Las dudas se ciernen sobre la nueva coalición de izquierdas en Andalucía
IU y Más País buscarán fórmulas para incluir a Podemos, que llegó tarde al registro
A las 23.57 de este viernes, 6 de mayo, nació una coalición de izquierdas situada a la izquierda del PSOE en Andalucía. Pero arrancó con el motor parado y sin saber qué piezas tiene. Nombre: Por Andalucía. Candidata: Inmaculada Nieto. Objetivo: competir en unas elecciones donde la derecha parte como favorita y servir de rampa de lanzamiento para el proyecto innominado de Yolanda Díaz. Miembros legales: IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Miembros alegales —en este momento—: Podemos y Alianza Verde.
Tras largas horas sin coger los teléfonos, de jugar al pilla-pilla, de estirar la cuerda, los seis partidos cerraron un acuerdo, pero las firmas de los representantes de Podemos y Alianza Verde llegaron tarde para incluirlas en el registro de coaliciones, según confirmó la Junta Electoral de Andalucía (JEA). Y eso a pesar de que el registro telemático había estado abierto 24 horas, y el físico, desde las 9.00 hasta medianoche. Conclusión: Podemos no figura formalmente en la coalición. ¿Tiene arreglo? Los juristas consultados lo ven imposible porque no se trata, dice, de subsanar ningún “embrollo administrativo”, como alega Podemos, ni formal (no consiste en cambiar un número borroso). No obstante, el partido planteará recursos ante la propia Junta Electoral de Andalucía y, posteriormente, la Central.
Cuando ya se había cerrado el registro, Podemos presentó vía telemática dos solicitudes (una a las 0.14 y otra a la 1.07). La JEA las denegó este sábado, una decisión que se puede recurrir y que en ese caso resolvería la Junta Electoral Central. Los coaligados minimizaron la chapuza y destacaron el “acuerdo político” de ir juntos.
“¡Por Dios, que no llegamos a tiempo!”, clamaban los representantes legales de IU y Más País apalancados en el Parlamento, sede de la Junta Electoral, desde primera hora. La negociación de la coalición arrancó hace cinco meses, auspiciada por independientes, y no se cerró hasta el último momento. A partir de ahí entran en juego las versiones de cada cual, con música de segundero. IU y Más País tenían dos formularios: el que se inscribió, sin Podemos; y otro con Podemos, pero sin firmas de sus representantes.
Podemos no empezó a descolgar los teléfonos hasta las 23.02 con una propuesta de acuerdo político. Hasta entonces estuvieron de apagón. No contestaban a los grupos de WhatsApp, ni de Telegram, ni las conexiones por Zoom. Hubo quien se dio de baja en uno de ellos acusando al futuro socio de “matonismo”. De lo que se trataba era de algo relativamente sencillo, pero que lleva su tiempo: rellenar un formulario tipo con la denominación, los nombres y firmas de los partidos, el logotipo, los órganos de dirección, el reparto de la subvención electoral “y otras cláusulas”. En ese casillero es donde Podemos quería meter el “acuerdo político” alcanzado in extremis con IU, enviado, después de varias idas y vueltas, tres minutos antes del cierre del registro. No hubo tiempo.
¿En qué consiste el acuerdo que la formación morada distribuyó antes de que se registrara la coalición? Pues en un reparto de sillones, tareas y emolumentos. Por ejemplo, con el 60% de los recursos económicos para Podemos y el 40% a IU. Este documento no cuenta con el aval de Más País que coordina Esperanza Gómez. El partido de Íñigo Errejón no tiene peso institucional en Andalucía, como sí tiene en Madrid, pero aporta caché y, lo que es más importante, el acuerdo en Andalucía apunta a un reencuentro con el proyecto que pretende Yolanda Díaz (con carné del PCE).
Las dudas que este caos genera no son solo de índole jurídica, sino sobre todo políticas. Si la Junta Electoral Central no autoriza la coalición, el logo de Podemos no podrá figurar en las elecciones porque sería un fraude de ley, apuntan varios letrados, y sus candidatos aparecerán como independientes. Ahora se intentará buscar un encaje, aunque se desconoce cómo. El estado de shock era el predominante este sábado
Dirigentes de la coalición admiten que la confusa negociación debilita el proyecto cuando aún su candidata, la diputada autonómica Inmaculada Nieto, no ha dado un solo mitin. Y acrecienta la desconfianza entre ellos, con vistas al proyecto que pueda liderar Díaz para las generales y que pasa por ampliar los espacios sin que ningún partido decrete el ordeno y mando. “Dentro de la gravedad es evidente que la salida del viernes fue la mejor posible. El otro escenario —la división en dos candidaturas— habría reventado todo por efecto mariposa. No habría hecho falta ni Pegasus ni ERC. Caída del Gobierno por incomparecencia de parte”, comentó un dirigente de la coalición.
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