Detenidos tres neonazis por ataques antisemitas en Burgos y en Madrid
Los ultras vandalizaron lugares de especial significado para los judíos, como sinagogas, cementerios o la localidad burgalesa de Castrillo Mota de Judíos
La Guardia Civil ha detenido a tres neonazis a los que atribuye siete delitos de odio por atacar distintos lugares de especial significado para la comunidad judía, en Burgos y Madrid. Entre los casos que se imputan a estos dos hombres y una mujer antisemitas, de entre 36 y 42 años, se encuentran los múltiples actos vandálicos cometidos en la localidad de Castrillo Mota de Judíos (Burgos), que hasta 2015 se llamaba Castrillo Matajudíos, donde intentaron quemar una bandera de Israel, prendieron fuego a contenedores y realizaron pintadas neofascistas. Según los agentes, también han atacado zonas judías de los cementerios madrileños de La Almudena y de Hoyo de Manzanares.
Los investigadores, que bautizaron la actuación como Operación Perinola-Lienzo, comenzó en diciembre de 2021 tras los mensajes antisemitas escritos en el pueblo de Burgos, especialmente dirigidos contra el regidor, Lorenzo Rodríguez (Ciudadanos). “Alcalde vendido al judío asesino”, rezaba una de las pintadas. Esta localidad, que impulsa su conexión histórica con la comunidad israelí, ha sufrido múltiples acciones de bandas neonazis, y en agosto las amenazas se elevaron y se tradujeron en la quema de contenedores de residuos, algo que para la Guardia Civil suponía un “intento de incrementar la amenaza” sobre un municipio tranquilo y de apenas 50 habitantes.
“Estos hechos supusieron una alteración de la paz pública en la pequeña localidad de Castrillo Mota de Judíos, donde se generó en los vecinos un sentimiento de inseguridad y temor por el clima de violencia”, explica un comunicado de la Guardia Civil. A la par, la Comandancia de Madrid ya vigilaba a un grupo de ultras desde octubre de 2020, tras desplegar un dispositivo de control al detectar otros ataques antisemitas —como pintadas xenófobas y antisemitas— en la sinagoga de Villanueva de la Cañada, en un centro cultural judío de Alcobendas, y en los cementerios de Hoyo de Manzanares y La Almudena
Los agentes descubrieron que la grafía de las distintas pintadas podían atribuirse a un mismo autor. Y la investigación les llevó a arrestar a los tres responsables de este grupo neonazi. Los trabajos de búsqueda evidenciaron que estas personas son afines “a movimientos xenófobos con un marcado discurso antisemita, cuyos mensajes se centran en el odio contra la población judía y su entorno”. Así, se los considera parte de un “grupo criminal de extrema derecha radical” que se organizaba para cometer estos delitos con “medidas de seguridad para evitar ser descubiertos”.
Durante los registros de las viviendas de los sospechosos, en Las Rozas y Algete (Madrid), la Guardia Civil encontró todo tipo de material con simbología fascista: libretos con la foto del dictador Adolf Hitler, libros que ensalzan el nazismo, pegatinas y esvásticas. Además, se halló “parafernalia y documentación de ideología nazi”, así como pistolas eléctricas (conocidas por su nombre comercial Taser) y de aire comprimido. Los agentes también localizaron un invernadero interior de marihuana y distintas cantidades de otras sustancias estupefacientes.
El regidor de Castrillo Mota de Judíos, Lorenzo Rodríguez, ha celebrado la operación policial. Según explica, tanto él como los vecinos están “muy satisfechos de que hayan sido detenidos los presuntos culpables del último ataque antisemita en nuestro pueblo”. Rodríguez confía en que esos atentados del verano sean los últimos “y que se aplique la justicia contra estas personas intolerantes”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.