Montero aboga por la llegada de mano de obra extranjera sin afectar a las condiciones laborales

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aboga por guardar un “equilibrio” entre la llegada a España de una mano de obra extranjera “necesaria” y el mantenimiento de las condiciones de los trabajadores. Así lo ha manifestado este sábado, preguntada por la reforma del reglamento de la Ley de Extranjería adelantada por EL PAÍS este viernes y luego anunciada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que pretende con ella allanar la regularización de inmigrantes, permitir a los estudiantes foráneos trabajar y reforzar la contratación en origen en sectores clave.

“De lo que se trata por parte del Gobierno es de hacer un equilibrio entre que efectivamente las personas que vengan a nuestro país lo hagan bajo las condiciones de un contrato de trabajo que esté ordenado y que, por otra parte, podamos atender necesidades del mercado laboral, que en este momento hay dificultades en abastecer”, ha señalado la ministra de Hacienda desde Fuengirola (Málaga), adonde ha acudido a un acto electoral de su partido, el PSOE, dentro de la campaña electoral andaluza del 19-J. Y ha matizado que esa llegada de mano de obra extranjera tiene que ser “totalmente compatible con la dignificación de las condiciones de los trabajadores”.

La ministra ha alabado la reforma laboral impulsada por el Gobierno, de la que ha asegurado que “está permitiendo crear empleo” y “de calidad”, como atestigua, ha dicho, las cifras del mes de mayo, en las que el paro bajó por primera vez de los tres millones de desempleados desde 2008 tras reducirse en 100.000 en un solo mes. “Este Gobierno ha sido un gobierno comprometido con la calidad de vida de las personas”, ha señalado Montero, que ha recalcado que la llegada “ordenada” de la mano de obra extranjera no implica “en ningún caso, que las condiciones de los trabajadores se puedan ver afectadas si no es a mejor”.

El anuncio de la reforma del reglamento de la Ley de Extranjería ha suscitado el rechazo de los sindicatos. UGT y CC OO acusan al Gobierno de romper el consenso sobre migración laboral por su plan de atraer a trabajadores extranjeros y de que la medida, que consideran “clasista”, está pensada para favorecer intereses económicos. Sin embargo, entre la patronal la posible reforma ha sido mejor recibida. Sectores como el transporte, la construcción, la hostelería o las actividades digitales sufren grandes dificultades para hallar trabajadores con los que cubrir vacantes.