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Juan Espadas dará la batalla por el centro político para recuperar el medio millón de votos perdido por el PSOE en Andalucía en 2018

El presidente de la Junta azuza el miedo a un regreso a la etapa socialista

El candidato del PSOE-A a la Junta, Juan Espadas, en la rueda de prensa para analizar el adelanto electoral, en la sede regional del partido.
El candidato del PSOE-A a la Junta, Juan Espadas, en la rueda de prensa para analizar el adelanto electoral, en la sede regional del partido.Alejandro Ruesga Sanchez
Eva Saiz

Aunque Andalucía lleva meses de precampaña soterrada por el dilema de la fecha electoral, una vez que los comicios se han fijado para el 19 de junio, las estrategias de los partidos políticos empiezan a aflorar. El bastión del votante de centro es el más deseado por los aspirantes con posibilidad de poder gobernar la Junta: el presidente en funciones y líder del PP, Juan Manuel Moreno, favorito en todas las encuestas, y el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas. Convencer a esos votantes de que encarnan al verdadero candidato moderado será clave en la campaña. Moreno ya ha introducido la clave nacional, poniendo el énfasis en la radicalidad de los socios de Gobierno de Pedro Sánchez, además de en los fallos de su gestión; mientras que Espadas espolea la entrada de Vox en el Ejecutivo de Castilla y León y los acuerdos parlamentarios con la extrema derecha de PP y Cs en Andalucía, como ejemplo de que la centralidad de los populares es impostada.

El PSOE de Espadas concurrirá a las elecciones andaluzas con la intención de movilizar a los 400.000 votantes que se quedaron en sus casas el pasado 2 de diciembre de 2018 y de atraer al 40% de indecisos a los que apuntan los sondeos, enarbolando la bandera del centro y la moderación. Un perfil que ha consolidado en estos tres años y medio de legislatura el líder del PP-A y del que el secretario general de los socialistas andaluces —que también hace gala de esa mesura política― pretende reivindicar, apelando a los acuerdos extraparlamentarios con la ultraderecha, una ecuación que anula esa centralidad de la que hace gala el dirigente popular. “El centro lo voy a disputar con alguien que quiere o aparenta una forma de moderación, pero quien ha pactado y ha gestionado con la extrema derecha no es de centro”, ha señalado Espadas, quien ha defendido también a su nuevo equipo “con un proyecto nuevo e ideas renovadas”, respecto del que concurrió a los comicios en 2018, cosechando los peores resultados de su historia (33 diputados).

El candidato socialista ha comparecido este martes ante los medios en la sede regional del partido para analizar el adelanto electoral decidido por Moreno. Primero ha cuestionado los argumentos para no agotar la legislatura: hay presupuestos prorrogados porque no quiso negociarlos con el PSOE y no se puede apelar a la inflación porque afecta a todas las administraciones. A continuación, Espadas ha fijado los puntos sobre los que centrará su estrategia electoral: empleo, jóvenes, mujer, mayores, servicios públicos, avanzar en derechos, inversión y gasto de fondos europeos. El líder del PSOE de Andalucía ha pedido a Moreno un debate únicamente a dos para debatir estos asuntos, dado que son “las fuerzas políticas más importantes de la comunidad y las que tienen más posibilidades de gobernar”.

Una premisa con la que, casi a la misma hora, en una entrevista en la cadena Cope, ha coincidido Moreno. “Aquí solo hay dos posibles presidentes de la Junta. Por un lado, estoy yo y por otro Juan Espadas, acompañado de los anticapitalistas, comunistas...”, ha dicho el presidente andaluz, pese a que las encuestas dejan con pocas opciones de entrar en el arco parlamentario andaluz a las formaciones de izquierdas, muy fragmentadas y que aún están debatiendo cómo concurrir en una única lista electoral.

“El PSOE sale a ganar y no a empatar. La única alternativa a PP y Vox es el PSOE”, ha indicado Espadas, avanzando también otra de las ideas fuerza de su campaña electoral. Para que eso suceda es necesario, según el candidato socialista “movilizar a las 500.000 personas que habían votado tradicionalmente al PSOE y que en 2018 no lo votaron”. Entre ellas, el dirigente socialista suma a quienes optaron por Ciudadanos, como otra opción de centro. “Vistos los resultados, tienen elementos de juicio para ver para qué valió ese voto que se convirtió en derecha o extrema derecha”, ha insistido.

El coordinador regional de Ciudadanos y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, sin embargo, en su lucha por la supervivencia de la formación, para la que estos comicios son clave después de los malos resultados en Castilla y León, ha centrado su discurso en poner en valor la importancia de su partido no solo por las políticas liberales que han impulsado desde el Gobierno de coalición, sino como freno a la entrada de Vox en el Ejecutivo. Es lo que ha reiterado en la ronda de entrevistas que ha tenido esta mañana en distintas radios nacionales: “Es hora de que Andalucía sepa qué hemos hecho, ahora se trata de explicar lo que hemos conseguido”.

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Espadas ha dado la vuelta a la cuestión de si para evitar un gobierno con la ultraderecha, en el caso de que el PP no tuviera escaños suficientes para gobernar en solitario, el PSOE apoyaría a la lista más votada. “La pregunta es si Moreno Bonilla apoyaría al PSOE si fuera la lista más votada, algo que no hizo en las anteriores elecciones”, ha señalado Espadas, poniendo el dedo en una llaga que, de momento, el PP andaluz ha rehuido explicar.

Frente a la gestión “aparentemente moderada” de Moreno, Espadas presentará su propia experiencia como responsable de gobiernos en minoría al frente de los dos últimos mandatos en el Ayuntamiento de Sevilla, donde, como él ha recordado: “He gobernado en Sevilla con búsqueda de apoyos permanentemente, pero con unas señas de identidad claras. Yo sí sé y tengo pruebas y datos de cómo gobernar en minoría. No voy a canjear derechos por votos”.

El ‘miedo’ al regreso de la izquierda

Y si desde el PSOE se azuza el miedo a la entrada de Vox en el Gobierno, apelando a la ausencia de críticas por parte de Moreno al pacto en Castilla y León y al sostén parlamentario por parte de la ultraderecha que ha recibido en Andalucía, desde el PP, el presidente de la Junta, además de insistir, como Espadas, en que aspira a gobernar en solitario, también agita el temor a que regresen las políticas socialistas en la comunidad. “Andalucía ha despertado y si no volvemos a la casilla de salida de políticas del PSOE auguro que esta comunidad será la mayor economía de España”, ha dicho el líder de los populares andaluces.

Consciente de que su éxito será el trampolín para que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, afiance su llegada a La Moncloa, Moreno ha introducido en la precampaña la clave nacional, cuestionando las políticas de Pedro Sánchez. “Estas elecciones no son solo en clave andaluza, sino que también tienen una segunda derivada que es sacarle una tarjeta roja a las malas políticas del señor Sánchez y de sus socios de Gobierno”, ha sostenido Moreno, para abundar: Si el PSOE puede aquí hará el mismo Gobierno que Sánchez, un Gobierno Frankenstein. Eso sería letal para los intereses de Andalucía”. La estrategia de Moreno es justo la opuesta a la que esta mañana ha reclamado Espadas, que ha pedido que en la campaña “se hable de Andalucía y no de la gestión de Sánchez”. “Andalucía se merece un debate propio”, ha remarcado.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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