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Detenido un terapeuta por matar a un paciente toxicómano para robarle

La Policía encontró restos de ADN del presunto autor del crimen en una de las uñas de la víctima y en una colilla que estaba en la basura. Se investiga si robó a otros camellos también pacientes suyos

Mariel Delgado

La Policía Nacional ha detenido a un terapeuta de Roquetas del Mar (Almería) acusado de haber matado a uno de sus pacientes toxicómano para robarle y salir de la mala situación económica en la que había caído. La captura ha sido posible por el análisis del ADN hallado en las uñas de la víctima y en una colilla que el ahora detenido abandonó en el cubo de la basura de la vivienda de la víctima en El Ejido. Los investigadores aseguran que el terapeuta, cuya profesión exacta no ha sido revelada, ya había perpetrado o intentado otros robos a camellos a los que había tratado, sobre todo en el ámbito de El Ejido.

El presunto homicida se encontraba en “una situación económica complicada”, según ha indicado este lunes la Comisaría Provincial de Almería en una nota, que explica que el terapeuta tomó su decisión criminal “desesperado por conseguir dinero”. Así, entre la noche del 12 de julio y la mañana del 13 de julio, supuestamente asesinó a su paciente y amigo Salvador, que estaba bajo tratamiento por adicción a las drogas.

El cadáver fue hallado varios días después en la cocina de su propia casa. El cuerpo presentaba tres heridas de arma blanca, dos de ellas en la espalda y una tercera en el oído. La vivienda estaba revuelta, con los cajones abiertos y faltaban la cartera del finado, su teléfono móvil y las llaves de la vivienda. La Policía Científica encontró ADN del supuesto agresor bajo una de las uñas de la víctima y en una colilla que fue recogida en la basura, que resultó ser del terapeuta de Salvador.

Las primeras pesquisas, en el marco de la operación Tajo, se llevaron a cabo en el entorno del fallecido. Los agentes se entrevistaron con el amigo y terapeuta de la víctima, que se dedicaba a la asistencia y tratamiento a drogodependientes. Las heridas que presentaba en ambas manos levantaron las primeras sospechas. El detenido se justificó diciendo que había estado “trabajando recientemente en una finca”. Además, manifestó que la última vez que vio a Salvador fue la mañana del día 12 de julio, varias horas antes de su muerte. Según la investigación policial, sus declaraciones se contradecían con las evidencias obtenidas.

El terapeuta contaba con antecedentes que fueron relevantes para esclarecer los hechos. Estaba relacionado con varios casos de robo e intentos de robo en domicilios de personas conocidas, y también con el tráfico de estupefacientes a pequeña escala. Incluso había llegado a sustraer unos 8.000 euros de la vivienda de un amigo suyo en este mismo año.

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Hay otro elemento que fue clave en la investigación: el teléfono móvil de Salvador. Los agentes descubrieron que había sido utilizado después de su muerte, concretamente, a lo largo del 14 de julio (el día posterior al crimen), con una tarjeta SIM a nombre de un tercero, que resultó ser un toxicómano también residente en Roquetas de Mar.

Según confirman fuentes policiales, el terapeuta le pidió prestado el teléfono móvil días antes del crimen y, después, le devolvió el de la víctima, en vez de devolverle el suyo. Este individuo, que finalmente ha sido exculpado, tenía antecedentes policiales por delitos contra la salud pública y era conocido por ocultar objetos sustraídos por otros toxicómanos que, posteriormente, venden o intercambian por estupefacientes.

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