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Tarifa y Tánger recuperan el maná del paso del Estrecho

Tras perder diez millones de pasajeros en dos años, los puertos del Estrecho retoman el tránsito de viajeros con la vista puesta en la OPE

Dos pasajeros se hacen un selfi delante del barco que les llevará hasta Tánger, este jueves.Foto: MARCOS MORENO | Vídeo: EPV
Jesús A. Cañas

Alejandro Durán llevaba años con ganas de averiguar si Casablanca es tan bonita como parece en la mítica película homónima de 1942. Al brasileño le sorprendió en Gibraltar la noticia —anunciada este martes— de que se recuperaban las conexiones marítimas para viajeros entre los puertos gaditanos del Estrecho y Tánger y no lo dudó. Este Jueves Santo él, su mujer y su hijo de un año eran tres de los 192 pasajeros que hacían cola para embarcar en el ferri que partía a 11.00 desde el puerto de Tarifa a la ciudad marroquí. La presencia de personas, cada cual con sus historias, en unas instalaciones que han estado dos años y un mes sin apenas actividad son la cristalización de la recuperación maná entre ambas orillas que, poco a poco, vuelve a fluir, después de que la pandemia y la crisis diplomática con Marruecos dejase congelado el movimiento de pasajeros.

“Estamos recuperando sensaciones. Estoy ilusionado como un niño que va a hacer la comunión y eso que llevo siete años aquí”, admite Jorge Díez, inspector jefe del Puesto Fronterizo Marítimo de Tarifa. Desde que Marruecos cerró las fronteras marítimas por la crisis del coronavirus el 12 de marzo de 2020, tanto el puerto tarifeño como el de Algeciras han perdido 10 millones de viajeros (3,2 de ellos, en Tarifa), dos millones de vehículos en pasaje y unos 200 millones de euros, según estima Gerardo Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria que gestiona ambas infraestructuras. La larga paralización sumió en el letargo a las terminales de pasajeros, agencias de viajes o comercios que vivían de este flujo constante que alcanza sus picos máximos durante los veranos de la Operación Paso del Estrecho (OPE), el mayor despliegue para el movimiento transfronterizo de personas de Europa.

Pasajeros pasando por el control de pasaportes antes de coger el barco que les llevará hasta Tánger desde Tarifa, este jueves.
Pasajeros pasando por el control de pasaportes antes de coger el barco que les llevará hasta Tánger desde Tarifa, este jueves.Marcos Moreno

En el caso de Tarifa la desolación se hizo aún más acusada, ya que, sin movimiento de mercancías, su actividad se limita a los ferris de pasajeros con Tánger y a la pesca. “Un puerto cerrado dos años no es fácil. Es duro, dramático”, reconoce sin rodeos Landaluce, satisfecho por recuperar ahora el engranaje que faltaba de “ese reloj que debe funcionar a la perfección” que es un infraestructura portuaria. Por ahora, en la localidad tarifeña, esa maquinaria ha arrancado a medio gas, con dos conexiones por día con Tánger, una de las dos navieras que operan funcionado —FRS, a la espera de que se incorpore Intershipping— y sin embarcar vehículos, opción que se incorpora a partir de este lunes. Pero Díez asegura que sus 75 agentes están preparados para recuperar el ritmo frenético de cotejar miles de carnets y pasaportes al día en viajes que habitualmente se producían cada hora. “Tenemos 45 minutos para embarcar y desembarcar”, apunta el inspector.

“Calculo que para mayo ya estaremos en plena actividad”, asegura ilusionado Juan Parada, presidente de Asociación de Agencias de Viaje Puerto de Algeciras, que aglutina a unas 13 compañías y unos 100 trabajadores que se han mantenido en ERTE hasta ahora. El empresario ha aprovechado estos primeros días para poner a punto las oficinas de su empresa, Travelsur, en Tarifa y Algeciras, con la vista puesta en retomar los viajes turísticos de grupo a Tánger a partir de la semana que viene. “Hemos estado subsistiendo con los créditos ICO para los gastos diarios y mensuales. Justo teníamos que empezar a devolverlos el mes que viene, hemos pagando solo intereses hasta ahora porque eran dos años de carencia. Yo tengo que empezar a pagar 1.040 euros todos los meses. Si esto no se llega a reabrir y no empieza a tirar para adelante iban a rodar cabezas”, apunta el agente de viajes.

Pasajeros embarcando en el barco que les llevará hasta Tánger desde Tarifa
Pasajeros embarcando en el barco que les llevará hasta Tánger desde TarifaMarcos Moreno

En el hostal Alameda de Tarifa ya han tenido “las dos primeras reservas de viajeros” que iban y venían de Tánger, como explica su propietaria, Paqui Camas. “Han sido dos años mortales, hemos tenido que llegar a cerrar en invierno”, explica la empresaria. De hecho, el flujo de personas que cogen el ferri a Marruecos justo una de las bazas que ayuda a la localidad a “desestacionalizar su turismo”, como explica el alcalde Francisco Ruiz Giráldez, empeñado ahora en “potenciarlo” tras el parón.

Más allá de los visitantes que genera por méritos propios, en el municipio costero confluyen turistas de Cádiz, Málaga o Sevilla que destinan uno o dos días a visitar la ciudad tangerina —como explica Parada— con pasajeros que tienen familiares en Marruecos y que escogen ese puerto por su menor tiempo de viaje (apenas llega a una hora) y por su destino, directamente a la localidad marroquí. “Aproximadamente, la mitad son ciudadanos de la Unión Europea y el resto marroquíes y de terceros países, como coreanos, chinos e indonesios”, puntualiza Díez. En estos días a medio gas, son los ciudadanos originarios del país vecino los mayoritarios y los que protagonizan escenas de emoción y nervios. “Estamos viendo a personas llorando como niños por poder volver a ver a su gente o que van con niños nacidos en estos años que sus familiares aún no conocen”, apunta el inspector.

Barco de pasajeros saliendo de la bocana del Puerto de Tarifa que retorna el tráfico marítimo con Tánger tras dos años de inactividad.
Barco de pasajeros saliendo de la bocana del Puerto de Tarifa que retorna el tráfico marítimo con Tánger tras dos años de inactividad.Marcos Moreno

“El pasajero tiene una parte humana, familiar y esa es la parte que ha estado muy condicionada. Ha habido opciones de avión y de conexiones internacionales, pero eso no era tan fácil para la gente de nuestro entorno. En dos años han pasado muchas cosas”, resume Landaluce. Que se lo digan a Abdelalí Ouazzani, que este pasado jueves viajó desde Alicante con su familia para volver a cruzar el Estrecho en barco, tras verse obligado a visitar su ciudad de origen, Casablanca, por conexiones aéreas en estos dos años: “Vamos a ver a mi padre y a más familiares durante 15 días. Es el Ramadán y son momentos bonitos para reunirnos”.

Tarifa y Algeciras tienen dos meses para engrasar la maquinaria, antes de que en junio arranque una OPE que se espera más masiva que nunca. De los ocho puertos españoles que suelen participar (Málaga, Motril, Almería, Alicante, Melilla y Ceuta), los dos gaditanos reciben el 70% de viajeros, unos 3,3 millones de personas. Las reuniones preparatorias ya han empezado, aún con la duda de si la reapertura de las fronteras terrestres de las dos ciudades autónomas se materializa. Pero más allá de los números, están todas esas personas que, desde diversos puntos de Europa, por fin podrán regresar al Estrecho para volver a casa. “Va a ser una operación especial e intensa. Vamos a trabajar con muchas ganas”, apunta esperanzado Landaluce.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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