Sánchez, Scholz y Costa escenifican el ‘frente MidCat’ en Berlín y elevan la presión sobre Francia
Los mandatarios socialistas de España, Alemania y Portugal se reúnen con ocasión del congreso del Partido Socialista Europeo para resaltar la importancia de las interconexiones energéticas en Europa
La buena sintonía entre los tres líderes de mayor peso de la socialdemocracia europea se escenificó este viernes en Berlín, donde el canciller alemán, Olaf Scholz, recibió al presidente español, Pedro Sánchez, y al primer ministro portugués, António Costa. Los mandatarios, reunidos en ocasión del congreso del Partido Socialista Europeo (PSE), aprovecharon para encontrarse de forma privada en la Cancillería y lanzar así un mensaje conjunto para reforzar el frente MidCat. Los tres líderes presionan al presidente francés, Emmanuel Macron, para que acepte la construcción de este gasoducto por los Pirineos como solución para aumentar las interconexiones energéticas en el continente y permitir que España y Portugal puedan enviar gas -y en el futuro hidrógeno- al resto de Europa.
Con la próxima reunión del Consejo Europeo a la vuelta de la esquina (20 y 21 de octubre) los mandatarios han hablado también de la seguridad en Europa y de la situación que ha generado la invasión rusa de Ucrania. Los tres “han reafirmado su inquebrantable apoyo a Ucrania durante el tiempo que sea necesario”, señala un comunicado conjunto enviado al término de la reunión. Ante la próxima cita en Bruselas, los líderes de España, Alemania y Portugal han tratado cuestiones relacionadas con los efectos económicos de la guerra de agresión rusa, como los altos precios de la energía, que están empujando al alza el coste de la vida. La zona euro registró niveles récord de inflación en agosto al aumentar hasta el 9,1%.
Sánchez, Scholz y Costa “han coincidido en la importancia de dar respuestas europeas comunes y urgentes a los desafíos derivados de los altos precios de la energía”, añade el comunicado. Precisamente Alemania ha provocado reticencias entre sus socios europeos en las últimas semanas tras anunciar un paquete de ayudas de 200.000 millones de euros para aliviar los costes energéticos a sus ciudadanos y sus empresas, un plan energético que sus críticos consideran un peligro para el mercado común. El propio Sánchez se lo recordó a Scholz, aunque de forma velada, la última vez que se vieron, en la cumbre bilateral hispano-alemana celebrada en A Coruña el 5 de octubre. “Tenemos que dar respuestas europeas”, dijo Sánchez entonces, “para no salir de la crisis con más diferencias económicas entre países”. España y Portugal son esos países que no pueden apoyar a sus empresas en la misma medida que lo va a hacer Alemania con su capacidad de endeudarse y disponer de liquidez.
El EU Green Deal, el plan con el que Europa quiere situarse a la vanguardia de la descarbonización, es “esencial” para acelerar la transición hacia una economía libre de CO₂ antes de 2050, señalaron los tres líderes. La guerra en Ucrania ha obligado a Europa a buscar alternativas a los hidrocarburos rusos en un tiempo récord. La importancia de diversificar las fuentes de energía para garantizar la seguridad del suministro en Europa ha ocupado buena parte de la reunión, ya que los mandatarios consideran que es esencial acelerar la construcción de interconexiones energéticas dentro de la UE.
Scholz es partidario de aumentar las interconexiones en toda Europa pensando no solo en la crisis actual, sino también en el medio y el largo plazo, es decir, en el hidrógeno verde que se producirá en el futuro con energías renovables, un campo en el que España pretende liderar el mercado en 2030 generando el 10% de la producción europea. El de la rentabilidad a corto plazo es uno de los argumentos que esgrime Macron para resistirse a la construcción del gasoducto. España defiende que la infraestructura será rentable en el futuro cuando pueda transportar hidrógeno, un punto de vista que comparten Lisboa y Berlín.
La coalición de socialdemócratas, verdes y liberales que gobierna en Alemania está impulsando la construcción de infraestructuras que le permitan librarse cuanto antes de la dependencia de los hidrocarburos rusos. El MidCat sería una posibilidad más para diversificar el suministro energético. Scholz ya expresó su apoyo “explícito” al proyecto en la cumbre hispano-alemana. Tanto Sánchez, que asegura que será posible llegar a un acuerdo con Macron, como Costa están dispuestos a seguir intentando convencer al presidente francés. La próxima ocasión de tratar la cuestión de la interconexión gasista será en el Consejo Europeo de la semana que viene.
Sánchez se ha visto con Scholz justo el día después de que los ministros de Defensa de 14 países europeos firmaran una carta de intenciones para el desarrollo de una “Iniciativa de Escudo del Cielo Europeo”, un proyecto encabezado por Alemania para proteger a Europa de ataques con misiles. España no forma parte del proyecto. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que Berlín no ha invitado “formalmente” a España a participar. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, añadió en una entrevista en TVE que si lo hace la propuesta “se estudiará”.
Los socialistas europeos escogieron este viernes a su nuevo presidente, el ex primer ministro sueco Stefan Löfven. El nuevo líder de la familia socialdemócrata aseguró en su discurso que Europa vive “tiempos difíciles”. “La gravísima situación de seguridad, la amenaza climática, las crecientes brechas en la sociedad, los altos precios de la energía y la amenaza a la democracia son algunos de los principales desafíos a los que nos enfrentamos”, dijo. En su país se ha alcanzado este viernes un acuerdo de gobierno con el apoyo de los ultraderechistas Demócratas de Suecia, que no entrarán en el Ejecutivo, pero han suscrito el pacto para que el conservador Ulf Kristersson lidere el país. Los 250 delegados presentes en el congreso en Berlín hablaron del reto que supone contrarrestar el empuje de la ultraderecha. Los socialdemócratas, dijo Löfven, “tienen un papel decisivo”.
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