El verano vuelve la semana que viene
El fin de semana se espera tiempo estable en el sur y chubascos en la mitad norte, con unas temperaturas bajas para la época, sobre todo en los tercios norte y oeste de la Península
Después de una semana marcada por las lluvias, sobre todo en la mitad norte, y en la que España ha estado partida meteorológicamente en dos, con el oeste con temperaturas por debajo de lo normal y el este por encima, el tiempo comienza a estabilizarse este viernes y los termómetros inician una escalada que devolverá el verano la semana que viene a la parte del país que lo había perdido. Por ejemplo, Mérida y Madrid pasarán de 27° el viernes a 34° y 32°, respectivamente, y Jaén, de 29° a 33°.
Durante el fin de semana, el tiempo será “en general estable en el sur, con cielos pocos nubosos, mientras que en la mitad norte el ambiente estará más revuelto, con chubascos tormentosos, que pueden ser localmente fuertes y acompañados de granizo, especialmente en el entorno de los Pirineos”, avanza Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
¿El #verano pa' cuándo? 🤔
— Núria Seró (@Nuria_Sero) June 24, 2022
🗓️ Para el martes. 😎 #ElTiempoTVE #temperaturas #meteo pic.twitter.com/LVs35EMzmo
Las temperaturas “serán en general bajas para la época”, sobre todo en los tercios norte y oeste de la Península, donde estarán entre 5 y 10° por debajo del promedio. En el Mediterráneo y Baleares, serán más propias del comienzo del verano. La semana que viene, avanza Del Campo, transcurrirá sin excesivo calor y con pocas lluvias, acotadas al Cantábrico y Pirineos, aunque los chubascos tormentosos pueden extenderse a otros puntos de la mitad norte y, de forma más aislada, a zonas del tercio oriental.
La predicción del fin de semana y la semana que viene, día a día
Este viernes crecerán nubes de evolución en la mitad norte, con posibles chubascos tormentosos en zonas de montaña, más probables en los Pirineos. También lloverá en Galicia y puede caer algún chubasco acompañado de barro en Baleares. En el resto del país, cielos poco nubosos y temperaturas en ascenso: se superarán los 30°/32° en la depresión central del Ebro, en la costa mediterránea del Levante, la Costa del Sol andaluza y en el valle del Guadalquivir.
El sábado habrá intervalos nubosos en buena parte de la mitad norte, con lluvias en Galicia, comunidades cantábricas, alto Ebro y Pirineos. En esta cordillera, los chubascos pueden ser intensos ―más de 15 o 20 litros por metro cuadrado en una hora―, acompañados de rachas fuertes de viento y de granizo. De forma más aislada, las precipitaciones pueden alcanzar al resto de la mitad norte y a los sistemas Central e Ibérico. En la mitad sur y el área mediterránea, brillará el sol, aunque con calima en el Mediterráneo Peninsular y Baleares. Las temperaturas bajarán en el Cantábrico y subirán ligeramente en el tercio oriental. Así, el ambiente será fresco en el oeste y el norte ―por ejemplo, 19° en Lugo y 22° en Salamanca―, y más templado en el Ebro, área mediterránea, Baleares y tercio sur ―32° en Zaragoza y 34° en Málaga―.
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— AEMET (@AEMET_Esp) June 24, 2022
El domingo, debido a la presencia de una borrasca en las islas Británicas, se esperan cielos nubosos en el norte peninsular, con tormentas que, un día más, pueden ser intensas en los aledaños de Pirineos, norte de Aragón y de Cataluña. Se podrán extender las lluvias a Galicia, comunidades cantábricas, sistema Ibérico y resto de Cataluña. No se descartan chubascos en Baleares, de nuevo con barro por el polvo en suspensión, que se notará también en el área mediterránea peninsular. Los cielos estarán poco nubosos en el resto, con temperaturas más bajas en el este y subidas ligeras en el resto. Las capitales cantábricas estarán por debajo de 20° y se superarán los 30° en Córdoba, Palma de Mallorca, Murcia o Granada.
Para la semana que viene, no se esperan “grandes calores”, avanza el portavoz de Aemet. El lunes seguirá el ambiente “algo inestable” en los tercios norte y este peninsular, con chubascos en Galicia, Cantábrico, norte de Castilla y León, Pirineos y norte de Aragón y de Cataluña, que se pueden extender al sur de ambas comunidades y, de forma más débil y dispersa, al entorno del sistema Ibérico, interior de Comunidad Valenciana y este de Castilla-La Mancha. Los cielos estarán poco nubosos en el resto, con calima en Baleares y extremos sudeste y sur de la Península. Las temperaturas, sin cambios, salvo una subida en el tercio subirán occidental. “Solo se superarán los 30° en el valle del Guadalquivir, sur de Andalucía, el área mediterránea peninsular y Baleares”, destaca Del Campo.
El martes se producirá “una estabilización clara del tiempo, con cielos poco nubosos, una práctica ausencia de lluvias y un ascenso notable de las temperaturas, especialmente acusado en la mitad norte”. Los termómetros superarán los 30° en el noreste peninsular, Baleares, zona centro y la mitad sur, e incluso se rondarán los 35° en el Guadalquivir.
Entre el miércoles y el viernes seguirán los cielos poco nubosos en la mayor parte del país, aunque se esperan nubes en el tercio norte y chubascos, que serán intensos el jueves en el Pirineo oriental. Las temperaturas bajarán el miércoles por el oeste y subirían por el este, mientras que el jueves caerán de forma general para volver a ascender el fin de semana.
En Canarias, el fin de semana predominará el régimen de vientos alisios típico de estas fechas, que soplarán con intensidad en las vertientes expuestas al norte y este de las islas. Esos vientos arrastrarán abundante nubosidad hasta Lanzarote, Fuerteventura y el norte de las islas de mayor relieve, con posibles lloviznas, mientras que el sur estará más despejado. Además, las vertientes ubicadas al suroeste, protegidas de los vientos alisios, disfrutarán de brisas. Las temperaturas se mantendrán en valores suaves.
Una ola "intensa, extensa y extraordinaria"
La ola de calor de este junio ha sido "intensa, extensa y extraordinaria, concluye la Aemet, que destaca que, a falta de concretar su anomalía, ha sido más fuerte que las otras dos registradas hasta la fecha antes de 15 de junio. Con datos provisionales, comenzó el 11 o el 12 de junio ―por lo que puede empatar con la más temprana hasta la fecha―, se prolongó siete u ocho días ―hasta el 18― y, con 38 provincias afectadas, es la segunda más extensa después de la de agosto de 2012, que afectó a 40, empatada con la de julio-agosto de 2003.
Este episodio dejó 14 récord de temperaturas máximas y mínimas más altas, entre los que destaca el récord absoluto del observatorio de San Sebastián, que llegó a 42,8°. Los días 14, 15, 16 y 17 de junio han sido los más cálidos en esas mismas fechas desde 1950 y "un dato muy significativo" es que el 17 se ha convertido en el día más cálido para un mes de junio en toda España desde que hay registros.
Este episodio contribuyó a que haya sido la primera quincena más cálida desde al menos 1950, con temperaturas medias (entre las máximas y las mínimas) 4° por encima de lo normal y las máximas, 5°. La temperatura del agua superficial ha llegado a 26° en el Mediterráneo y hasta 22° en el Cantábrico.
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