Muere una mujer en una fiesta ilegal en un pueblo de Zamora
El cadáver ha sido trasladado al servicio de Patología Forense para realizar la autopsia y conocer las causas del fallecimiento. La ‘rave’ se celebra en una zona agostada por la sequía del embalse de la Almendra
Una mujer suiza de 32 años falleció el lunes por la tarde en una fiesta ilegal que se celebra desde el pasado viernes a orillas del embalse de Almendra, a la altura de la desaparecida localidad de Argusino, en el municipio zamorano de Salce. El cuerpo, que no presentaba “a primera vista” signos de violencia, ha sido trasladado al instituto de medicina forense de Zamora, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil. La rave ilegal comenzó el viernes en una zona del embalse que se ha quedado sin agua por la sequía. En ese punto han llegado a concentrarse hasta 1.800 vehículos, incluidos camiones de gran tonelaje, y unas 2.500 personas llegadas de toda Europa por un llamamiento de un grupo cerrado de Telegram. Está previsto que entre este martes y mañana se levante el campamento. El delegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha dicho este mediodía que la mujer sufría “alguna patología cardiaca”.
El fallecimiento fue conocido por una llamada al servicio 112, a las 15.30 del lunes, en la que se pedía una ambulancia para atender a una mujer que se encontraba inconsciente. Personal sanitario de emergencias de Sacyl y miembros de la Guardia Civil entraron entonces en la zona de la fiesta. Ante la imposibilidad de desmontarla y para no generar problemas mayores, se organizó a su alrededor un dispositivo sanitario y de protección. Los servicios de emergencia intentaron reanimar a la mujer, que se encontraba en el momento de los hechos con quien decía ser su novio, pero no lo lograron. Las causas de la muerte se desconocen, por lo que el cuerpo será sometido a necropsia.
La Guardia Civil ha movilizado patrullas de otras provincias para controlar la fiesta rave de Argusino
— AUGC Guardia Civil 🇪🇸 (@AUGC_Comunica) August 13, 2022
La delegada de la Junta traslada al subdelegado del Gobierno su "preocupación" por el alto riesgo de incendios. pic.twitter.com/zScm4sNbTl
La fiesta, montada sin permisos ni avisos a las autoridades, comenzó el viernes con asistencia de público llegado desde distintas partes del mundo. El lunes permanecían unas 2.000 personas en el lugar, con toda la parafernalia de los festivales oficiales: un escenario principal y otros cuatro de menor tamaño, tiendas, puestos de comida... No obstante, al carecer de autorización no cuenta con certificados de seguridad, ni existe un plan de evacuación ni servicios sanitarios contratados para atender cualquier incidencia médica que pueda surgir durante la celebración del evento.
El inicio del concierto, con acampada al aire libre, cogió por sorpresa a los vecinos y a la Guardia Civil. Fuentes del instituto armado han explicado que sus agentes acudieron a la zona en cuanto recibieron los primeros avisos de los habitantes de la zona. Cuando estos llegaron a la zona seca del embalse, perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Duero, se encontraron que ya había 750 vehículos, casi 2.000 personas, tenderetes, autocaravanas, rulotes, los escenarios... “Son actos muy difíciles de detectar y, si te lo encuentras montado, no tienes más remedio que montar un servicio de protección para evitar que se cometan otros ilícitos penales, porque intentar desmotar y desalojar es un problema mayor de orden público”, aseguran fuentes de la Guardia Civil. Recientemente, se han organizado fiestas de este tipo en zonas poco habitadas de Soria y Almería. Algunos de los asistentes procedían de otro festival que había tenido lugar en Portugal días atrás.
La Guardia Civil montó controles de alcohol, drogas e identificación de personas, cortó los accesos a la zona y vigiló la fiesta mediante drones. Con la ayuda de estos aparatos se cortó el paso de vehículos al festival, ya que con anterioridad todos aparcaban en un descampado junto a los escenarios. Entre los asistentes predominaban personas de países del centro y norte de Europa, muchos de ellas llegadas en grupos familiares, incluso con hijos de corta edad. La rave teóricamente acababa este martes.
El subdelegado del Gobierno ha defendido el trabajo de la Guardia Civil, que ha tenido desplegados en la zona un “mínimo de 30 agentes las 24 horas del día”, con el apoyo de un helicóptero de vigilancia. El instituto armado ha detenido a dos personas por presuntos delitos contra la salud pública y ha interpuesto más de 200 denuncias por cuestiones de tráfico, de tenencia de drogas o de posesión de armas blancas.
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