro dirigente de la cúpula del PP. “No nos deberíamos contaminar de la estrategia de Vox”, alerta este miembro de la dirección. No sería la primera vez que ocurre. El riesgo acecha a un Feijóo cada vez más presionado. Todo dependerá de la capacidad de contención del clan de Santiago.
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