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El PSOE se queda solo en la defensa de las pelotas de goma en la reforma de la ‘ley mordaza’

Unidas Podemos propone crear una comisión, presidida por el Defensor del Pueblo, para estudiar “la transición y sustitución” de este material antidisturbios por otro menos lesivo

Óscar López-Fonseca
Un policía nacional porta una escopeta preparada para disparar pelotas de goma en una manifestación celebrada en Madrid en 2014.
Un policía nacional porta una escopeta preparada para disparar pelotas de goma en una manifestación celebrada en Madrid en 2014.Andres Kudacki (AP)

La compleja negociación para reformar la ley de seguridad ciudadana, la conocida como ley mordaza, ha llegado a uno de sus principales escollos: qué hacer con las pelotas de goma que utilizan la Policía y la Guardia Civil para hacer frente a las algaradas callejeras. Los seis grupos parlamentarios que integran el grupo de trabajo ―PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu y Junts― han constatado en la reunión que han celebrado este viernes la soledad en la que se encuentra los socialistas en este punto, ya que ha sido el único que ha defendido mantener la utilización de este material, según coinciden en señalar varias fuentes conocedoras de lo tratado en el encuentro.

Enfrente se han posicionado ERC, Junts y EH Bildu, que defienden su inmediata prohibición; y el PNV, que aboga por el modelo implantado por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu en Euskadi y que restringe su uso por parte de la Ertzaintza a casos muy excepcionales. Pero también Unidas Podemos, socio del PSOE en el Gobierno, que ha planteado la creación, en el plazo de seis meses, de una comisión presidida por el Defensor del Pueblo, que estudie “la transición y sustitución” de las pelotas de goma por otro material menos lesivo en un intento de acercar las diferentes posiciones. La reunión, que ha durado cerca de dos horas, solo ha servido para que cada grupo fijará su posición. Las conversaciones para intentar llegar a un acuerdo se han aplazado a futuros encuentros.

El PSOE defiende la enmienda que presentó en su día, junto con Unidas Podemos, que no contemplaba ningún recorte en el material antidisturbios. Aquel texto recogía como novedad la obligación por parte de “las autoridades competentes” ―en referencia al Ministerio del Interior y los gobiernos autónomos que tienen transferidas las competencias en materia de seguridad ciudadana― de elaborar “protocolos específicos de acuerdo con los estándares internacionales” sobre el uso de la fuerza y el empleo de material antidisturbios para “utilizar siempre los medios menos lesivos para las personas y evitando aquellos que causen lesiones irreparables”. La propuesta ya provocó entonces las críticas de los sindicatos policiales, que consideraban que abría la puerta a la eliminación de estos proyectiles, a lo que se oponen tajantemente al considerar que ello supondría una pérdida de su capacidad operativa. Fuentes del Ministerio del Interior, que recientemente tramitó la compra de 60.000 pelotas de gomas, también rechazan su prohibición.

La formación que sí ha cambiado de posición ha sido Unidas Podemos, que en su momento firmaba junto al grupo socialista aquella enmienda, pero que a lo largo de estos meses de negociación se ha esforzado en acercar las posiciones de los diferentes grupos con propuestas alternativas en aquellos puntos más polémicos. En el tema de las pelotas de goma, la formación plantea incluir en la futura ley de seguridad ciudadana una disposición adicional para crear, “en el plazo de seis meses” desde que salga adelante la reforma, una comisión presidida por el Defensor del Pueblo con el mandato de elaborar “un dictamen sobre la desaparición del material antidisturbios que pueda causar lesiones irreparables, incluyendo los proyectiles de caucho de energía cinética”, en referencia a las pelotas de goma, según detallan fuentes conocedoras de la reunión de este viernes.

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Esta propuesta, la única que se ha planteado por escrito, añade que las conclusiones del dictamen serán implementadas dentro de un plazo de tiempo “adecuado” que permita “la transición, sustitución y formación para el uso de nuevos materiales [antidisturbios]”. Unidas Podemos plantea también que el trabajo de esa comisión no se limite exclusivamente a ese dictamen, sino que “con carácter anual” elabore un informe con recomendaciones sobre el uso del material antidisturbios por parte de los cuerpos policiales, “así como los mecanismos para la adecuada identificación de los agentes asignados en las unidades que utilicen este tipo de material”. La formación pretende también que la comisión elabore “un protocolo” para el uso del material antidisturbios, que “será evaluado en informes posteriores para introducir los cambios y mejoras pertinentes.”

“Expresamente prohibidas”

El resto de partidos ha mantenido la posiciones que, al inicio de las negociaciones, plantearon. ERC, que ya incluyó en sus enmiendas un punto para que las pelotas de goma quedasen “expresamente” prohibidas, entregó el pasado abril a los otros cinco grupos parlamentarios un documento con 11 modificaciones de la ley que la formación nacionalista considera irrenunciables para que sus diputados voten a favor de una futura reforma. Entre ellos estaba el fin de este material. EH Bildu también ha mostrado una posición de firmeza para acabar con ellas, al igual que Junts, que recalca que, en Cataluña, los Mossos d’Esquadra dejaron de utilizarlas en 2014 y fueron sustituidas por proyectiles de foam (material viscoelástico sobre el papel menos lesivo).

Por su parte, el PNV ha planteado seguir el modelo que adoptó el Ejecutivo vasco tras la muerte, el 5 de abril de 2012, del seguidor del Athletic de Bilbao Íñigo Cabacas tras recibir en la cabeza el impacto de uno de estos proyectiles durante los incidentes registrados tras un partido de fútbol. Aquel suceso se saldó en el ámbito judicial con la condena a dos años de cárcel por homicidio imprudente del mando de la Ertzaintza que dirigió el operativo, y en lo policial, con severas restricciones al uso de las pelotas de goma. Según confirman fuentes del Departamento de Interior, estas no están formalmente prohibidas, pero desde aquel suceso, hace diez años, la policía autonómica vasca no ha disparado ninguna y ha utilizado únicamente proyectiles de foam, como los mossos. El motivo es que el protocolo que se elaboró tras entonces fija que antes de disparar pelotas de goma, el mando de la Brigada Móvil (los antidisturbios) de la Ertzaintza al frente del operativo debe justificar su decisión y pedir autorización previa al viceconsejero de Interior.

El pasado jueves, Amnistía Internacional presentó su informe Derecho a la protesta en España en el que, precisamente, instaba al Congreso a prohibir las pelotas de goma por su peligrosidad al considerar que “este tipo de proyectiles es intrínsecamente muy impreciso, lo que impide que su uso pueda ajustarse a los estándares internacionales sobre uso de la fuerza”. No era la primera vez que lo hacía. Un informe de la asociación catalana de defensa de los derechos humanos Iridia asegura que, entre los años 2000 y 2020, hubo 26 personas “afectadas” por el impacto directo de pelotas de goma. De ellas, el aficionado del Athletic es el único que resultó muerto. Otras 15 sufrieron la inutilización o pérdida de un órgano, la mayoría del globo ocular.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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