El marzo menos soleado en 40 años
España registra una media de 127,5 horas de sol en el tercer mes del año, un 44% menos de lo habitual. Países como Suiza, Alemania y Bélgica doblan los datos de la Península
El mes de marzo de 2022 ha sido el menos soleado en España de los últimos 40 años. Se ha registrado una media de 127,5 horas de sol, un 44% menos de lo habitual, según la serie de datos ofrecida por el satélite europeo Eumesat, que arranca en 1983. En todo el país, “solo tuvieron el sol que suelen tener, que no es mucho, en el extremo norte”, destaca Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). ¿Y quién robó el sol a España? El resto de Europa, donde predominaron las condiciones anticiclónicas y el sol brilló mucho más que de costumbre. Países como Eslovenia, Croacia, Países Bajos, Dinamarca, Hungría, Austria, Suiza, Alemania, Eslovaquia, Bélgica o Polonia doblaron a España en horas de sol, con medias que van de 220 a 250 horas. A la habitualmente luminosa España le han ganado hasta la lluviosa Escocia (155 horas) e Irlanda del Norte (182,9), territorios que se anotaron el marzo más radiante de su historia, según revela el análisis climático del mes elaborado por la Aemet.
“La península Ibérica ha pasado de un extremo a otro con respecto a las horas de sol en cuestión de tres meses. En enero y febrero se produjo una muy destacada anomalía positiva, frente a un marzo con una anomalía negativa muy marcada y muy por debajo de lo normal: fue del -43%”, destaca por su parte Dominic Royé, el climatólogo y profesor en la Universidad de Santiago de Compostela cuyos datos difieren ligeramente de los ofrecidos por la Aemet porque en su balance incluye también a Portugal.
Royé, más que de número total de horas ―lo normal en marzo en la Península, según sus cálculos, son 226 horas y se contabilizaron solo 129― prefiere hablar de anomalías. Subraya que en el 99% del territorio, salvo puntos de Finisterre (Galicia) y de los Pirineos, se registraron menos horas de sol, con una anomalía “bastante negativa, de más del 60%”, en una mancha que abarca casi toda la mitad oriental de la Península, desde Cataluña, a la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía oriental, Castilla-La Mancha, el sur de Aragón e incluso parte de Castilla y León.
El municipio que sufrió más la falta de sol fue Hoyos del Espino (363 habitantes, Ávila), donde hizo un 69% menos de lo que suele ser habitual. Porcentajes similares se dieron en Collado Hermoso (124 habitantes, Segovia), Madrigal de la Vera (1.595 vecinos, Cáceres) y La Acebeda (65 habitantes, Madrid). En Madrid capital, la anomalía fue de -56%. Esta falta de sol de marzo se hizo muy notoria porque en los meses anteriores la situación fue justo la contraria. En enero, lo normal es que se vea el sol 161 horas, pero este año han sido 224, una anomalía de +39%. “Hizo más sol del habitual en un 98% del territorio”, destaca sobre el primer mes del año el investigador.
Febrero también fue soleado, aunque no tanto: hubo un 18% más de horas de sol, con 202 horas frente a las 171 de media. Hasta ahora, puntualiza Royé, el marzo con menos sol de toda la serie era el de 2013, pero el de este año le gana por goleada. En marzo de ese año se vio el sol en España 148 horas, un -35% frente al -43% de este. Por contra, el mes de marzo más caldeado fue el de 1997, cuando hubo 315 horas, un plus de un 39%.
La disminución histórica de este marzo se ha debido a que “los cielos estuvieron mucho más nublados que de costumbre”, sobre todo en la zona centro, Barcelona, Castellón, Almería, Cuenca, Burgos y Alicante, contextualiza Del Campo. “La culpa hay que echársela al anticiclón”, explica este experto. “Si en invierno un potente anticiclón de bloqueo se situó al norte de la Península y la dejó extremadamente seca, en marzo este se desplazó al noreste y afectó de lleno a Escandinavia, lo que impidió el paso a las borrascas en buena parte de Europa, mientras que dejó el pasillo libre para la llegada de las bajas presiones a España”.
Al mismo tiempo, la nueva posición del anticiclón facilitó la entrada de “vientos muy húmedos de componente este, del Mediterráneo”. Ambos factores convirtieron a marzo en un mes muy húmedo: el sexto marzo con más lluvia desde 1961 y el cuarto de la serie del siglo XXI, con una media de 104 litros por metro cuadrado, “el doble de lo normal”, apunta Del Campo. “En la zona centro, en el Mediterráneo y sur de Andalucía llovió más del tripe” mientras quelo hizo menos en el norte, donde “fue un mes más cálido y seco”. Marzo fue “excepcionalmente lluvioso en la Comunidad Valencia, donde se batieron todos los récords de marzo y llovió más que en otoño”.
La ingente cantidad de agua caída en marzo y a comienzos de abril “ha aliviado, pero no revertido, la situación de sequía meteorológica ―falta de precipitación―” que sufre España, lamenta el portavoz de la Aemet. Dicho déficit se ha reducido del 42% a finales de febrero al 23% a 5 de abril. O, dicho de otro modo, a estas alturas del año se han registrado de media 315 litros por metro cuadrado en España cuando deberían haberse alcanzado los 407.
Además de la lluvia, la otra correlación de unos cielos permanentemente encapotados y cargados de agua es el frío. Según el estudio de la Aemet, fue el octavo marzo más frío del siglo. De media (entre las máximas y las mínimas) hizo una temperatura en la España peninsular de 9,2°, 0,6° por debajo de lo normal. Donde más frío hizo para sus temperaturas habituales fue en el sur y centro, con anomalías de hasta 2° por debajo de los valores normales, mientras que hizo calor, incluso mucho calor, en el Cantábrico oriental, donde la anomalía fue de +1°.
Este frío se disparó los primeros días de abril debido a la entrada de una potente masa de aire ártico. Aunque Del Campo recuerda que las regresiones al invierno en primavera, con nevadas y heladas tardías muy temidas por los agricultores, “no son un fenómeno desconocido en España”, califica de “extraordinario” el episodio de frío intenso en abril, sobre todo los días 2 y 3, “los días 2 y 3 más fríos de abril desde 1951″. El 4 también hizo un frío extremo para la época: la estación de Daroca (Zaragoza), con más de 100 años de historia y en pleno triángulo del polo español, batió su récord con -5,7º. Y el 5 fue “la primera vez desde que hay datos que no se llega a 10º de máxima en un día de abril en Murcia y Córdoba”. Este episodio contrastará con el calor que va a hacer el domingo, cuando los termómetros subirán a 28º en Córdoba. “La próxima semana terminará con máximas superiores a 23º y 25º en la mitad sur”, pronostica Del Campo.
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